Abdoulaye Bilal Traoré, un griot en España
“Los mejores testigos de la historia fueron nómadas. Griots, cuentacuentos o viajeros recorrieron el mundo durante siglos para entender al otro, transmitir historias ajenas y construir puentes. El movimiento es parte del aprendizaje” (Aldekoa 2014, 137). Bilal Traoré forma parte de estos trotamundos que no cesan de dar y recibir conocimientos con la única intención de comprender el mundo que nos rodea y acercarnos los unos a los otros. Aldekoa, con rigor periodístico y pasión por las historias, alza su voz desde África para pintarnos el diverso mosaico que configura el Océano África. Bilal Traoré, con la sensatez de un librepensador y la delicadeza de un fino observador, compone y recompone desde España el collage de la sociedad actual.
Será de Bilal Traoré de quien hablaremos en esta ocasión porque no sólo nos trae un pedacito de África sino que el senegalés que vive en él se entremezcla y se confunde con el español que lleva más de quince años conviviendo y aportando a esta tierra. Traoré, músico, escritor, cuentacuentos, actor,… es, en definitiva, un neo-griot, aquel que “recibe la palabra sin mentira y la trasmite sin distorsiones. En el siglo XXI, el griot tiene que investigar esta misma palabra y adaptarla a su tiempo”. Pretendemos que este artículo sirva para presentaros al escritor y a la persona, por ello, repasaremos su pensamiento a través de sus creaciones y sus proyectos. En primer lugar, el pasado y su comprensión son la base para construir un futuro mejor, nos dice: “La felicidad se busca entre los escombros de las dificultades del camino estando claro que, para reconstruir cualquier deterioro, hace falta tener en mente o a la vista, lo que fue” (Punto de vista: el voto). El presente pasa por la unión entre las comunidades que, para Bilal, se logra dando a conocer las realidades de cada cual y compartiendo: “Informar más, informar bien e informar con respeto” (Invasión).
Defiende la fraternidad de los pueblos y se propone como objetivo “hacer ver de dónde vengo y quién soy para que nos encontremos y veamos los puntos de encuentro”. De hecho, tiene un papel activo en la sociedad gallega con actividades en centros educativos. Trabaja con los niños, la sociedad de mañana, despertando en ellos la curiosidad por otras realidades, construyendo puentes entre los dos continentes y propiciando una educación intercultural: propone atractivos viajes virtuales a Senegal, organiza divertidos talleres de percusión y cuenta desconocidos cuentos africanos acompañándose de su Djembe. Transmite trans-formando, es un passeur de culturas que logra descubrir al público otras culturas subrayando divergencias y convergencias.
Oculto al sol (2010) es el primer poemario en español publicado por Abdoulaye Bilal Traoré. Con él, logra romper otra de las fronteras que impiden la comunicación acercándose a nosotros, sus vecinos españoles, mediante nuestra lengua. Los idiomas representan un medio de adentrarse en las culturas, defiende la idea de “parler et d’écrire dans plusieurs langues, de connaitre et se défendre dans tant d’autres pour un meilleur développement personnel et collectif” (“hablar y escribir en varias lenguas, de conocer y defenderse en muchas otras para lograr un mejor desarrollo personal y colectivo” en Guiss-Guiss). Su obra poética y lingüística es, sin embargo, mucho más amplia. Sin intermediarios, el arte de Traoré se encuentra en acceso libre a todos los lectores porque es un espíritu deseoso de intercambiar, de hablar y de escuchar. En sus cuatro blogs (en francés, en wolof, en español y en gallego) se puede encontrar una cantidad enorme de material, sobre todo, poesía, pero también ensayos, cuentos y reflexiones sobre la actualidad.
Sus poemas son la esencia de historias sin desarrollar, sus cuentos, novelas breves y sus ensayos, el monólogo interior de sus preocupaciones. Su Yo poético vive constantemente entre dos mundos, entre el aquí y el allí, entre la individualidad y la colectividad -“Tú y yo, él y los demás, todos somos” (Extremadura. 2010, 65)- reflejando de forma clara su compromiso social. Por ello, la temática que nos encontraremos es ecléctica: hará referencia a la política mundial, “El pobre quiere emerger, / el emergente corre a por el desarrollo / y el desarrollado se hunde en el diván de la especulación” (Tres orígenes de la geopolítica cerebral)-; a los problemas actuales como la migración, tanto a los peligrosos viajes como a los múltiples accidentes y conflictos para alcanzar tierra europea:
“Il était sept heures du matin
et Samba me susurra: Au revoir.
Un à plus tard qui devint à plus jamais.
(…) La mer ne parle pas ma langue
elle la croque l’avale et la fait trépasser
La mer ne voulut me rendre mon ami (La mer ne parle pas ma langue)
También denuncia las situaciones de clandestinidad y marginalidad una vez aquí: “sobrevivir / trastornado, deambular sin papel asignado / entre dos mundos” (Mendigo); grita a las injusticias y repulsa el racismo con viveza. Es universal y atemporal pero también concreto dando visibilidad, por ejemplo, al drama humano ocasionado por el hundimiento de un pesquero en la costa gallega o a la generosidad humana tras el terremoto de Lorca: “Despertar es el sonar extraño de seguir respirando / cuando renace la consanguinidad de la solidaridad / por el corazón sacudido” (Un despertar de la ciudad de Lorca). Existe, además, un amplio abanico de poemas más íntimos donde las sensaciones y la belleza e influencia de la naturaleza son el centro del mensaje. “Da pedra mesma do río/ tenra vida xerminando / É o carballo de eiquí / caparazón duro da canteira, / auga derretindo. / Din que isto non é fervenza de vida?” (De corazón).
La realidad intercultural que lo rodea y su afán tanto por comprender el mundo como por lograr sociedades más unidas y diversas han logrado que este griot cree, por escrito -aunque la oralidad y la gestualidad se dejan adivinar-, una nueva serie de cuentos en español. Los Cuentos de Cuenta Sin Contar se encuentran en proceso de valoración editorial y constituyen una joya de interferencias culturales, lingüísticas y estilísticas. La obra destaca por su eclecticismo: las historias divertidas, de juegos, de cotilleos, reflexivas, de amor, de confianza y autosuperación se entremezclan con cuentos violentos, de traición, ambición y crueldad, lo mismo que personajes pícaros y osados comparten experiencias con otros comprometidos o curiosos. De nuevo, la fraternidad y la transmisión enérgica de una gran sabiduría, representada en parte en los proverbios que invitan a la reflexión, son el hilo conductor de estos cuentos: “Escuchar a los demás porque simplemente cuando enferma la Palabra, el Oído tiene que estar bien de salud”.
“Cuenta Sin Contar” porque los segundos sentidos y la simbología se esconden tras cada palabra, tras cada nombre o cada lugar: a las realidades cotidianas se une, de repente, la magia; los animales actúan como humanos mientras las personas se deshumanizan,… Cada uno de los cuentos, repletos de intrahistorias, describe lecciones, a veces violentas, que resultan, en principio, chocantes para el público español y que no son más que el reflejo de otras moralejas. Así, los cuentos consiguen que nos cuestionemos sobre nuestros propios valores y principios, dejando, además, patente la necesidad de dedicar nuestro tiempo a los demás. Las bases del wolof, del francés y del gallego se vislumbran en un texto en español repleto de giros lingüísticos inesperados. La voluntariedad de estos fenómenos en el texto reflejan una visión del mundo particular que sirve para readaptar la oralidad al contexto de recepción. En definitiva, el constante va-et-vient que realiza Traoré entre los diferentes patrimonios culturales que lo forman nos presenta historias universales en las que la colectividad es la esencia de la humanidad “porque están los caminos donde sólo se puede andar en plurales” (El Yin. 2010, 26).
Pero la obra de Traoré no es solo para leer, ver, sentir y descubrir mundos y formas nuevas de comunicación, es también, y sobre todo, una obra para escuchar porque “la vida sin música sería incontestablemente un muy grave error, inaguantable para el vivo”, nos dice Cuenta Sin Contar. La música es sin duda otro medio de expresión, es parte de la vida y de la cultura de la que Traoré proviene. La música constituye en sí otro lenguaje con el que comunicar, la lengua de la percusión usa sus ritmos para transmitir el movimiento hacia los demás “(…) Ya siento el movimiento / que conduce a la interconexión de todo en uno. / Dentro de mi éxtasis bailarín, / siento el calor que me lleva al otro / que acaba siendo necesidad complementaria” (Expresión corporal. 2010, 28)
En definitiva, la interculturalidad latente en Bilal Traoré no es solo un proceso individual sino que nos afecta a todos en cuanto sociedad. Los contextos, dicen, modifican a los artistas pero estos también, mediante sus creaciones, transforman y aportan nuevas imágenes de las sociedades que nos obligan a salir de nuestras identidades cerradas y a repensarnos en la pluralidad. Su obra nos abre las puertas a la hibridez afroespañola porque Traoré tiene como objetivo aprender mucho sin olvidar sus raíces. Para ello, crea un espacio de diálogo enriquecedor en el que las comunidades se reconstruyen para afrontar la realidad diversa y múltiple en la que nos ha tocado vivir.
Aldekoa, Xavier. (2014) Océano África. Madrid: Península.
Traoré, A. B. (2010) Oculto al Sol. Bubok Publishing.