Gira internacional de homenajes a Sarah Maldoror
Hoy hace dos años desde que la pionera artista y cineasta revolucionaria Sarah Maldoror (1929-2020) nos dejase, un 13 de abril de 2020, tras haber contraído ese virus contra el que aún luchamos por todo el mundo. Desde entonces, críticos, programadores, investigadores y activistas, le rinden diversos homenajes, los cuales destacan múltiples facetas de esta prolífica artivista, es decir, artista y activista. Sarah Maldoror es conocida y celebrada por ser la primera mujer negra que realizó una película en el continente africano, en un periodo en el que sólo el hecho de hacer cine desde una perspectiva africana ya era un logro, los años sesenta, y setenta, cuando los distintos países africanos adquirían independencia, tras siglos de esclavitud y colonización por parte de Europa. Y más aún, como mujer, la gran marginada e invisibilizada en la sociedad y, sin embargo, como nos mostraba Sarah, tan protagonista de la lucha por la liberación, revolución y descolonización.
Una imagen transmitida por María en Sambizanga, dirigida por Sarah Maldoror en 1972, y considerada el primer largometraje de ficción dirigido por una mujer negra en África. Ganadora del Tanit de Oro en el prestigioso Festival de cine de Cartago, fundado en 1966 en Túnez, y Mención Especial en el Festival de cine de Berlín en 1973, y, sin embargo, tan poco accesible más allá de en el marco de festivales de cine. Fue este el título que pudo verse en uno de los recientes homenajes a la artista, el pasado 26 de marzo, en la School of Oriental and African Studies (SOAS, Universidad de Londres), en un evento del grupo de investigación Screen Worlds: Decolonising Film and Screen Studies en colaboración con Tate Modern, co-programado por Valentine Umansky (Tate Modern), Carine Harmand (Tate Modern) y Estrella Sendra (SOAS, Screen Worlds), en presencia de una de sus dos hijas, la activista cultural con más de 30 años de experiencia en cooperación cultural internacional, Annouchka de Andrade. La copia ofrecida a la cosmopolita y comprometida comunidad londinense reunida en SOAS para recordar a Sarah Maldoror fue la recientemente restaurada por la Cineteca de Bolonia y la Fundación de Cine de Martin Scorsese a través del Proyecto de Patrimonio de Cine Africano.
Sambizanga es una adaptación de la historia del escritor angoleño José Luandino Vieira, traducida y publicada por Mario Pinto de Andrade, y considerada parte de una Trilogía sobre la Independencia Africana, precedida por Monangambééé (1969) y Armas para Banta (1970). “Sólo me interesan las mujeres que luchan. Estas son las que quiero tener en mis películas, ninguna otra”, solía decir Sarah. Una declaración que resulta evidente en Sambizanga, donde Maria no se rinde en la búsqueda de su querido compañero, Domingo, cuando este es detenido por los colonos portugueses por su supuesta implicación en la lucha por la liberación. Una película repleta de matices, y de imágenes de olas del océano atlántico, acechante, así como de paisajes naturales reconfortantes, recurrentes en las más de 49 películas y proyectos no finalizados de esta artista.
La proyección de Sambizanga en SOAS acompañaba dos eventos en el Cine Starr de Tate Modern, también en presencia y conversación con su hija, Annouchka de Andrade, donde el objetivo era precisamente destacar la faceta artística de la pionera cineasta, con sus películas de museo y retratos a artistas surrealistas y panafricanos. Se hacía con la proyección de dos cortometrajes, retratos desconocidos para el gran público, nada convencionales, Wilfredo Lam (1981), y Louis Aragon, Máscara en París (1981), en un evento titulado Sarah Maldoror Retrata el Movimiento, el viernes 25 de marzo, y concluidos con Sarah Maldoror: Entre Surrealismo y Tigritud, el sábado 26 de marzo, en el que se compartían tres obras jamás vistas en Reino Unido: Léon Gongran Damas (1994), René Depestre (1981), y Aimé Césaire: la máscara de las palabras (1987), seguidas por una conversación entre las programadoras y Annouchka de Andrade.
Obras artísticas audiovisuales que se ponía en conversación con la exposición temporal en Tate Modern Surrealismo más allá de las fronteras, y donde Sarah Maldoror nos trasladaba a momentos intelectuales y artísticos clave, de la mano de poetas e intelectulales, líderes del movimiento filosófico panafricanista, negritud, tales como Léopol Sédar Senghor, Maya Angelou, Carlos Moore y Aimé Césaire. Estos artistas son conocidos en contexto, en diálogos colectivos entre unos y otros, que se entremezclaban para formar un conjunto testimonio y creativo del movimiento artístico por la liberación. Espacios, tales como el Coloquio sobre la Negritud celebrado en febrero de 1987 en Miami, en los que la artista era una activa participante, y el medio audiovisual, una herramienta de conservación y expresión de ideas revolucionarias, dando lugar a poemas visuales. En el cortometraje retrato de Léon Damas, se escuchaba a Senghor definiendo la poesía negra: “Yo defino la poesía negra como una imagen o conjunto de melodías e imágenes rítmicas. Tal vez Damas sea el que encaje de manera más clara esta definición de poeta”. Algo que podría sin duda aplicarse a la práctica cinematográfica de Sarah Maldoror. Fue esta precisamente la faceta de poeta la gran destacada por su hija, Annouchka de Andrade, por su innovador montaje, atención al detalle, integración de lecturas de poesías, espacios de la naturaleza, y cuidada orquestación musical.
El título del tercer de estos eventos, Sarah Maldoror: Entre Surrealismo y Tigritud, se había inspirado en el reciente ciclo de cine celebrado en el Foro de las Imágenes en París, entre el 12 de enero y 27 de febrero, Tigritudes, co-programado por Valérie Osouf y Dyana Gaye, el cual ofrecía una excelente antología subjetiva de 126 películas africanas y de la diáspora, realizadas entre 1956 y 2021. Este hacía un guiño a la célebre respuesta de Wole Soyinka al movimiento filosófico de la negritud: “El tigre no proclama su tigritud, sino que se abalanza.” También en este ciclo estuvieron presente la obra e hija de Sarah Maldoror, con la proyección de su primera película, Monangambééé (1968), el 15 de enero de 2022.
Al mismo tiempo, París acogía también la primera exposición pluridisciplinar dedicada al trabajo de Sarah Maldoror, Sarah Maldoror: Cine Tricontinental, reuniendo, de manera no jerárquica, sino simultánea y a modo de instalación, películas, diversos archivos sobre estas, así como sobre su teatro, poesía y compromiso político y revolucionario, en conversación con la obra de artistas tricontinentales, en el Palacio de Tokio, entre el 26 de noviembre de 2021 y el 13 de marzo de 2022. Este ilustraba la ardua labor de sus más cercanas admiradoras, sus hijas, Annouchka de Andrade y Henda Ducados, quienes han comenzado un largo proyecto de organización y recuperación de películas, archivos, documentos y testimonios, para asegurar que la conservación, valorización y memoria del gran y prolífico legado de Sarah Maldoror, así como la de su compañero y cómplice de vida, Mario de Andrade, quien fuera líder del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA). Este proyecto cuenta ya con la página web Asociación de amigos de Sarah Maldoror y Mario de Andrade, un trabajo aun en proceso, donde se documentan los varios homenajes, tanto escritos, como audiovisuales, a Sarah Maldoror.
Se establece así, un circuito de la necesaria obra de Sarah Maldoror, tras la primera retrospectiva póstuma, durante el 18º Festival internacional de cine Indielisboa, celebrado entre el 21 de agosto y el 6 de septiembre de 2021. Esperamos que las pantallas españolas se unan pronto a esta gira internacional de homenajes a Sarah Maldoror.