Edson Chagas: desplazamiento, consumismo e identidad
Angola
fue protagonista del conflicto bélico más largo de África: una guerra civil, resultado directo del proceso de descolonización del país, que duró 27 años (1975-2002). Al acabar la guerra, Angola experimentó una explosión económica, situándose durante los últimos años a la cabeza de los países con más crecimiento del mundo, gracias en gran parte a sus recursos naturales.
A pesar de que la mayoría de angoleños no se han beneficiado de este boom, desde los últimos años existe una clase media incipiente que ha provocado grandes cambios en los hábitos de consumo de una parte de la población, especialmente en Luanda, considerada una de las ciudades más caras del mundo.
Es en este contexto en el que encontramos al fotógrafo angoleño Edson Chagas, prácticamente desconocido en Occidente hasta 2013, año en el que es galardonado con el León de Oro de la Bienal de Venecia por la obra “Luanda Encyclopedic City”.
Nacido en Luanda en 1977, Chagas abandona su país natal en 1992 para instalarse en Portugal, donde aprende las bases de la fotografía durante tres años. Posteriormente, se muda a Londres y se forma en fotoperiodismo en el London College of Communication y en la Universidad de Newport, Gales. En 2008 decide volver a Angola, sin embargo, con la guerra civil ya terminada hace 6 años, se encuentra una Luanda muy distinta a la de su adolescencia.
Es entorno a su biografía donde podemos encontrar las tres ideas principales de su obra: por una parte, la idea de desplazamiento -“me he mudado tantas veces que aún hoy sigo preguntándome dónde está mi hogar. Cuando volví a Angola, encontré la casa de mi madre completamente igual, pero todo lo demás a su alrededor había cambiado” -. Por otra, los cambios en los hábitos de consumo, afirmando que durante su adolescencia en Luanda la gente solía reutilizarlo todo y, después de 16 años de ausencia, se encontró con una economía creciente en la que los objetos se convertían en desechos rápidamente. En última instancia, encontramos la identidad, tema que se yuxtapone a los dos anteriores en gran parte de su obra.
Estas ideas están presentes en su serie fotográfica “Found not taken”, en la que el artista colecta objetos abandonados en la calle y los desplaza para fotografiarlos, con el objetivo de asociarlos a un entorno que él considera más idóneo, dándoles una nueva identidad. Este proyecto le ha seguido en sus desplazamientos: empezó en las calles de Londres, siguió con las de Newport y finalmente, las de Luanda, que fueron las que protagonizaron su obra en la Bienal de Venecia 2013. La serie, que continúa abierta según los movimientos del artista, muestra su apego por la temática del consumo que deja stock rechazado, abandonado, y la de los desplazamientos: moviendo los objetos de un lugar a otro para crear nuevas relaciones entre ellos y su entorno, emerge también la cuestión de las raíces y las migraciones, del espacio urbano y las identidades.
Posteriormente y ya asentado en Angola, el artista realiza la serie “Oikonomos” (2011), en la que aparecen personas fotografiadas con camisa blanca y distintas bolsas puestas en la cabeza tapándoles el rostro. A partir de bolsas africanas, americanas o chinas, Chagas utiliza la fotografía para analizar la vida cuotidiana relacionada con el consumismo y los cambios como consecuencia de la globalización. El hecho de que todas las personas vistan igual y sólo se les distingan por el tipo de bolsa que les cubre el rostro –precisamente el rostro, forma de identificación primera de cada uno-, parece querer cuestionarnos sobre cómo nuestros patrones de consumo definen cada vez más y con más fuerza nuestra identidad.
El mismo estilo, aunque con un significado distinto, es el protagonista de su serie más reciente “Tipo passe” (Fotos de pasaporte – 2014). Se trata de una serie de 12 retratos tipo pasaporte de personas vestidas con traje o camisa en las que, una vez más, su rostro queda oculto, pero esta vez por distintas máscaras tradicionales africanas. Por un lado, la ropa hace referencia al tipo de traje que llevan los angoleños cuando se hacen fotografías de pasaporte: según las autoridades, representan al país en el exterior y deben dar una buena imagen. Por otro lado, de las máscaras vuelve a emerger el tema de la identidad, pero esta vez como reivindicación de diversidad: “Quería tratar el multiculturalismo. Cuando la gente habla de África lo hace como si fuera sólo un país, pero es un continente.”
De este modo, Edson Chagas nos invita a cuestionarnos sobre estas tres ideas desde un continente marcado por la diáspora –desplazamiento-, y con una historia reciente en la que la identidad ha tenido siempre una gran importancia: ayer fue el colonialismo quien la menospreció y hoy es el consumismo de masas quien la pone en cuestión.
Bibliografía