El Grec apuesta por la «calidad artística» de África sin «cuotas»
El Festival Grec de Barcelona ha creado un programa para este 2021 donde el objetivo es dar visibilidad a las escenas artísticas que emanan del continente. «El reto de África es conocerla», dice el director del certamen, Francesc Casadesús a Wiriko. Después de repasar las conexiones culturales con el Mediterráneo, con la Ruta de la Seda, con el Pacífico y con Latinoamérica, el Instituto de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, organizador del festival, ha optado por desdeñar los tópicos sobre África para impulsar la capacidad creativa que emana. Esta línea narrativa o «dramaturgia», como la denomina Casadesús, es una «excusa» para que los artistas africanos y aquellos en la diáspora «arrojen luz con su mirada a las reivindicaciones globales».
El Grec ha apostado en su quinta edición por ser «una plataforma para la centralidad de África y confiar en sus artistas para dar visibilidad». Uno de los retos, además de las restricciones de movilidad provocadas por la crisis sanitaria de la Covid-19, ha sido «reflejar las diversidades culturales de África». Casadesús reconoce que quizás hay «una mirada un poco eurocentrista, pero era la única forma de echar a andar el festival». Así se ha podido «ir más allá de lo obvio, pero ha sido muy complicado», reconoce.
En la confección del programa, la dirección del festival se ha dejado asesorar por «la gente que más sabía» para conseguir un «equilibrio» entre lo profesional y el resto de otras propuestas. Resalta la ayuda de la compañía teatral Tinta Negra, de la periodista y productora cultural, Tania Adam, del artista nigeriano Wekaforé Jibril o de Wiriko. Pero más allá de estos aportes de participación creativa, la programación resalta Casadesús «no ha sido por cuotas sino por calidad artística. No se ha pensado por que [quien actúa] es negro o porque vive aquí».
El resultado es un programa que «ha despertado mucho interés» a pesar de que como reconoce el director «se han quedado en la parte más atlántica del continente». «Así guardamos el resto para otro año», apostilla.
«Navegar ante el desconocimiento»
El Festival Grec de Barcelona ha intentado reflejar las diversidades culturales de África a pesar de su complejidad. La intención es «navegar ante el desconocimiento y los prejuicios que rodean la creación artística del continente», dice Casadesús.La dirección del certamen, cuyo lema de este año es «África más cerca», también se propuesto abordar la proximidad con el continente que, no sólo se limita a los 14 kilómetros que lo separan de España. El África más cercano está en las calles, en los barrios, en los comercios y en las comunidades residentes en Barcelona y del resto del país.
Para ello se ha programado una selección de propuestas culturales de afrodescendientes y de africanos en la diáspora para mostrar el «África que encontramos en Barcelona», como muestra el lema elegido para las actividades en los centros cívicos de la ciudad. El Grec ha sabido hacer partícipes a estos artistas de Barcelona para que formen parte de la escena cultural de sus ciudad y la hagan suya.
Así, la programación incluye diversas citas en la Sala Periferia. Este espacio teatral, que abrirá sus puertas en 2022, recupera textos de artistas africanos y afrodescendientes. «No es país para negras» (20 y 21 de julio), es una obra donde Silvia Albert Sopale se pregunta por cómo es la vida de alguien que tiene la piel negra y cuya vida se ha desarrollado entre blancos. En el apartado musical destaca «El percusionista» de Gorsy Edú (23 y 24 de julio).
Esto son algunos ejemplos de la reivindicación de los afrodescendientes de la capital catalana en su apuesta por la promoción de las escenas artísticas y culturales africanas. El Grec ha tomado la palabra a Jibril para «comunicar una conciencia africana contemporánea»
Algunas citas
El festival, que incluye temáticas que versa sobre las migraciones, la violencia de género, las desigualdades sociales, el racismo, la negritud, etc., arrancó el pasado 27 de junio y ya ha puesto sobre el escenario a músicos como Fatoumata Diawara, Trío da Kali o las hermanas The Sey Sisters. Pero los conciertos son sólo algunas de las posibilidades de un festival que además aglutina espectáculos de danza, teatro, cine, charlas… en un programa que se alarga hasta el próximo 30 de julio en distintos espacios de Barcelona. La banda Bokanté (13 julio) o la cantante y compositora con raíces en las Islas Comoras, Imany, (20 de julio) son dos de las principales menciones musicales. La danza contemporánea y los nuevos ritmos urbanos nutren la propuesta del coreógrafo nigeriano Qudus Onikeku que presenta Re:incarnation (6 y 7 de julio). Por el certamen ya pasado Germaine Acogny, la madre de la danza contemporánea africana, que en colaboración con el franco-alemán Mikaël Serre ha presentado À un endroit du debut (En algún lugar del principio). A finales de este mes (días 22 y 23) se presenta Wakatt, la nueva creación del coreógrafo burkinés Serge Aimé Coulibaly, donde pone la danza al servicio de los problemas cotidianos y de la realidades sociales. La injusticia ligada al género es el tema principal de la coreógrafa de Costa de Marfil, Nadia Beugin. Con Legacy (29 y 30 de julio) Beugin ha contado con la participación de más de una decena de mujeres de la ciudad que han compartido sus experiencias para preparar este espectáculo.
En teatro, Dear Winnie, homenaje a Winnie Mandela en un espectáculo sobre resistencia, feminismo y antirracismo (14 y 15 de julio) al que le sigue Annobón, basada en la novela «Arde el monte de noche» del escritor de Guinea Ecuatorial, Juan Tomás Ávila Laurel (16-18 julio). Además, la pieza de Carolina Llacher, P.A.U. (Paisatges als ulls – Paisajes a los ojos) que se representa del 21 de julio al 1 de agosto utiliza experiencias reales de sus actores como material dramaturgo para mostrar el viaje por vías no seguras que realizaron unos jóvenes migrantes desde Senegal a Europa.
Casadesús sabe que estos son sólo pinceladas del potencial artístico de África, pero espera aprovechar el festival para que la ciudadanía «se acerque con una mirada limpia» a las culturas del continente. «La gente no se da cuenta de la calidad que va a ver», resalta. Para que la representación africana y afrodescendiente no sea una mera anécdota en futuras ediciones, el director del Festival Grec de Barcelona anima a los artistas a «romper el miedo a quedarse fuera» ya que en esta edición se han dado a conocer los mecanismos para la presentación de proyectos.