Barcelona: Alma de afrobeat
Acaban de presentar su segundo trabajo Life no get dublicate y con este disco los barceloneses Alma Afrobeat Ensemble se han consolidado como uno de los referentes del panorama afrobeat del estado. Con esta apuesta el sello Slow Walk Music confirma su apuesta por la música de raíz africana hecha en fuera del continente. Alma no se anda con chiquitas, reivindica un estilo fiel a la tradición del afrobeat pero digerida, pasada por el tamiz de sus propios gustos y del paso de los años, evidentemente, para mostrar cómo ha evolucionado. Alma demuestra que el afrobeat no sólo es un estilo que ha colonizado todo el mundo, sino que además está vivo y continúa creciendo.
Después de seis años de trabajo Alma Afrobeat Ensemble se ha hecho un hueco y ha afianzado un estilo propio. Según Aaron, guitarra y uno de los impulsores del proyecto, asegura que su voluntad es mantenerse, siempre, muy cerca del afrobeat clásico, para mostrar su versión más moderna. “No intentamos que el disco sea vintage, pero la verdad es que tampoco negamos que haya en las canciones algunos rasgos vintage, porque son elementos que nos parecen importantes y que nos gustan”, asegura Aaron. Sin embargo, esta voluntad de fidelidad tiene algunos matices, en realidad, muchos matices. Y el principal es el propio proceso creativo. “Hacemos un afrobeat evolucionado con nuestros propios gustos, que por ejemplo, en algunos casos puede ir hacia el mblax, pero en general tiene mucho menos funk que otras bandas”, comenta Feder. “En realidad empezamos con una idea y vemos hacia donde nos llama”, continua. Baba Gaye, vocalista de la banda, matiza esta dinámica: “A veces nos tenemos que frenar e intentamos volver al origen si vemos que nos hemos ido yendo demasiado, pero siempre sin cerrarnos a lo que nos surge”.
El propio disco es ya un objeto con un cierto contenido fetichista, ya que la banda afincada en Barcelona afincada en Barcelona ha contado con algunas colaboraciones especiales y, en especial, con una muy particular. La cubierta del CD es un diseño del nigeriano Lemi Ghariokwu, el artista que trabajaba en los discos del mítico Fela Kuti.
Aaron no esconde una de las características más importantes de Alma, más allá de la dimensión puramente artística. “Intentamos buscar un equilibrio entre la parte más fiestera y la más reivindicativa. Teniendo en cuenta la situación por la que estamos pasando, ¿cómo vamos a negar esa parte de compromiso social? Al fin y al cabo, el afrobeat es una música de protesta, pero lo que tiene de bueno es que no es una música para quejarse sentado y llorando en tu cerveza, sino para protestar bailando”, recuerda Aaron.
Gaye no puede reprimirse cuando se habla de este tema. “Si hay racismo es por falta de contacto, por desconocimiento. Esta es una música accesible y que permite conectar a la gente que si no, no tendría ninguna otra manera de estar en contacto”, señala Baba. Alma también cree en el poder de la música para cambiar la imagen que se proyecta de África. Por eso el vocalista explica: “Nuestra intención es aportar una idea que contrarreste la que dan los medios de comunicación que habitualmente es negativa. Estamos hablando de un continente enorme y, por ejemplo, cada inmigrante es una historia absolutamente diferente. Yo, sin ir más lejos, vine aquí por la música, pero cada uno tiene sus propios motivos. Lo que ocurre es que a los políticos les interesa mostrar las cosas negativas para desviar la atención de lo importante”.
Tanto Baba como Aaron parecen estar esperanzados en dos iniciativas que se están desarrollando en Barcelona, en las que participan y de las que ya se ha hablado en esta sección. Ambos coinciden en que la música africana tiene un largo recorrido en la ciudad catalana, pero que han faltado los recursos necesarios para que consiguiese importancia. “Faltaba un sello, que apostase por las bandas que trabajan aquí y ahora hay Slow Walk Music. Faltaba una sala y ahora nos encontramos con esta oportunidad del AfroJamboree, que además acerca esta música a un público que no es el habitual y que puede provocar un mezcla muy interesante”, comenta Aaron. Aunque no es especialmente exigente: “Seamos realistas, faltan recursos para cualquier tipo de música. En ese sentido quizá tengamos una ventaja, porque nosotros traemos algo diferente, poco común y, aunque no nos guste la palabra, algo que la gente ve como exótico”.
Después de Toubab Soul (y el disco de remezlcas Toubab Resouled) Life no get dublicate está llamado a ser un punto de inflexión en la trayectoria de Alma Afrobeat Ensemble. Después de tres años girando por España, participando en diversos festivales y formando parte del cartel del programa Diversons, este trabajo es, para Aaron, la oportunidad de internacionalizarse de “abrir puertas” y por ello ya tienen algunos contactos, por ejmplo, en Francia. Además, Baba considera que el panorama afrobeat en España está en plena expansión: “Hemos tocado en pueblos más o menos pequeños en los que no pensábamos que hubiese mucho ambiente y nos hemos encontrado con un público entregado al afrobeat y que conocía bien la música de Fela. Creo que en los próximos dos o tres años se va a dar que hablar”.
Trackbacks y pingbacks
[…] trata de hallar puntos de encuentro entre diferentes lenguajes sonoros, emerjan en su seno. Si ya Alma Afrobeat Ensemble hizo su trabajo para dar a conocer, y con mucho éxito, este estilo nigeriano popularizado por […]
Los comentarios están desactivados.