La poesía africana inmersa en el siglo XXI
Badilisha X-Change es una espectacular Torre de Babel que alberga poesías en catorce idiomas, la mayor parte de ellos, lenguas nacionales africanas. Pero también es una extraña Biblioteca de Alejandría donde se guardan las obras de más de cuatrocientos poetas. Y al mismo tiempo es algo así como un Ágora, en la que los conocimientos están accesibles. Pero, sobre todo, Badilisha es un islote de literatura africana en la que el arte no sólo se mantiene y se preserva sino que además se alimenta y tiene las condiciones más adecuadas para crecer. En su descripción más prosaica, Badilisha X-Change es una plataforma on line en la que se guardan y se exponen las obras de poetas africanos repartidos por todo el mundo.
En ocasiones resulta complicado encontrar el equilibrio entre la tradición y los tiempos modernos y entre preservar una manifestación artística y exponerla para genere más cultura. Badilisha X-Change resulta una buena muestra de este equilibrio. La poesía es probablemente el género literario peor tratado por la industria editorial y, al mismo tiempo, quizá sea la manifestación más firmemente ligada a la tradición africana, ya que muchas de esas obras históricas transmitidas oralmente tenían, originalmente, forma y fondo de poesía. Esta plataforma afincada en Sudáfrica ha conseguido catapultar a la poesía africana al siglo XXI, directamente, si es que no lo estaba ya. La iniciativa alberga las poesías en formato de audio y no sólo es accesible desde cualquier lugar del mundo a través de internet, sino que además está adaptado a los teléfonos móviles. En resumen, Badilisha X-Change es el canal para que los africanos tengan poesía africana en sus teléfonos móviles.
Auspiciado por la organización sudafricana Africa Center, todo un referente en cultura innovadora y transformadora en el continente, la iniciativa del archivo poético sonoro ha tenido una corta vida llena de evoluciones, de adaptaciones y de redefiniciones, llena de dinamismo y de vitalidad, en realidad. Badilisha nació en 2008 como un festival poético anual, pero de los propios eventos, de las reuniones y de los trabajos realizados durante la cita se hizo necesario da un paso. En 2012 se produjo la primera gran reconversión, cuando pasó a convertirse en un archivo sonoro como respuesta a la falta de interés de la industria editorial que limitaba las posibilidades de los africanos, incluidos los propios autores, de acceder a las obras de otros africanos, pero también las opciones de los artistas de trascender los límites de sus países y del continente. Recientemente, la plataforma ha sido relanzada, más adaptada a dispositivos nuevos, reorganizada y más atractiva, todo para conseguir el objetivo de alcanzar una audiencia global.
Más allá de estar respaldada por el Africa Center y de recibir una parte de financiación de patrocinadores privados y del propio gobierno sudafricano, detrás del proyecto hay tres artistas, concretamente tres mujeres escritoras, Linda Kaoma, Wanjiru Koinange y Malika Ndlovu, que han sido las ideólogas de la iniciativa y sus principales ejecutoras.
Poco a poco el fondo literario sonoro de Badilisha X-Change ha ido aumentando y se ha ido expendiendo, llegando a alcanzar los actuales 408 artistas, afincados en 30 países y que han compartido sus poesías en catorce lenguas, entre las que, además del inglés, el francés, el alemán y el portugués, hay diez lenguas nacionales africanas. Los autores proceden de una veintena de países del continente africano y de una decena de países de la diáspora, repartidos por Europa, Norte América, el Caribe, pero también Asia. El orden alfabético, el país o el idioma son algunos de los criterios de clasificación fundamentales, pero las impulsoras de la iniciativa han introducido otras dos, quizá menos ortodoxas, pero igualmente fundamentales, la temática de las obras y también el tipo de emoción que despierta.
Cada una de las páginas, ofrece a los visitantes, unos tres mil al mes, según la web del diario británico The Guardian, una biografía del autor, algunos de ellos muy conocido; el audio del poema, declamado en la mayor parte de los casos por el propio poeta; pero también el texto; y, muchas ocasiones, una traducción desde las lenguas nacionales africanas al inglés.
El carácter ubicuo de la plataforma a través de Internet, a pesar de que la organización está físicamente ubicada en Ciudad del Cabo, se refuerza con la presencia de Badilisha X-Change en las redes sociales. La actividad tanto en Facebook como en Twitter no es sólo un mecanismo de difusión sino que ofrece posibilidades nuevas al proyecto. La más evidente es la de compartir fotos de poesía visual, con la etiqueta #PoetryInPictures.
Badilisha X-Change supone una solución innovadora a los problemas de edición del continente africano. Pero también una herramienta de internacionalización de su poesía o la posibilidad que los propios africanos beban de los versos de sus autores más cercanos y, además, abre la puerta a que los autores se conozcan, se influencien mutuamente y crezcan.
Nota: Este artículo fue publicado originalmente en Planeta Futuro.