La mirada fotográfica de Keba Danso: colorear para diversificar
Existen mentes creativas, inquietas, revolucionarias, capaces de ver lo que a menudo pasa desapercibido. Y luego está Keba Danso. Hace ya seis años escribíamos sobre él en relación con el cine. Esta vez lo hacemos celebrando su estreno como fotógrafo, su mirada, y el modo en que esta hace de La Palma un lugar mejor, más diverso, y con más color. Hablamos con él a través de la pantalla, con interrupciones sutiles, pero perceptibles, de la brisa del océano Atlántico.
Es el único espacio en el que Keba Danso ha encontrado cierta tranquilidad, en pleno ajetreo de su imprescindible cita anual La Voz de la Mujer, un espacio de celebración, reflexión y reividicación del destacado trabajo de mujeres desde distintos ámbitos culturales y educativos, organizado por la asociación Karmala Cultura, codirigida por el propio (Keybis) Keba Danso y por Tamara Avidad Jiménez. Pero ese espacio desde el que establecemos contacto con el joven senegalés afincado en Canarias es también uno de los decorados naturales escogidos por Keba Danso para sus fotografías, y punto de llegada de muchos de los modelos con los que trabaja, jóvenes senegaleses recién llegados a la isla tras viajes irregulares océano a través.
Estrella Sendra: Keba, te conocíamos por tu trabajo en el cine y gestión cultural, y de nuevo, tu creatividad nos sorprende, esta vez desde la fotografía. ¿Cómo te dio por ahí?
Keba Dando: De repente me entraron ganas de hacer fotos. Creo que fue a raíz de que matasen a George Floyd en EE.UU. Llevaba tiempo pensando en el tema del color, la raza… Y como trabajo mucho con los chicos que llegan en patera, y vienen mucho a mi casa, se me ocurrió hacer fotos con ellos. Y cuando lo hice, había algo muy real en esas fotografías, que no veía en otras fotos. Además, me di cuenta de que si bien con los vídeos no se sentían muy a gusto, porque les daba un poco de miedo, con la fotografía eso no pasaba.
E.S: Las fotos llaman la atención por el uso del color. Háblanos del proceso creativo. ¿Qué crees que este nos cuenta sobre estas personas?
K.D: La idea era llenar las redes de colores. Me interesaba mezclar el negro con otro color. Creo que nos hace falta buscar otro color porque cuando llegamos no se ve más que el negro, sólo se habla del negro. Y empecé por el rojo, que en mi etnia, diola, y en la lébou, significa la ofrenda. En este caso, el rojo serviría para representar a una generación sacrificada, esa generación joven que llega en pateras.
E.S: Tu llevas ya mucho tiempo en La Palma, con la diferencia de que llegaste en avión y conociendo ya bastante España. ¿Has notado algún cambio en la percepción de la gente africana que llega?
K.D: Sigue sin haber cambios. La gente no ve más que negro, y directamente lo que se piensa es que se ha llegado en pateras… Además, cuando estos jóvenes llegan, los llevan a un centro y están allí encerrados. No se les ve.
E.S: Tu fotografía consigue justo lo contrario, darles visibilidad. Y es una fotografía que, en cierto sentido, conlleva un aspecto de performance porque se realiza sobre todo en espacios abiertos y públicos. ¿Podrías hablarnos de los espacios que escoges y por qué te gusta trabajar en ellos?
K.D: Exacto. Siempre intento hacerles las fotografías en espacios abiertos, como la Calle Real, la playa… Saco telas Baye Fall… Y sí, en mi fotografía siempre está la palabra performance: que la gente vea no solo la foto, sino también el proceso. El objetivo es diversificar el espacio porque que me vean en el espacio haciendo un trabajo creativo es algo. Así la gente lo va interiorizando, cambiando la mentalidad. Porque al principio solo ven a un negro, y luego ya, cuando me ven en movimiento dicen, ah, que es Keba, es Keba. Poco a poco la gente lo va normalizando, la idea de ver a una persona negra haciendo un trabajo creativo.
E.S: ¿Y cómo han acogido los jóvenes la idea y confiado en ti, participando como modelos, pero también como cómplices en tu proyecto?
K.D: Cuando los chicos llegan, soy como un hermano mayor para ellos. Siempre vienen a mi casa. Desde el principio saben que todo lo que hago es para ayudarlos. Y me hacen preguntas, como: «¿Keba, para qué hacemos estas fotos?» Y yo respondo: «para visibilizar». Y muy pronto entienden el sentido de lo que estamos creando. Además, hemos trabajado en espacios familiares. Mi estudio ha sido la cocina, poniendo una tela que tiene que ver con mi cultura, pero también, con la de ellos. Es muy importante el espacio, que se sientan cómodos en él. Porque al principio busqué un estudio profesional, pero se sentían intimidados. Sin embargo, la cocina es un espacio para compartir y, por tanto, un sitio en el que se sienten cómodos. Y luego eso, la playa, la Calle Real, espacios muy concurridos.
E.S: Son fotografías que estás difundiendo sobre todo a través de las redes sociales, en Instagram e historias del Facebook, con resultados fascinantes a nivel técnico. ¿Qué medios estás usando?
K.D: Con el móvil, el más cómodo y barato. Incluso edito con el móvil, ni hace falta el ordenador, con aplicaciones como Snapseed y Carbón, que me gusta mucho el tipo de color que me dan. Y justo es algo que me han preguntado muchos chicos en Senegal, que qué cámara estoy usando, interesados por el tratamiento del color. Muchos querían montar estudios y yo he insistido en que lo que tienen que hacer es empezar por usar espacios naturales, que en Senegal hay muchísimos, y desde ahí, hacer una selección temática.
E.S: Entonces, tienes gente que te sigue desde Senegal. Es importante para ti ese vínculo con tu tierra.
K.D: Sí, y muchos me conocen porque soy uno de los pocos senegaleses que organiza eventos que no son específicamente africanos, tipo percusión, sabor, etcétera, sino culturales en general, o eso, con un festival dedicado a la mujer. Y la verdad es que los chicos senegaleses fueron de los primeros en contactarme y preguntarme cómo lo hacía.
E.S: Me recuerdan tus fotografías también a las de Malick Sidibé. ¿Dirías que es una de tus influencias?
K.D: Pues al hacer las fotos he comprendido a Malick Sidibé. Yo lo de usar espacios naturales lo he hecho por necesidad, porque no tenía un estudio. Ahora entiendo a Malick Sidibé. Estoy seguro de que empezó así, montando su chiringuito por necesidad, por falta de medios. Y me ha sorprendido la cantidad de gente que me ha contactado por Instagram, grandes fotógrafos como Wole Lagunju, desde Londres. Eso me da muchísimas ganas de seguir.
E.S: ¿Para cuándo la exposición?
K.D: Ahora la estoy preparando y la voy a titular Los Sacrificados. Quiero vestir la ciudad, llenarla de colores, así que estoy trabajando en la serie y espero poder compartirla para principios de enero.
He aquí una muestra del trabajo de Keba Danso, en primicia para nuestra comunidad de Wiriko.