Un viaje por África a través del arte para educar
La artista marroquí Safaa Erruas, la etíope Aïda Muluneh y la sudafricana Mary Sibande son las protagonistas de la última propuesta educativa de la organización Matumaini. Estas tres creadoras y sus obras son el hilo conductor de un particular recorrido por el continente africano en el que se pretende mostrar su dinamismo y su diversidad a través del arte contemporáneo. Es uno de los objetivos de esta organización asturiana que en los últimos años ha puesto en marcha ideas y enfoques innovadores para profundizar en el ámbito de la educación para el desarrollo.
El viaje de Afrotopía es el título del álbum ilustrado en el que los impulsores de Matumaini se asoman a la obra de las tres artistas escogidas: Erruas “por la delicadeza y profundidad de significados de sus instalaciones”, Muluneh “por su compromiso con su tierra y la fuerza y la belleza que desprenden sus fotografías” y Sibande “por ponerse en juego a modo de escultura y contarnos desde ahí su historia y la de su país”.
Una parte fundamental de la actividad de la organización Matumaini es la educación para la ciudadanía crítica y en esa línea se han comprometido con el cambio de la imagen del continente africano. Su interés por ayudar a generar una mirada honesta y abierta hacia África, tiene que ver con la otra parte de su actividad, que se centra en el trabajo con los niños y niñas más vulnerable en una zona semirural de Tanzania a través de su colaboración con la ONG local Mwema Children. En esta estrategia de educación para el desarrollo, los y las impulsoras de Matumaini han encontrado un aliado en el arte y en su uso como una herramientas pedagógica.
En 2019 ya produjeron un manual de contenidos educativos al que llamaron Manual por la Afrotopía, recuperando y reutilizando el concepto acuñado por el economista e intelectual senegalés Felwine Sarr. Para Manuel Galán y Alba Suárez, autores del manual, la idea formulada y desarrollada por Sarr resultaba inspiradora y emancipadora y concentraba la idea que tenían sobre la forma de relacionarse con el continente. “Insiste en que África no tiene que alcanzar a nadie, no tiene que imitar a nadie. Necesita lograr su desconolización a través de un encuentro fecundo consigo misma”, señalaban en la introducción de esos materiales. El Manual por la Afrotopía es en realidad una especie de guía pedagógica para facilitar a los educadores materiales sencillos que les permitan abordar ciertas temáticas que impulsen una transformación personal y social.
Respetando ese espíritu ampliamente trabajado por Sarr, el material propuesto por Galán y Suárez de la mano de Matumaini se hunde en la dimensión más práctica para propiciar reflexiones y reconstrucciones del imaginario en relación con la realidad del continente africano, pero también con la idea de la alteridad, con las relaciones basadas en el género, con la aproximación al arte, con la importancia de la educación, con el papel de las ONGD y también con los propios motores de cambio africanos. Los propios autores reconocen en su explicación que a través de actividades concretas buscan tocar temas relacionados con “África en positivo; Afrotopía; desigualdad y violencia de género; migraciones, refugio y codesarrollo; educación, cultura y arte en la transformación social; movimientos juveniles africanos; y artivismo». De esta manera, a partir de las unidades didácticas aportan contenidos con los que pretenden contrapesar el desconocimiento o más bien el conocimiento deformado sobre el continente. Y para afianzar y poner en práctica esos conocimientos, proponen actividades concretas que perfectamente pueden ser abordadas por estudiantes de educación secundaria o que se pueden desplegar en otros contextos pedagógicos no reglados.
Siguiendo la senda del Manual por la Afrotopía, Matumaini propone ahora El viaje de Afrotopía. Hay un cambio de enfoque y de método, para construir esos materiales atractivos y novedosos, pero no se han movido las convicciones y los principios de los impulsores. En este caso, los contenidos son obra de Encina Villanueva y las ilustraciones y el diseño han sido realizados por Joly Navarro. El resultado es un volumen simplemente delicioso y cargado de magnetismo con una estética muy cuidada y que combina con naturalidad los valores de igualdad, con la celebración de la diversidad, la sublimación de la curiosidad y la capacidad de construcción y transformación de un arte consciente y responsable. En este caso, Afrotopía es la niña que conduce ese breve pero intenso recorrido y la que da continuidad a la estrategia de educación para el desarrollo de la organización.
De la misma manera, El viaje de Afrotopía va acompañado por una guía didáctica, en la que se describen propuestas de actividades, en esta ocasión, dirigidas a niñas y niños de educación infantil y primaria, que también son obra de Villanueva y Navarro. Las actividades van desde el pintacuerpos hasta la aproximación al relato, pasando por la experimentación con los colores, la reflexión sobre la memoria, la manipulación de los textiles o la inmersión en el arte, entre otros temas, aprovechando las obras de las tres artistas escogidas, la marroquí Safaa Erruas, la etíope Aida Muluneh y la sudafricana Mary Sibande.
Con estos contenidos, Matumaini continua avanzando y profundizando en un camino fundamental de la construcción del relato en torno al continente africano. El trabajo en el entorno de la educación, desde los niños hasta las adolescentes; el uso del arte como instrumento de educación y transformación; el aprovechamiento y la generación de materiales amenos y atractivos, son herramientas fundamentales para hacer de contrapeso a la imagen y el discurso en negativo que habitualmente desprenden los medios de comunicación convencionales. Todos estos materiales, tanto el Manual por la Afrotopía, como El viaje de Afrotopía y la Propuesta Didáctica en la que se detallan las actividades, están disponibles a través de la web de Matumaini y además tienen licencia Creative Commons.