Las mil nigerias de Chimamanda
En los últimos años hemos visto cómo la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie se ha convertido en un referente no sólo de la literatura del África subsahariana, sino también de la literatura universal. La flexibilidad de sus obras, la cantidad de personajes que descubrimos y los escenarios por los que podemos movernos explican el fenómeno Adichie. Como todos tiene su propio leitmotiv: Las nigerianas y nigerianos que emigran a Estados Unidos, la Nigeria de la miseria, pero también del lujo y de las clases medias, y sobre todo, el papel clave de las mujeres, protagonistas esenciales en su obra.
Pero Chimamanda no se centra sólo en una Nigeria, en un Estados Unidos o en un tipo de mujer. La clave de esta afamada escritora reside en su enorme habilidad de acercarnos a la diversidad no ya de un continente, sino de un país y para descubrir, atónitos, que no hay una Nigeria, sino mil Nigerias.
Y es aquí, precisamente, donde nos encontramos con The thing around your neck o Algo alrededor de tu cuello. Este libro, que fue publicado por primera vez en el año 2009, está compuesto por un total de doce relatos a través de los cuales Ngozi Adichie nos abre los ojos y nos acerca a las realidades de su país.
Desde la dinámica y cosmopolita Lagos, pasando por la ciudad de Ibadán, hasta llegar a la abandonada Kano, en el norte del país, y sin olvidarnos del mundo rural, Algo alrededor de tu cuello nos muestra Nigeria de sur a norte y, a través de las letras impresas, nos permite viajar en el tiempo. La guerra de Biafra (sobre la que escribe en Medio sol amarillo) la dictadura del general Abacha, la vuelta a la democracia de Olusegun Obasanjo o los inicios del colonialismo son el fondo sobre el que se desarrolla la acción y donde podemos ubicar a nuestros personajes en el tiempo.
Pero la propia experiencia de la escritora, que se trasladó a Filadelfia con 19 años, junto con la emigración nigeriana, hace muy recurrente el uso de Estados Unidos que aparece como país de las oportunidades o reino de las pesadillas según quién nos lo describa. Y es que mientras Dave “Bell”, el marido de Chinaza Agatha en Los concertadores de Bodas, se intenta adaptar a la vida estadounidense con el fin de no “quedarse fuera”, el peligro del desarraigo, del olvido de lo vivido, flota en la cabeza de Chinaza.
Pero si algo caracteriza a Adichie, es el papel que las mujeres desarrollan en sus historias y la diversidad de las mismas. A lo largo de los doce relatos podemos ver todo tipo de mujeres que tratan de hacerse camino en un mundo que les otorga un segundo plano. Algunas rompen lo establecido y otras no. Algunas se levantan, son valientes y decididas, son independientes. Pero también hay mujeres desconfiadas, indecisas o pacientes. La mayor virtud de estas mujeres es la forma en que nos hacen entrar, de primera mano, en su mundo. De dudar durante unos segundos cuál es la mejor opción: huir o quedarse, hablar o callar, plantar cara, gritar, olvidarnos de nuestras raíces, amar o fingir.
Cuando nos queremos dar cuenta nuestra piel se ha fundido con el ébano de las protagonistas y durante un rato hemos sido una joven perpleja que describe la odisea de su hermano en La celda uno; hemos sido una esposa De imitación devota y celosa; hemos vivido el miedo al enfrentamiento religioso en Una experiencia privada y hemos descubierto que la mujer musulmana de enfrente que reza por nosotras no es tan diferente. Hemos resistido, entre Fantasmas, en la guerra de Biafra. Siendo Kamara nos hemos enamorado de una mujer blanca El lunes de la semana anterior y viajamos a Jumping Monkey Hill para relatar nuestra historia como escritoras de renombre. Sentiste Algo alrededor de tu cuello cuando te mudaste a Estados Unidos y no te quedaba nada en Nigeria. Visitaste la Embajada Estadounidense para pedir asilo político durante la dictadura del general Abacha y notaste El temblor junto a Chinedu, tu amigo homosexual al que amenazaban con deportar a Nigeria. Nos convertimos en Chinaza en Los concertadores de bodas y descubrimos que Mañana está demasiado lejos mientras relatamos la muerte de nuestro hermano. Nos transformamos en La historiadora obstinada para contar los horrores a los que nuestro pueblo se vio sometido durante el colonialismo. Hemos sido mujeres y hombres, niñas y ancianas. Lo hemos vivido todo.
Este es el gran triunfo de Chimamanda Ngozi Adichie. Presentarnos a sus personajes, acercarnos a sus vidas, ponernos en su lugar y comprenderlas. Ser ellas. Conocer (y vivir) los mil mundos que componen Nigeria a través de las palabras escritas en Algo alrededor de tu cuello.
Me ha encantado tu post. No has podido describir de mejor manera la cosmovisión de Chimamanda y sus abanico de mujeres plasmadas en su narrativa.