Chiké Frankie Edozien: “Estamos aquí, siempre hemos estado aquí y no nos vamos a ir”
Chiké Frankie Edozien rezaba de joven por una novia. Iba a confesarse. Era la década de los 90 y chicos teniendo sexo con otros chicos era algo impensable. El sacerdote le animaba a reprimir lo que sentía. Pero nunca lo consiguió. Dejó su Nigeria natal y pasó por Londres. Finalmente se asentó en Nueva York donde reside en la actualidad. Después de años de lucha era el momento de vivir una vida honesta, gay y libre.
Lives of Great Men (Team Angelica) es el relato personal de Edozien. Un crónica que no sólo pone el foco en su vida privada sino que da voz a sus amigos, conocidos y transeúntes para desmantelar la idea de muchos de que no existe una comunidad LGTBIQ en África.
¿Es la homosexualidad algo importado de Occidente?, pregunto en nuestro encuentro en el festival literario Africa Writes donde Edozien presentó sus memorias. “La palabra homosexual se centra en el sexo. En África lo vemos desde el sentido más espiritual por lo que quizás la homosexualidad es una importación occidental en cuanto a la palabra pero definitivamente no en relación a la gente del continente que es gay, lesbiana, bisexual, transgénero… Incluso estas palabras son extranjeras para nosotros pero no su significado y su esencia”, responde.
Esta memoria gay, que recientemente ha recibido el premio literario Lambda 2018, es un recorrido por distintas partes del continente africano. Lagos y Accra cuentan con mayor presencia en un texto que nos lleva a Brooklyn, París, Hout Bay (Sudáfrica) e incluso a las inmediaciones de Edimburgo. Las historias que Edozien comparte son inocentes, cómicas y sexis. Pero también desvelan los miedos, las frustraciones y el dolor de la comunidad gay.
Lives of Great Men, que se publicará en Nigeria y Sudáfrica en las próximas semanas, es un canto contra el ostracismo. Es un homenaje a los que luchan por una forma de ser y no una simple preferencia. “Si esto fuera una opción, para qué arriesgar que las leyes nos metan en la cárcel. Nos están forzando a elegir una vida que no es nuestra. [Ser gay] Es una identidad. Es quien soy”, argumenta el escritor.
El libro intenta cambiar la narrativa impuesta en el continente y da voz a aquellos que no pueden, por presión social, vivir su propia identidad.
Edozien se liberó de las ataduras culturales y sociales cuando dejó Nigeria. Tuvo el apoyo de su familia aunque le costó ganarse la aceptación de su padre. Pero esto no es una posibilidad para mucha gente y el libro cuenta con innumerables casos de hombres gais que tras sus escarceos amorosos vuelven a sus vidas. A sus esposas.
Muchos gais en el continente se escudan en el matrimonio. Es una forma segura de esquivar la homofobia y hacer lo que se espera de ellos: casarse y tener descendencia. “En mi sociedad, el matrimonio no siempre es por amor. A veces es por conseguir una propiedad, por obtener un ascenso, por presión familiar. A veces es por supervivencia. Y tan terrible como lo es para los hombres, es aún peor para las mujeres africanas”, explicó Edozien en Africa Writes.
La visibilidad y el rechazo a la homosexualidad como una cuestión meramente sexual son clave, según reconoce Edozien, para combatir la superficialidad de un tema enquistado en diversos países africanos.
Su texto es la primera memoria gay en Nigeria y abre la puerta a otros trabajos como la antología de mujeres queer She Called Me Woman publicadada recientemente por Cassava Republic. “Cuanto más se publique mejor. Es el camino para el cambio y creo que se expandirá a la industria cinematográfica. Nadie puede decir que no conoce a nadie que sea gay”, dice.
El trabajo de las industrias creativas del continente es la vía para la normalización de la comunidad LGTBIQ. Edozien se confesaba al sacerdote porque en los 90 los jóvenes crecían, se casaban y tenían hijos. Sólo sabía que su mejor amigo y él eran “diferentes”. “Espero que los jóvenes abiertamente gais no tengan la carga que mi generación tuvo cuando no había ningún tipo de representación de la diversidad sexual”, explica el escritor que asegura recibir muchos mensajes pidiendo consejos. “Les aseguro que no hay nada malo en sentir lo que sienten y que quieran tener un novio en vez de una novia. Elige sensatamente, les digo”.
Lives of Great Men surge como una respuesta a las legislaciones homofóbicas de distintos países del continente. En 2014 el gobierno de Goodluck Jonathan aprobó una legislación contra el matrimonio homosexual en Nigeria. Las medidas represivas seguían la estela de Uganda y Ghana donde estas leyes llegaron arropadas por la embestida del cristianismo evangélico que azota el África subsahariana.
“No vamos a ganar esta guerra luchando con las mismas armas. Hay que combatir para ganar corazones y mentes a través de la cultura pop, de la literatura, del cine… para que la gente piense por sí misma”. Una fórmula que también ayudará a padres y familiares: “Pueden leer estas historias personales e íntimas y entender que sus hijos son diferentes y no demonizarlos”
En muchos países es muy fácil culpar a la comunidad LGTBIQ de los problemas económicos y sociales, reconoce Edozien que advierte cómo el discurso político se endurece principalmente en las campañas electorales. Sin embargo, el escritor se muestra optimista y mientras conversamos recuerda la celebración del primer Orgullo en Suazilandia.
“El coraje que se ha mostrado en Suazilandia no se ha visto en el colectivo LGTBIQ en mucho tiempo y es algo que me entusiasma a pesar de lo pequeño que es el movimiento. Es una manera de decir que estamos aquí, somos diferentes, siempre hemos estado aquí y no nos vamos a ir”, sentencia.
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