Letras africanas que no fallan cuando el verano es extraño
Llega nuestra última pieza de la temporada en la sección de Letras del magacín Wiriko y cuando miramos hacia adelante nos encontramos con la dudosa promesa de un verano extraño, lleno de la incertidumbre que provoca la sombra constante de las restricciones de movimiento. Así que vamos a buscar un respiro y como es habitual en estas últimas líneas del curso (que hace meses que dejó de serlo) vamos a recordar algunas de las publicaciones más recientes de autores y autoras africanos que tenemos más a nuestro alcance y las vamos a convertir en una especie de lista de recomendaciones.
Nos asomamos a las últimas novedades pero no olvidamos publicaciones más antiguas que son igualmente recomendables y que podréis encontrar echándole un vistazo retrospectivo a la sección. En todo caso comenzamos esa particular lista de libros recientes que pueden haceros más ameno el verano:
Nuez de coco, de Kopano Matlwa.
La publicación en español de Florescencia, la primera novela de la joven sudafricana Kopano Matlwa, fue una gratisima sorpresa, tanto que la llegada de la traducción de su segunda obra, Coconut (Nuez de Coco, en su versión española) ha sido recibida con enorme interés. La editorial Alpha Decay ha mantenido la apuesta por esta escritora que ha despuntando en los últimos años a pesar de su juventud y del carácter incómodo y espinoso de los temas que trata. En este caso, Nuez de coco, llega a través de la traducción de Aurora Echeverría. El propio título de la novela da una idea de la trama que se desarrolla. Coconut es uno de los nombres que reciben algunos sectores de las élites negras en Sudáfrica: Marrones por fuera, blancos por dentro, en referencia a las comodidades de las que disfrutan y a los privilegios que les acompañan como residuos sociales del sistema de discriminación que fue abolido, solo formalmente.
Matlwa construye una incómoda historia que contrapone la trayectoria de las dos protagonistas. Ambas jóvenes negras, pero con contextos y perspectivas muy diferentes. La joven escritora contesta a través de su relato el mito de la caída del apartheid y muestra algunas de las fórmulas del sistema de privilegios que se ha mantenido. Sin embargo, Matlwa dista mucho de ser dógmatica y representa una realidad llena de matices. Su estilo fresco e irreverente es uno de los principales atractivos de una novela que se adentra en un terreno pantanoso para construir una imagen de la realidad diversa.
La salud del muerto, de Luis Fernando.
La colección de narrativa que promueve Casa África junto a la editorial Baile del Sol nos trae, en su última entrega, la primera de las novelas del periodista angoleño Luis Fernando, a través de una traducción de Ana María García Iglesias. En La salud del muerto, el autor construye una narración en el que el mundo invisible cobra un especial protagonismo. La espiritualidad, la magia y los rituales se materializan completamente para dar forma a una historia que es tan vieja como el mismo mundo: envidias, traiciones, disputas y luchas de poder.
Fernando reproduce un mundo onírico en el que un hombre, João Kiomba acorralado por su incansable enemigo se entrega a un suicidio ritual. Kiomba resucitará gracias a las fuerza sobrenaturales y desde su nueva existencia podrá restituir la justicia haciendo que su enemigo rinda cuentas. La novela, además del particular clima que Fernando genera, está llena de enseñanzas morales y se acerca en su estructura narrativa a las fórmulas más tradicionales de contar historias.
L’expedició al baobab, de Wilma Stockenström.
Llega en catalán, a través de la traducción de Dolors Udina, la obra más conocida de la escritora sudafricana Wilma Stockenström. La editorial Quaderns Crema publica L’expedició al baobab, que entre sus atractivos tiene haber llamado poderosamente la atención del también escritor sudafricano J.M. Coetzee. Stockenström publicó L’expedició al baobab originalmente en afrikaans y dos años después de su primera aparición (de eso hace casi cuatro décadas) el propio Coetzee la tradujo al inglés.
Stockenström compone en esta novela, la tercera de la autora que antes se había centrado en el teatro y la poesía, la historia de una esclava que encuentra refugio en su huida en el hueco de un baobab. Con un estilo sencillo, la escritora conduce la narración de la protagonista, toda su vida y los sucesos traumáticos que le han ido ocurriendo pasan ante sus ojos en la tranquilidad del abrigo del árbol de la vida. La carga simbólica de ese baobab acogedor es evidente y, en este caso, sirve para la protagonista exponga un recorrido vital tumultuoso. Hace poco tiempo, La expedición al baobab también fue publicada en castellano por la editorial Siruela.
Aigua dolça, de Akwaeke Emezi.
El de Akwaeke Emezi es un estremecedor intento de tejer espacios aparentemente separados. Espacios narrativos y vitales, la tradición igbo y la realidad estadounidense; el mundo de la espiritualidad y el de la salud mental; las identidades y la búsqueda de respuestas. La editorial Periscopi nos acerca en Aigua Dolça, la traducción al catalán de Albert Torrescasana, de la aplaudida novela de la escritora de origen nigeriano Akwaeke Emezi.
La protagonista es una niña nigeriana que migra a los Estados Unidos. En su viaje se lleva consigo uno de los rasgos más particulares de su personalidad. Desde su nacimiento, Ada está poseída por múltiples espíritus que le hacen comportarse de maneras diferentes y, a menudo, imprevisibles. En principio, la joven está habituada a esas voces interiores, sin embargo, el nuevo entorno en el que desarrolla su vida, precisamente en una época de crecimiento y de búsqueda personal, parece que desencadena algunos fantasmas y provoca desencuentros entre esas existencias. Las crónicas aseguran que en su relato, Emezi vierte en parte su propia experiencia personal y que refleja algunas de sus cuitas en la búsqueda de su identidad que tiene que ver con un origen diverso, igbo y tamil, con la experiencia migratoria y con la vivencia de su sexualidad desde una perspectiva no binaria.
Niña, Mujer, Otras, de Bernardine Evaristo.
Se ha convertido en un referente de la diáspora nigeriana en Gran Bretaña y de ahí a una pieza clave de las diásporas africanas, en general. Sobre todo, después de que esta novela Niña, Mujer, Otras haya sido una inusual coganadora del Premio Booker; inusual porque lo ha compartido con Los testamentos de Margaret Atwood; e inusual, también, porque su autora Bernardine Evaristo ha sido la primera escritora negra en obtener este galardón. Evaristo que no es, para nada una recién llegada, ha acabo de romper cualquier límite de reconocimiento y ha desplegado las principales preocupaciones de esas comunidades diaspóricas en esta novela que publica en castellano la editorial Alianza de Novelas, a través de la traducción de Julia Osuna Aguilar.
En Niña, Mujer, Otras, hay mucho de experiencia y de reflexión sobre la raza o el hecho migratorio, hay mucho de identidad y de búsqueda del lugar social, de privilegios y de discriminaciones, pero hay poco de reduccionismos, de lugares comunes y de esquemas estereotipados. Hay muchos personajes, formalmente las historias de doce mujeres de distintas condiciones que recorren la vida del último siglo en el Reino Unido, pero junto a ellas hay muchos otros caracteres que les acompañan y que ayudan a configurar un inmenso puzle en el que Evaristo ha puesto sobre la mesa una diversidad vital imprescindible y observada a pie de calle. Una de las cuestiones que salta a la vista es su particular interpretación de los signos de puntuación, pero esa es solo la anécdota formal, igual que esa la escritora se salta una buena parte de convenciones y eso le permite construir un estilo muy particular, lleno de lirismo y con un dinamismo que te va conduciendo suavemente y sin excesivos artificios.
Desgracia, de J.M. Coetzee.
Literatura Random House acaba de reeditar Desgracia, una de las obras más populares del escritor sudafricano J.M. Coetzee, que se publicó por primera vez en castellano, traducida por Miguel Martínez Lage, hace ahora dos décadas, justo después de que fuese galardonada con el Premio Booker. Desgracia es una sacudida narrativa constante, en la que Coetzee construye un ambiente en algunas ocasiones sórdido y en otras simplemente árido, gracias a unos personajes que caminan entre la enorme humanidad de las contradicciones. El autor convierte a su protagonista en una especie de experto en tomar las peores decisiones, pero al mismo tiempo aparece dotado de una arrogancia irracional. En el dibujo del contexto que hace Coetzee aparecen los rasgos fundamentales de la sociedad sudafricana de la época, también perlada de contradicciones e incongruencias, como sus personajes incapaces de afrontar y gestionar la mayor parte de sus sentimientos.
La reedición de Desgracia parece un prólogo del próximo lanzamiento del escritor sudafricano anunciado por la misma editorial: Retratos de infancia. El volumen, que aparecerá en septiembre se presenta como una colección inédita de fotografías realizadas por el propio Premio Nobel durante los años 50 y que retratan la vida cotidiana del escritor. La publicación aparece envuelta por una historia que ayuda a aumentar la expectativa. Al parecer, las imágenes habrían sido encontradas por los nuevos propietarios de la antigua vivienda de J.M. Coetzee, que se encontraron con una caja llena de fotos inéditas e incluso negativos sin revelar fruto de la afición de juventud del escritor por la fotografía. La editorial anuncia que la colección de imágenes se editará con comentarios del escritor y con fragmentos de su autobiografía novelada.
También los blancos saben bailar, de Kalaf Epalanga.
Kalaf Epalanga es, inicialmente, un músico angoleño que ha estado en vanguardia de los ritmos urbanos durante mucho tiempo. De esa trayectoria ta particular, nace también un trabajo igualmente especial. El También los blancos saben bailar, traducido por Juan Cárdenas que ha publicado la editorial Temas de Hoy es una biografía del kuduro en palabras del mismo autor. O al menos así es como define su voluntad cuando explica el origen de este trabajo. Epalanga ha explicado repetidamente durante la promoción del libro que fue el también escritor Jose Eduardo Agualusa quien después de una conferencia sobre el kuduro en Rio de Janeiro. Epalanga asegura que Agualusa le dijo que tenía que escribir la biografía de ese ritmo que desde Angola robó los corazones de los portugueses, primero, y de muchos otros europeos un poco después.
También los blancos saben bailar es el resultado de ese reto, pero Epalanga ha sido incapaz a todas luces de hacer una historia del kuduro al estilo convencional y lo que le ha salido ha sido una biografía novelada de esa música, un recorrido por la vida del ritmo que pasa por personajes e historias que transmiten lo que ese baile significa y que van desvelando cómo nació y se coló en los cuerpos de tantos y tantas adeptas. Esta “novela musical” como la califica la promoción es además un canto a la diversidad y al reconocimiento cultural, una apuesta por la interculturalidad y una muestra de cómo la cultura y la música acercan y hacen que el entendimiento sea mucho más fácil.
Nace un tejedor de sueños, de Ngũgĩ wa Thiong’o.
Ya hace unos meses de la publicación de Nace un tejedor de sueños, pero en nuestras recomendaciones para el verano no nos podíamos dejar fuera a Ngũgĩ wa Thiong’o así que aprovechamos el último de sus trabajos editado por Rayo Verde (y por Raig Verd) para traerlo a esta lista de imperdibles cómplices para las tardes estivales o las noches calurosas. Nace un tejedor de sueños es el tercer y, a priori, último volumen de la autobiografía del escritor keniano. La traducción al castellano de Rita da Costa y al catalán de Josefina Caball, nos trae el surgimiento paralelo de Ngũgĩ wa Thiong’o como escritor comprometido y el de Kenia como una nación más allá del colonialismo británico.
Además, Raig Verd ha anunciado que en sus novedades del próximo curso habrá temas africanos y aunque hasta la semana próxima no sueltan prenda, nosotras ya estamos haciendo apuestas, sobre qué nos traerá esta editorial. Por jugar sobre seguro van ganando el keniano Ngũgĩ wa Thiong’o o la escritora de origen nigeriano Nnedi Okorafor, pero la verdad es que Raig Verd no acostumbra a jugar sobre seguro. De lo que estamos seguras es de que la sorpresa será grata.
Bonus Book: Indestructibles, de Xavier Aldekoa y Alfons Rodríguez.
Y para cerrar la lista traemos una relativa novedad, en realidad una novedad que afortunadamente ya va por la segunda edición. Hace unos meses, el periodista Xavier Aldekoa y el fotógrafo Alfons Rodríguez se lanzaron con la publicación del fotolibro del proyecto Indestructibles. Se trata de la narración de las historias de once niños y niñas de diez países africanos. El proyecto está compuesto por un diverso catálogo de materiales de difusión con los que estos dos profesionales, narradores cada uno en su lenguaje, nos acercan a realidades africanas diversas y a menudo por conocidas, a historias y ejemplos que nos demuestran que los estereotipos y las generalizaciones rara vez encajan con la vida y que nos permiten asomarnos modestamente a un continente para capturar apenas algunas instantáneas de existencia y hacerlo a través de su mirada honesta. La buena (y esperanzadora) noticia es que la primera edición del libro del fotolibro se agotó en tiempo récord, pero ya está disponible la segunda.