Tedos Teffera y la infancia encapsulada
Los boliches son una creación humana, pero suponen también un universo atractivo capaz de conectar no solo puntos sobre la superficie, sino también realidades. Así lo defiende el fotógrafo Tedos Teffera en su exposición individual ‘Intent’, incluida en el proyecto artístico ‘Boliches-Marbles’ que acoge el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) de Gran Canaria hasta el 26 de agosto.
Puede ser que una canica o un boliche sea un objeto metafórico, que esconda dentro de sus ensoñadores colores y brillos un significado más próximo a las cuestiones humanas que al simple juego. Quizá sea porque guarde relación con lo esférico, una forma que nos enseña que la historia es cíclica, que las experiencias humanas reviven etapas pasadas y que podemos regresar a un punto inicial. O que en ella se esconde la verdadera belleza y perfección, como la vemos presente en la naturaleza, en la Tierra, el sol o las flores.
El trabajo del artista etíope Tedos Teffera contiene una serie de doce fotografías en claroscuro que congelan los movimientos y gestos de este juego popular. Como su nombre indica, la colección ‘Intent’ que alberga la muestra ‘Boliches-Marbles’ del CAAM recoge el propósito de capturar el ahínco de los niños en perseguir algo que para ellos es un mundo, mientras que para los adultos es un asunto trivial.
Pero el mundo de los boliches no sólo encierra la ilusión de las pequeñas cosas, también revela universalidad. Cualquier niño ha poseído estos objetos como si de un tesoro se tratase, independiente de su poder adquisitivo. Por ello, este serial fotográfico es también una manera de reconocer a todos los niños que juegan a las canicas y a las personas mayores que lo hicieron antaño.
Y al mismo tiempo, ‘Intent’ es también una denuncia y un tierno guiño. Cada instantánea perpetúa una escena y recibe un título que funciona como metáfora existencial: la soledad de un niño ganador frente a su canica victoriosa o las apariencias nublosas que no se despejan hasta el final. Teffera nos recuerda a través de estas evocadoras esferas que la humanidad está en crisis, que la generosidad entre iguales agoniza por culpa de las ansias de gloria y que las personas actuamos constantemente para mantener alejados a nuestros enemigos de nosotros mismos. Y nos reprocha también. Este mundo solo es capaz de ver y valorar al ganador, pero se ciega al duro trabajo que se escode detrás; se premia en público lo que se ha trabajado durante años en privado.
Es evidente que el trabajo del fotógrafo etíope usa un lenguaje común: el de los sentimientos. Lo hace con cada disparo de su cámara al abordar cada instantánea según los sentimientos que le inspiren, moviéndose por sensaciones. De hecho, confiesa que este arte fue su camino para poder expresar las inquietudes de un chico especialmente tímido y reservado. La fotografía lo conectó con el mundo.
Y lo lleva haciendo desde los seis años. Ahora Tedos Teffera es director creativo y ha trabajado en el mundo de la publicidad creando fotografías comerciales. Su exposición en Gran Canaria es fruto de un encuentro en el Addis Foto Fest con el director del CAAM y comisario de la muestra, Orland Britto Jinorio, quien se interesó en su obra debido a la atracción que le supone el mundo de las esferas. La colección de este artista es muy diversa: Etiopía y sus gentes, el juego en los niños, paisajes de ensueños,… pero cada una de estas fotografías encierra el mismo trasfondo: los sentimientos que aquello que mira despiertan en él.