El Reino Unido rezuma cine africano en noviembre
Noviembre en el Reino Unido desde hace unos años es sinónimo de cine africano. En concreto, tres son los festivales que presentan un abanico amplio donde poder presenciar las últimas novedades del continente y sus diásporas en materia audiovisual y que caminan en la línea de limar los estereotipos negativos que se presentan a menudo sobre el continente. El telón lo sube el Festival escocés Africa In Motion (África en movimiento) que desde hace unos días está teniendo lugar entre Glasgow y Edimburgo (25 octubre – 2 noviembre); el testigo lo recoge el Festival de Cine Africano de Londres (1–11 de noviembre) y que, al mismo tiempo, coincidirá con la tercera propuesta que nos llega desde las islas británicas, el Africa Eye (Ojo africano) que se celebra en la ciudad de Bristol (9-11 de noviembre). Es interesante apuntar para el análisis como coinciden el interés de realizar festivales sobre cine africano en Londres o Bristol con los resultados del último censo de población de 2011. Los datos de la Oficina Nacional de Estadística reflejan como la gran mayoría de residentes en el Reino Unido nacidos en África, tienen su domicilio en Londres: 105.000 nigerianos; 83.000 sudafricanos; 53.000 zimbabuenses; 44.000 somalíes; 39.000 ghaneses; o la comunidad de 15.000 kenianos entre otros. Se pone de manifiesto que los africanos se encuentran entre una de las comunidades de más rápido crecimiento en las islas británicas y que, además, la población infantil nacida de padres blancos y negros también ha aumentado exponencialmente pasando de 80.700 (2001) a 131.800 (2009).
El Africa in Motion (25 octubre-2 noviembre) celebra este año su séptima edición abriendo nueva plaza en Glasgow donde se podrán visionar por primera vez películas africanas. Como va siendo tradicional, el programa presenta una estructura clara que ayuda al espectador a elegir la temática según sus intereses: Identidades modernas africanas presenta una serie de documentales con temáticas como la migración, la diáspora, la sexualidad, o la diversidad de lenguas; Artes africanas populares, mostrará cómo los aspectos de la cultura tradicional y las nociones de modernidad son reinterpretados por artistas africanos en todo el continente con ejemplos concretos de músicos, poetas y artistas visuales de Marruecos, Egipto, Senegal, Sudáfrica y Kenia. Primavera árabe es un espacio donde tendrán cabida los documentos audiovisuales sobre los levantamientos que se produjeron en el norte de África hace ya un año y que, precisamente, al cumplirse el primer aniversario está teniendo un fuerte eco en diversos festivales europeos de cine africano; una cuarta categoría está centrada en la Ciencia ficción que cada vez más encuentra su pequeño espacio de producción ya sea como género, metáfora o como catalizador explorado por artistas, escritores y cineastas africanos. Sin duda, adoptar y reinterpretar el género de la ciencia ficción ha permitido a estos artistas crear contra-narrativas y hacer frente a los estereotipos persistentes de África. Uno de los padres de esta temática en África, el director camerunés Jean-Pierre Bekolo, estuvo presente en Edimburgo para el debate de su aclamada película Les Saignantes. Por último, el Africa In Motion ha preparado una selección de películas para el público infantil, un buen ejercicio de adentrar a los más pequeños en el cine africano. Algunos de los títulos ya los trajimos a Wiriko hace unos meses como es el caso de Bino y Fino, del director nigeriano Adamu Waziri. Bino y Fino Bino y Fino es una serie de dibujos animados de Nigeria con una finalidad educativa sobre un hermano y una hermana que viven con sus abuelos en una ciudad actual de África.
Por segundo año consecutivo, el Festival de Cine Africano de Londres (1–11 de noviembre) presenta una propuesta ambiciosa con 70 películas que durante 10 días podrán disfrutarse en diversos barrios de la capital del Thamesis. El festival, organizado por la Real Sociedad Africana, el SOAS y la Universidad de Londres, y co-dirigido por Lindiwe Dovey y Rennie Namvula, trae este año películas que van desde la comedia del director del Chad Mahamat-Saleh Haroun, Sexo, Okra y mantequilla salada, la lucha por la igualdad de los derechos de LGTBI en Uganda con la película documental Llámame Kuchu de las directoras Katherine Fairfax Wright y Malika Zouhali-Worrall, hasta la oportuna La educación de Auma Obama, una mirada de la hermana de Obama que se adentra en las raíces de su familia en Kenia y que se proyectará el mismo día de las elecciones en Estados Unidos (6 de noviembre).
Algunas de las principales temáticas programadas para este año son: Cruces continentales, sobre las relaciones de larga duración del continente africano con países como Birmania, Cuba, China, India y Ucrania; Elecciones y democracia, de una actualidad palpable tras los recientes incidentes este verano en las minas Marikana de Sudáfrica y con las próximas elecciones presidenciales de Ghana y Kenia a la vista; la Sexualidad y como sus diversos matices y vivencias continuan suponiendo un problema en diversos países africanos; el Deporte sección entre el documental y la ficción que celebra el talento atlético así como los diversos logros deportivos de los africanos ya sea con los luchadores senegaleses, los corredores de fondo de Etiopía, el Tour de bicicleta por Ruanda o el propio poder del fútbol en África; por último, queríamos subrayar la sección Espacio público y el periodismo ciudadano, un acierto de las directoras del festival, Lindiwe Dovey y Rennie Namvulaorg, y que de alguna manera, reconoce que los africanos están cada vez más unidos a la hora de buscar nuevos espacios de participación, de democracia. Una muestra de esta nueva dinámica de largo recorrido se ve reflejada en el ensayo premiado por Casa África Las redes sociales en África: instrumentos para la transformación y el cambio firmado por Antoni Castel Tremosa y Carlos Bajo Erro (miembro de Wiriko), que precisamente analiza la utilización creativa y militante de las TIC por parte de la sociedad civil en el continente africano y su consecuente aportación a la democratización de sus países, donde abren cauces a la participación de la ciudadanía en el control de los procesos políticos -con especial incidencia en los electorales- y colaboran en las transformaciones sociales que de ello se derivan.
El Afrika Eye Film Festival 2012 (Ojo africano) es la última propuesta que llega desde el Reino Unido para el mes de noviembre y que durante el fin de semana del 9 al 11 proyectará títulos africanos y de la diáspora en la ciudad británica de Bristol. Con un meridaje otoñal, el festival ha sabido combinar cine africano, música y danza aprovechando los 50 años de la independencia de Jamaica y rindiendo homenaje al poder de la sanación del dolor en África. El festival abre con la película del director senegalés Moussa Touré, La piragua, largometraje que recibiera una excelente crítica en el Festival de Cannes de este año, no sin el contrapunto de un guión que refuerza los estereotipos del inmigrante negro que llega a Europa en busca de una vida mejor. El festival presenta además películas como Vida y Deuda, del director Stephanie Black, que habla sobre el impacto de la globalización en Jamaica o Tras los pasos del Emperador, de Shawn Sobers, que retrata el período desde 1936-1941 en el que el Emperador de Etiopía, Haile Selassie, vivió en la ciudad de Bath.
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