Poetry Africa 2012: vitalidad, dinamismo y creatividad
Cuando se intentan encajar las realidades en compartimentos con una forma determinada, lo más probable es que una parte de esa realidad se quede fuera. Este intento se viste a veces de prejuicios, de elitismo o de visiones inmovilistas. Por cierto, esa última dimensión es la que normalmente se atribuye a la tradición, algo estático, inmutable… A riesgo de entrar en una espiral sin salida, esa visión es, al mismo tiempo, prejuiciosa y reduccionista. El caso es que la línea que separa las etiquetas es fina y cada vez más débil. Si nos empeñamos en que una manifestación artística o cultural entre en nuestros esquemas con rigidez, perdemos los matices y las interacciones, o lo que es lo mismo, perdemos una buena parte de esa riqueza. Como muestra un botón, el botón del Poetry Africa 2012 que en este mismo momento se está celebrando en Durban.
Se trata de un congreso, una reunión de artistas en la que la concepción de la poesía no se esconde detrás de la excusa de pureza en la que se refugia el miedo a la evolución. Incluso Bécquer se lo preguntó cuando llegó a la conclusión de que poesía era, en realidad, su fuente de inspiración. Pues bien, en Durban se unen artistas que escriben sus versos, con los que los declaman, los que los cantan y los que lo pintan. En el Poetry Africa da igual como se materialicen las palabras, en este caso, la respuesta a la pregunta de Bécquer no es “poesía eres tú”, sino más bien, todo puede ser poesía.
Sin embargo, la despreocupada transgresión del Poetry Africa va más allá del género y se plasma en otros aspectos. En las actividades, por ejemplo, el programa combina presentaciones de libros con jam sessions o conferencias con talleres de escritura. Esta diversidad no destierra el rigor, los participantes debaten durante estas jornadas sobre sus concepciones de la poesía y participan en ponencias en las que se profundiza sobre la presencia de la poesía en los medios, sobre la capacidad pedagógica de esta disciplina o sobre los límites de la creatividad y de la expresión. Todas estas reflexiones, además de la presencia de los artistas, aparecen avaladas por diversos centros de la University of KwaZulu-Natal, como el Centre for Creative Arts, que es el impulsor del evento.
El programa del Poetry Africa 2012 pone de manifiesto todo este desprecio por las convenciones y el apego por el rigor mediante un cartel de asistentes que expresan perfectamente el espíritu del evento. Los participantes proceden de tres continentes y de ocho países diferentes. Más allá del origen geográfico en cuanto a su obra uno puede estar tentado de trazar una línea entre la poesía convencional y el hiphop y trazar entre ambos puntos una especie de gradación. Sin embargo, ni siquiera ese esquema es válido porque dejaría fuera muchas de las modalidades presentes en el Poetry Africa. Junto a la dub poetry de la jamaicana D’bi Young nos encontramos con la tradición xhosa de Madosini; al lado del carácter próximo a los griots de la sudafricana Jessica Mbangeni, nos encontramos con la poesía en formato convencional pero de temática moderna del ghanés Nii Ayikwei Parkes; el poeta nigeriano Tolu Ogunlesi convive con la cantante y pedagoga británica Poppy Seed. Y estos son sólo algunos de los contrastes que se disipan en actividades conjuntas unidas por un nexo común y fundamental en prácticamente todo el continente: la palabra.
El Poetry Africa 2012 es una muestra de creatividad, de dinamismo y de vitalidad de las culturas africanas. Pero no sólo eso. Es además una muestra de la capacidad para absorber, para adaptarse y para adaptar, para modificar la tradición y para valorizarla haciéndola actual. En resumen, el Poetry Africa es, precisamente, un golpe certero al poco riguroso estereotipo de la pobreza cultural africana.