Recursos para una educación en la diversidad
Referentes, representaciones y visibilidad, son algunas de las reivindicaciones recurrentes de las comunidades africanas y afrodescendientes en España, una reclamación que trata de desmantelar los prejuicios y los estereotipos que sustentan la discriminación. El trabajo de deconstrucción y reconstrucción es transversal, publicidad, medios de comunicación, arte, pero si hay un ámbito en el que este imprescindible esfuerzo es determinante es el de la educación, porque solo una educación en la diversidad garantizará que la sociedad se reconozca tal y como es: diversa. Y con este objetivo, nos llega la labor de compilación y sistematización de PotoPoto: “Guía educativa Afrocentrada: herramientas para la diversidad cultural”, un paquete de recursos, una caja de herramientas que incluye a la vez argumentos y explicaciones, pero también materiales concretos para ir desdibujando la falsa sensación de una sociedad blanca y homogénea que se ha ido instalando en nuestros imaginarios.
Alejandra (Evui) Salmerón Ntutumu es la fundadora y Directora de PotoPoto, que ya marcó claramente sus objetivos y su estrategia cuando nos trajo El viaje de Ilombe, un cuento infantil ilustrado que pretendía expandir y diversificar los referentes para los y las más pequeñas de la casa. En este caso, el enfoque de Ntutumu y PotoPoto es todavía más radical, en el sentido de atacar directamente la raíz. De ahí la intención de recopilar recursos para consolidar con naturalidad en las aulas una forma más abierta y realista de representar nuestra propia sociedad.
La Guía que propone PotoPoto empieza cimentando la necesidad de la educación en la diversidad, por cuestiones tan simples como la justicia e, incluso, el sentido común y para evitar excluir y perpetuar una representación deformada al muy numeroso alumnado de origen africano, afrodescendiente o racializado, en general. Para entender, por si todavía quedan dudas, porqué es imperioso incluir en el ámbito educativo una perspectiva de diversidad, cuáles son las consecuencias de esa falta de referentes e, incluso, las causas de esas escandalosas ausencias, hay un evocador recurso a los ejemplos literarios, tanto internacionales como locales. Las palabras y las reflexiones de escritoras como Lucía Asué Mbomío y Desirée Bela-Lobbedde, por ejemplo, o las de ilustradoras como Lydia Mba, se unen a las de Chimananda Adichie Ngozi y su básica “El peligro de la Historia única” o los Ojos azules de Tony Morrison, para sustentar de manera sencilla la explicación sobre impacto de esa homogeneización de los referentes. La elección del poema “Me gritaron negra” de la artista afroperuana Victoria Santa Cruz, permite entender muy gráficamente esos efectos.
Después de todo el argumentario, la Guía se centra en los recursos y por eso ofrece un amplio abanico de materiales que ayudarán a los y las docentes a sustentar un enfoque diversos en las aulas y, que en todo caso, permitirán a madres y padres enriquecer las fuentes de las que pueden beber los y las niñas sobre todo durante su infancia, pero también en plena adolescencia. La “Guía educativa Afrocentrada: herramientas para la diversidad cultural” de PotoPoto, hace un acopio riguroso, variado y dinámico, con capacidad para ir actualizándose de los contenidos en los que podría apoyarse esa voluntad de mostrar la sociedad diversa en la que estamos creciendo. Incluye documentales sobre las conexiones entre la sociedad española y el continente africano, a menudo invisibilizada; películas de ficción que ayudan a fundamentar una visión renovada y constructiva sobre el continente africano, el racismo o la diversidad; trabajos de artistas visuales para mirar de otra manera a esas mismas realidades, o una reflexión sobre el rol de los juguetes; no podía faltar un espacio para la música, como también para el teatro, en el que se inscriben aunque no solo, algunos de los contadores de cuentos africanos más conocidos de España, pero un apartado en el que podemos encontrar también obras originales como los trabajos, por ejemplo, de Silvia Albert; además de webs institucionales, portales de información o espacios de asociaciones culturales.
La guía tiene la vocación de desplegarse y de ir generando contenidos más concretos y valiosos por ejemplo, para cubrir los huecos más determinantes en una época tan delicada en la construcción de la autopercepción y la autoestima como es la adolescencia. Un ejemplo práctico es la “Guía cultural de Black Panther: Celebrando la cultura africana (y curando viejas heridas)” disponible en la web de PotoPoto.
En todo caso, si hay un pilar fundamental en los recursos de la “Guía educativa Afrocentrada: herramientas para la diversidad cultural” vuelven a ser los trabajos literarios. Además de las referencias de las autoras más jóvenes y la puesta en valor de los y las escritoras de origen africano que escriben en castellano y del repaso de las editoriales y las librerías que se empeñan en difundir estas obras, los cuentos infantiles son la clave de esta guía. Aunque como se ha explicado, el contenido va mucho más allá y es mucho más completo, no se puede pasar por alto la debilidad que Alejandra Ntutumu ha mostrado por la literatura infantil. Teniendo en cuenta sus experiencias previas y el enfoque educativo de este manual no es de extrañar el detalle de la sección dedicada a los álbumes ilustrados, los relatos infantiles, las tiras y las películas de animación o los espacios web en los que se difunde literatura infantil africana o afrodescendiente.