Meta-ficciones sobre Hollywood, de Omar Victor Diop y Antoine Tempé, inauguran la sala de exposiciones de la Alianza Francesa de Málaga
Búsqueda de la belleza, glocalización, juego cinematográfico… Esta fue la suma de elementos que inauguraron oficialmente el 17 de marzo la sala de exposiciones de la Alianza Francesa de Málaga, ciudad en la que en estos días comienza el Festival de Cine. La exposición está formada por dos salas con dos proyectos diferentes, ‘Re-mixing Hollywood’ y ‘Miguel de Moreno’, en un acto oficial al que asistieron el alcalde de la capital, Franciso de la Torre, el embajador de Francia en España, Yves Saint-Geoours, entre otras muchas autoridades. También fueron invitados los artistas Omar Victor Diop y Antoine Tempé, autores de Re-mixing Hollywood, así como el comisario y artista malagueño Javier Hirschfeld.
Si el trabajo de Diop y Tempé es un guiño cinematográfico, el de Hirschfeld se trata de un diálogo intercultural. A ambos les une la búsqueda de la belleza, tal como nos contaba el propio Javier Hirschfeld. Un mes después de la animadísima inauguración, en vísperas del Festival de Cine Español de Málaga, ambas exposiciones siguen teniendo una gran afluencia de público, así como una muy buena acogida de la Alianza Francesa. Hablamos con Javier Hirshfeld para que nos lo cuente.
“Los artistas siempre están buscando referencias» – comenzaba diciendo el malagueño con respecto al diálogo intercultural y meta-artístico evidentes de estas dos exposiciones– «En Occidente se juega mucho a hacer una revisión de la historia del arte”. Javier Hirshfeld cuenta cómo la tradición de fotografía de estudio africano se ha convertido para él “en un referente, como lo puede ser el barroco.” Y añadía: “al final, no se trata más que de un proyecto de persecución de la belleza, la cual busco en iconos clásicos”. En el verano de 2013, fue invitado a la Isla de Gorée, en Senegal, precisamente para exponer su propia obra, Malagorée, en la antigua casa de los esclavos, hoy en día visitable por turistas locales e internacionales.
“No quise hacer una exposición de mi trabajo y ya está, sino aprovechar esa gran oportunidad para el aprendizaje e intercambio artístico. Allí todo el mundo me hablaba de Víctor, Víctor, Víctor, así que me puse en contacto con él y desde el principio nos entendimos muy bien artísticamente”, contaba Hirshfeld. Ese Víctor del que tanto le hablaban era Omar Víctor Diop, hoy reconocido internacionalmente y expuesto en las principales ferias de arte contemporáneo, como la 1:54 de Londres, o Partcours, el pasado invierno en Dakar. “Desde un principio me encantó su trabajo, porque respondía a un interés personal por África. Victor representaba la personificación o corroboración de ese interés, con una obra que huía de exoticismos”, contaba Hirshfeld.
Hoy, Omar Victor Diop es uno de sus grandes referentes, como lo puede ser el ya fallecido maliense Seydou Këita. Con esta exposición Re-Mixing Hollywood, comienza una relación laboral más estrecha con el fotógrafo senegalés, actuando como su comisario, y permitiendo así una mayor visibilidad de su trabajo. “Para mí es un lujazo trabajar con uno de mis referentes, que tanto me ha hecho indagar en la tradición de estudio de fotografía africano y que tanto me ha hecho crecer”. Contaba el artista malagueño.
En Re-Mixing Hollywood, proyecto también conocido como Onomollywood, los artistas Omar Victor Diop y Antoine Tempé escogen 20 imágenes de películas de Hollywood que les marcaron mucho personalmente, “sintiéndose con total derecho y libertad a jugar con esas imágenes», explicaba Hirshfeld. Según el artista malagueño, es fruto del gran referente de Omar Víctor Diop, la cultural global, en una ciudad global, como lo es Dakar, pero con los pies en lo local”. Así, iconos del cine, como los de la película de Frida Kahlo, la de Blow UP, Psicosis, Pulp Fiction, Matrix o Desayuno con diamantes, son llevados a Dakar, capital de Senegal, y a Abidjan, capital de Costa de Marfil. “Es una celebración de la magia de una buena película. Te preguntas cómo sería esta historia si hubiese sido filmada en África con actores y modelos negros”, contaba el fotógrafo senegalés Omar Víctor Diop durante la inauguración. Lo que es interesante, desde el punto de vista de Hirshfeld, es que más allá de este juego y búsqueda de la belleza, hay una documentación de esa otra África, de esa cara menos conocida de África, que huye de los tópicos, y que ya se daba en su trabajo de Estudio de vanidades, por el que también apostó entonces la Alianza Francesa, aún cuando la sede no se había inaugurado oficialmente.
Con esta ficción de la ficción, esta metaficción sobre el cine, desde la fotograía, la salada Málaga huele ya a cine, tal vez con una añadida reflexión sobre la representación.