Gilbert Shang Ndi: Vivencias de un camerunés en América Latina
Mientras los recuerdos corren sin parar en los resquicios de su memoria, Gilbert Shang Ndi se reencuentra con él mismo en sus días de adolescencia. Se observa silenciosamente en la biblioteca de su padre. El mozuelo, curioso a más no poder, privilegiado para la química y las matemáticas pero perdidamente enamorado de las letras, se deleita con las novelas históricas de Chinua Achebe, Wole Soyinka y Ngugi Wa Thiong’o.
Entonces vuelve a sentir el cosquilleo en las yemas de los dedos a medida que cambia de página, el hormigueo en el cuerpo mientras convierte en su mente las palabras en imágenes, la adrenalina de los latidos del corazón por experimentar las emociones de los personajes.
“En el sistema anglófono de Camerún, debes escoger tu especialidad en el tercer año de secundaria. Como era el primero de la clase se pensaba que elegiría las ciencias. De hecho, me inscribieron en la lista de los estudiantes que se inclinaban por la química”, recuerda entre risas. ” Pero me rebelé. Hablé con el director del colegio y le dije sin titubear que mi pasión era la literatura”.
El reencuentro con su pasado no nace por obra y gracia del azar. Las experiencias vividas en Buenaventura, Tumaco y Quibdó, pertenecientes al Pacífico colombiano –región donde reside un alto porcentaje de población afrodescendiente- como tutor del Laboratorio de Literatura Africana MANENO YA KUWEZECHA “Palabras que Empoderan”, sirven de pretexto para que Shang Ndi, doctor en Literatura Comparada de la Universidad de Bayreuth (Alemania), miembro de las Academia de Ciencias de Baviera y becario Feodor Lynen de la Fundación Humboldt en la Universidad de los Andes (Colombia), le agradezca a ese adolescente por su valentía y determinación.
“Ha sido una de las experiencias más apasionantes de mi vida. Fue un intercambio cultural y social muy enriquecedor. Por un lado tuve la oportunidad de compartir el legado de los grandes autores africanos y por el otro pude conocer un poco de sus tradiciones y formas de vida”, expresa.
Con un español tímido pero fluido, manifiesta sin titubeos que conocer las poblaciones afrodescendientes del Pacífico colombiano representa un episodio crucial en las memorias de su periplo latinoamericano.
Antes de permitirse cualquier adulación del ego, le dedica todos los elogios y buenas críticas a la exministra de Cultura colombiana Paula Moreno, presidente de la Corporación Manos Visibles, su cómplice incondicional para que el laboratorio dejara de ser un simple anhelo.
Desde su creación en 2010, el objetivo de Manos Visibles es fortalecer los liderazgos individuales, comunitarios e institucionales que trabajan en pro del crecimiento y avance de la región.
¿Cómo surge la idea de realizar un laboratorio de literatura africana en el Pacífico colombiano?
Conocer a la exministra de cultura colombiana Paula Moreno, un orgullo para las mujeres afrodescendientes de Colombia, fue un regalo del destino para que este sueño se hiciera realidad.
Si bien en Perú había emprendido la idea de un laboratorio de literatura africana, conocer a Paula me permitió darle forma a esta idea en una región que ha preservado a lo largo del tiempo muchas tradiciones ancestrales de mi continente.
Mi objetivo era proponer un espacio de reencuentro donde los asistentes conocieron la memoria histórica de África a través de grandes autores y yo pudiese conocer la memoria histórica, política, social y cultural de sus territorios en sus textos.
Mi experiencia en Buenaventura, Tumaco y Quibdó, lugares llenos de solidaridad y calor humano, me permitió reafirmar que lo africano y lo afrodescendiente son hijos de una misma raíz y deben crearse espacios académicos y culturales que contribuyan a fortalecer nuestros lazos.
¿Qué autores africanos hicieron parte de este laboratorio?
Chinua Achebe, Chimamanda Ngozie, Ngugi Wa Thiong’o, Taiye Selasi, Trevor Noah, Wole Soyinka. Fue una valiosa oportunidad para leer a los grandes autores de la literatura africana y descubrir a la nueva generación de escritores que están construyendo una nueva manera de comprender y leer nuestras realidades socio-culturales dentro y fuera del continente.
¿Qué similitudes encontró entre los contextos socio-culturales africanos y del Pacífico colombiano?
Sin lugar a dudas el abandono político, la corrupción, la migración forzada, la expropiación de tierras y la resiliencia para salir adelante en los momentos difíciles. Esto influenció muchísimo la selección de los autores a leer en el laboratorio. El Pacífico colombiano es una región que ha sufrido durante décadas el olvido del Estado y al mismo tiempo ha vivido en carne propia los efectos devastadores de la irresponsabilidad de sus gobernantes.
Era muy interesante descubrir que las temáticas abordadas por Chinua Achebe y Ngugi Wa Thiong’o en sus novelas, guardaban cierta similitud con momentos históricos que han vivido estas poblaciones.
Aparte de Colombia, conoció Perú y Bolivia. En materia de las poblaciones afrodescendientes en América Latina ¿Qué hallazgos encontró en estos países?
En la provincia peruana de Chincha, la representación visual de lo africano es bastante peculiar. El concepto visual de los restaurantes de comida afroperuana, propiedad de peruanos mestizos, era agresivo y grotesco en comparación a los restaurantes cuyos propietarios eran afroperuanos. Pese al reconocimiento de la población afrodescendiente en distintos ámbitos, no se les reconoce como parte de la sociedad.
En la región de Los Yungas (Bolivia), uno de los lugares donde los esclavos se asentaron, lo que más me impresionó de la población negra es que conservan intacta su lengua, mezcla de español y dialectos africanos.
El libro State/ Society: Narrating Transformations in Selected African Novels nace como resultado de su tesis doctoral. ¿Cuál es el eje central de la investigación?
Estudié las obras de cuatro autores africanos con perspectivas literarias diferentes: Sony Labou Tansi (Congo), Ahmadou Kourouma (Costa de Marfil), Ayi Kwei Armah (Ghana) y Ngugi Wa Thiong’o (Kenia), frente al papel de la literatura como narradora de la relación entre el Estado y la sociedad en diferentes momentos históricos del continente (esclavitud, colonialismo y post-colonialismo) y como esa relación incidió en el individuo.
A veces nos centramos únicamente en la visión macro de los conflictos socio-políticos y socio-económicos que nos afectan, pero olvidamos que somos seres humanos y que estos conflictos transforman nuestra manera de pensar, actuar y sentir.
¿Se encuentra trabajando actualmente en una nueva investigación?
Sí. Me encuentro investigando sobre los puertos que tuvieron gran importancia durante la esclavitud tanto en África como en América Latina.
El objetivo es analizar el impacto de la vida portuaria en las prácticas de la cultura popular de la época.
Pronunciada la última palabra, Shang Ndi se despide. Las letras lo esperan afanosamente para darle los toques finales a un libro de crónicas de viajes que está próximo a publicar.
Quizás antes de que termine el día, mientras los recuerdos corren desbocados por los resquicios de la memoria, encuentre el pretexto perfecto para reencontrarse otra vez con él mismo en sus días de adolescencia.
Trackbacks y pingbacks
[…] entrada Gilbert Shang Ndi: Vivencias de un camerunés en América Latina se publicó primero en […]
Los comentarios están desactivados.