Issa Samb y el nacimiento de Agit’Art: más allá de la Negritud
La llegada de la independencia en Senegal en el año 1960 vino acompañada de la necesidad de reivindicar una cultura nacional y una identidad propia. Léopold Sédhar Senghor poeta, político y filósofo, fue Presidente de Senegal los siguientes veinte años y la ideología del nuevo estado independiente trató de definir el arte contemporáneo bajo la filosofía de la Negritud. El resultado fue la reinvención de la cultura en torno a la idea del arte tradicional africano para intentar recuperar aquellos rasgos culturales que el colonialismo se había encargado de borrar.
Como afirma Kasfir en su libro Contemporary African Art (1991:168): “A la vez que los artistas, poetas y filósofos, en la mayoría de los países africanos se encontraban fuera de los centros de poder, Léopold Senghor, poeta y precursor de la filosofía de la Negritud, fue el Presidente de Senegal desde 1960 y 1980. Esta inusual yuxtaposición le permitió jugar un rol decisivo en la construcción de una política nacional que recuperaba la ‘tradición’ (desde el punto de vista del pasado africano propio de la Negritud) y al mismo tiempo abrazaba el modernismo (en cuanto a técnicas artísticas y géneros)”.
En este contexto en el que la cultura era una pieza fundamental del engranaje estatal y social, Senghor desarrolló un currículo artístico académico de corte occidentalizado que supuso la creación de la Escuela Nacional de Bellas Artes. De ahí surgió la Escuela de Dakar, compuesta por varios artistas que habían sido formados en Escuela Nacional y cuya línea de trabajo estaba fuertemente marcada por la ideología institucional. La Escuela de Dakar se caracterizaba principalmente por fusionar el lenguaje formal del modernismo europeo, los valores de la Negritud y una lectura revisionista del arte tradicional africano. Bajo este prisma, los artistas que trabajaban en ella fueron considerados por el propio Senghor como los “embajadores culturales” de Senegal, por lo que recibían un gran apoyo por parte de un gobierno que apostaba totalmente por este tipo concreto de producción artística. Ello supuso la institucionalización del arte creado durante aquellos años en Senegal.
Agit’Art, laboratorio de experimentación y “agitación”
En este contexto, algunos artistas querían ir más allá de esa visión y deshacerse de una creación “encorsetada” que limitaba su creatividad y que, al fin y al cabo, suponía la “invención” del arte nacional. Una de las críticas a la filosofía de la Negritud era la concepción del arte africano como intuitivo y anti-racional, lo que perpetuaba la una visión similar a la del colonialismo, que partía de una ideología racista.
Fue entonces cuando nació el Laboratorio Agit’Art, de la iniciativa de varios artistas y como un espacio de experimentación que pretendía “agitar” el discurso cultural predominante y expandir su actividad artística más allá de las convenciones formales de la Escuela de Dakar. Su nombre procede de las técnicas de agitación y de experimentación en el arte que, y según Ebong (1991) “sugiere una conexión con la estética performativa anti-arte de Occidente”. Su estilo se acercaba a la vanguardia y buscaba evadirse del sistema cultural establecido para tener más autonomía en el proceso. Agit’Art fue creado por Issa Samb junto con el cineasta Djibril Diop Mambety y otros pintores, músicos, escritores y cineastas de la época. La trayectoria de estos artistas que formaban el colectivo había discurrido entre el idealizado nacionalismo cultural de los años sesenta y el espíritu pragmático de los ochenta, y su foco estaba más puesto en el proceso que en el resultado (Ebong, 1991), como buen laboratorio de experimentación.
Issa Samb, “agitador” del arte senegalés
Una de las figuras más predominantes de la escena artística senegalesa entonces y aún en la actualidad, fue Issa Samb, también co-fundador de la afín Galería Tenq, que significa “conexión” en wolof y que nació a finales de los años setenta y principios de los años ochenta en Dakar.
Dakar, donde nació el artista también conocido como Joe Ouakam en el mundo del arte, es su lugar de residencia actual y es testigo de la vida de un artista que ha formado parte del enriquecedor escenario cultural desde que Senghor, como poeta y como Presidente, reivindicase la importancia de la cultura en pleno periodo de independencias.
Escultura, pintura, cine, crítica, poesía y filosofía, son algunas de las disciplinas en las que se puede situar a este artista. Así lo confirma Koyo Kouoh, comisaria de la exposición “From the Ethics of Acting to the Empire without Signs” (inaugurada este pasado verano 2014 en el Insituto Iniva de Londres), que califica a Samb de “artista total”: «Issa Samb es considerado un artista total. Su práctica abarca desde la actuación, tanto para teatro y como para cine, la escritura (poesía, ensayos, novelas), la instalación, la realización, la pintura y la escultura … sin embargo, su trabajo es inclasificable.»
Samb se formó en la Escuela Nacional de las Artes de Dakar que creó Senghor, además de estudiar derecho, sociología y filosofía en la Universidad de Dakar durante los años sesenta. Esta amplia formación ha quedado plasmada en el discurso artístico y político manifiesto en su obra y la constante experimentación con los materiales y su entorno. Aunque su carrera artística estuvo marcada por la crítica al arte de la Negritud impulsado por Senghor, contra la que luchó por considerarla racial y racista, a la vez entendía la importancia que tuvo en la época.
El trabajo de Samb ha sido expuesto en galerías y exposiciones, como la de este pasado verano en Iniva de Londres o la retrospectiva que le dedicó la Galería Nacional de Dakar en 2010, pero su trabajo está habitualmente alejado estos circuitos. Su casa-patio y a la vez taller —un espacio multifuncional como fue en su día el Laboratorio— permite al artista sumergirse de lleno en su arte y tener un espacio que forma parte de sus instalaciones: “Trabajo cada día. He hecho eso durante muchos años y lo haré siempre. Nunca pasa un día sin que trabaje en mi arte”, afirma el artista cuando habla de la temática de su arte.
Como afirma el artista sudanés Fadlabi en una precisa crítica a la obra de Samb: “Desde la creación del Laboratorio Agit’Art, Issa Samb ha producido una obra abarcable, enigmática y evanescente. Es una obra que, a pesar de su carácter vanguardista, está firmemente arraigada a las tradiciones africanas de multiplicidad y simultaneidad artística de las formas y acciones, donde la palabra hablada y las acciones performativas son muy apreciadas. Y de acuerdo con la interpretación de Samb de la filosofía y la estética marxista, muchos de sus ensamblajes escultóricos toman el paradigma de los movimientos revolucionarios como tema, sugiriendo la posibilidad de que la energía de las artes visuales se puede aprovechar en apoyo a las luchas de los débiles y desfavorecidos.”
* Artículo publicado originalmente en el Boletín del Centro de Estudios Africanos de Barcelona el 22 de diciembre de 2014.
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[…] querido y apreciado por todo el mundo. Muy vinculado al movimiento artístico del laboratorio Agit’Art, de la capital dakaroise, a su fallecimiento, las condolencias se hicieron extensivas a un gran […]
[…] fue un personaje querido y apreciado por todo el mundo. Muy vinculado al movimiento artístico del laboratorio Agit’Art, de la capital dakaroise, a su fallecimiento, las condolencias se hicieron extensivas a un gran […]
[…] de la Negritud. Fue uno de los miembros activos del movimiento por la agitación artística, el Laboratorio AGIT-Art, que junto con Amadou Sow, Bouna Seye y muchos otros, se conservó el derecho y el deber de […]
[…] Anaya, 2015. Isaa Samb y el nacimiento de Agit’Art: más allá de la Negritud [En línea]. En: Wiriko por Vanessa Anaya, 29 de enero de […]
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