La estela de la Dakar Fashion Week
La Dakar Fashion Week (DFW) se hubiera celebrado estos días en la capital senegalesa (del 10 al 14 de junio). Durante cuatro días, los focos de colores, los destellos de las cámaras fotográficas y un sinfín de personalidades de la moda e influyentes de los medios y de las redes sociales se habrían dado cita en torno a la pasarela de la que hubiera sido la 18 edición de la Semana de la Moda de Dakar. Ya en 2019, la organización proclamaba en una nota de prensa que este evento internacional era el “reflejo de una entidad afirmada, de una experiencia con firma africana, de una creatividad, de una belleza y un arte vivo que se ha hecho popular”. Sin embargo, la pandemia ha obligado a retrasar esta cita marcada en la agenda internacional de la moda.
Boubous (trajes típicos del oeste africano) o caftanes inspirados en el norte de África se han mezclado estos diecisiete años con otros tejidos, más vaporosos o ligeros, de todas las tonalidades que van desde lo más sobrio a lo colorido y flúor, poniendo de manifiesto que la moda africana no se puede definir. Tal y como explicaba a EFE la creadora de la DFW, la también diseñadora, Adama Paris: “La moda africana es la moda creada por los africanos. Poco importa que sea un vestido de noche o una túnica. Es la moda que los africanos tienen ganas de crear».
La diversidad de sus creaciones ha venido de la mano de la pluralidad de sus diseñadores, que en las últimas ediciones ascienden a una treintena de creadores procedentes de más de la mitad de los países del continente. Adama Paris le ha hecho un guiño especial a su país, Senegal, dándole la oportunidad de mostrar sus diseños a creadores consolidados y noveles senegaleses, como Sisters of Africa o Alia Bare. Como refleja la web oficial de la DFW: “El evento está presente ahora cada año para celebrar la belleza negra y la emancipación de la mujer negra. Esta semana ayuda a impulsar a los jóvenes diseñadores senegaleses en la escena internacional al tender un puente entre la creación en el resto del mundo y en Senegal”.
La solidez de la DFW viene dada por la demostración que ha hecho estos años de que África es mucho más que un continente inspirador para los diseñadores occidentales, sino que es una fuente de creación y producción de moda desde África. “La Dakar Fashion Week es una referencia en toda África y con ella hemos situado a Senegal en la agenda internacional de la moda”, expresó Paris en una entrevista a Wiriko, donde además recalcó esta plataforma había “favorecido a profesionalizar el sector”.
Uno de sus propósitos es la promoción de la moda hecha en África para el mundo y, al mismo tiempo, impulsar el empredimiento femenino. Adama Paris, de origen senegalés pero nacida en Kinshasa (República Democrática del Congo), decidió crear la DFW como plataforma para los diseñadores de su país, del resto de África y sus descendientes. Su compromiso con la moda africana se ha consolidado con la creación de otros espacios referenciales: la Black Fashion Week, una plataforma para promocionar la moda africana y de la diáspora que ha tenido lugar en ciudades como Praga, Salvador de Bahía y Montreal; o el Fashion Africa Channel, la primera cadena 100% africana enfocada en moda.