Zebulon Dread: de terrorista cultural a gurú negro
Antes de este merecido descanso estival, nos parece interesante compartir la historia de un controvertido personaje que seguramente ha marcado la escena cultural post-apartheid en Sudáfrica. Se llama Elliot Josephs y es conocido popularmente como Zebulon Dread. Difícil de situar tanto artística como políticamente, su creatividad ha dejado huella en la historia de los fanzines del país.
Josephs nació en 1958 en Kensington, un suburbio de Ciudad del Cabo de mayoría mestiza. Más adelante él y su familia se mudaron a Bonteheuwel, gueto situado en una zona llamada Cape Flats, a las afueras de la ciudad. En la zona de la Cape Flats, los townships se siguen uno tras otro, formando un enorme llano que forma parte esencial de la geografía de la ciudad. La zona fue creada bajo la ideología segregacionista del régimen del apartheid, que estableció “zonas sólo de blancos” en el centro de las ciudades, empujando a la población negra y mestiza a las afueras. A territorios hacinados creados para este propósito. Su retraso escolar provocado por la debilidad en sus salud, hacía que fuese un alumno más aventajado que sus compañeros, tanto por su edad como por sus aptitudes. Él tenía claro que saldría en cuanto pudiese del township porque quedándose tenía bastantes probabilidades de convertirse en un gánster, según él. Por ello en cuanto pudo, salió de allí. Josephs leía a Sartre, Dostoyevsky y más autores que marcarían su devenir como escritor, y lograba dejar perplejos a sus profesores desde muy joven cuando veían la calidad de sus escritos. Su interés en estudiar teatro—y la imposibilidad de hacerlo por falta de medios— propiciaron que más tarde trabajase en lugares como Cape Performing Arts Board, People’s Space Theatre y en Natal Performing Arts Company in Durban, entre otros. Más tarde se convirtió en un “guerrero rasta” de los llamados Dread Warriors, que luchaban por la legalización de la marihuana. Él mismo cuenta una anécdota que afectaría su devenir político, ya que perdería el interés en la lucha contra el apartheid. Un día en los disturbios de los townships Gugulethu y Nyanga fue atracado por un grupo de tsotsis que le robaron el dinero y la marihuana que vendía: “me di cuenta que ellos no me veían como otro hombre negro como ellos, sino como un enemigo, porque yo era coloured. El apartheid me hizo un favor ese día. Ese robo me disgustó tanto que no quise formar más parte de la lucha” (Cape Town Stories). Más tarde, se uniría a los Hare Krishnas, lo que definiría su futuro personal. Pero más allá de su periplo biográfico, merece la pena centrarse en la creación de la revista satírica Hei Voetsek! (literalmente “Hey, piérdete”) en el momento en que Josephs pasaría a autodenominarse Zebulon Dread y se convirtió en un personaje de la ciudad. Según Achal Prahbala (Chimurenga Cronic) leer Hei Voetsek era como “embarcarse en un prolongado viaje de ácido. Cada palabra es incendiaria, cada imagen, alucinatoria, y cada página, una instalación de arte en sí misma. Incluso los anuncios —cada uno hecho a mano por ál, como único autor y editor— valían la pena. La contraportada de la única edición especial de la revista (titulada Poe$$ -! Que viene de la expresión en inglés que referencia a la vagina) cuenta con un travesti con una minúscula ropa de cuero y los genitales perforados, por un anuncio de la clínica Wildfire de piercings”.
Así pues la revista, que estuvo en circulación aproximadamente de 1997 hasta 2002, era diseñada, ilustrada, escrita, fotocopiada y distribuida por el mismo Dread. Escritor, poeta de la calle o como quiera llamarse, en ella no dejaba títere con cabeza y satirizaba todo aquello que formaba parte de la vida social, cultural, política y sexual de la recién estrenada sociedad del arcoíris que era Sudáfrica en aquel momento. Desde políticos corruptos hasta afrikáners conservadores, eran satirizados en inglés, afrikáner y el argot del township. «Hubo una periodista sudafricana que una vez me llamó ‘psicópata emocional’. Me reí mucho cuando acuñó este término en referencia a mí. Creo que estaba en lo cierto.» Pero durante aquellos años no sólo hubo Hey Voetsek!, también hubo eventos, ensayos, libros de poesías, e incluso una autobiografía “Memoirs of a closet guerrilla”. Cuando la Embajada de los Países Bajos, le subvencionó un libro con sus ensayos, The Angst Quadrilogy, Dread les dedicó el libro —vaya si lo hizo—: “Saludo la valentía de Embajada holandesa que hizo posible producir este libro. Saludo a mis tatarabuelos. Era Jan Van Riebeeck y su especie que se follaron a mis antepasados y madres hotentotes. Dieron a luz a mi rebelde sangre esclava. Yo trabajo, ya más que como esclavo, como una criatura independiente, iconoclasta, que mea desde la Table Mountain en la mediocridad que es Ciudad del Cabo. ¡Saludos!«.
Los intensos años de personaje satírico, estuvieron plagados de momentos como este que acabamos de describir. Después, sintió que ya tenía suficiente y que tenía que explorar más su lado espiritual y decidió cometer un “suicidio ritual”: “Voy a entregar el alma de mi alter-ego, Zebulon Dread, y partir hacia la India con el fin de encontrar la felicidad que la lucha de liberación no me pudo dar”. Se fue cinco años a la India con su familia pasando a ser de Zebulon Dread, terrorista cultural, Sitarama Dasa, gurú negro: «Como establecí Zebulon Dread, ahora estoy estableciendo Sitarama Dasa y el futuro de mi trabajo, y la vida, como un gurú negro. Zebulon Dread fue el gurú de irreverente, humor satírico, mientras que Sitarama Dasa es un ortodoxo Vedic Brahmana, preparándose para lanzarse en la esfera pública como el primer gurú de negro que representa la ciencia de la India, el Bhagavad Dharma, y asumiendo los religiosos hipócritamente piadosos que han violado el espíritu africano de su conciencia espiritual original. Todo lo que he hecho – incluyendo Zebulon Dread – estaba destinado a llevarme a este momento de mi existencia «.
¿Volverá Zabulon Dread a escena? Eso es algo que el gurú negro aún no ha querido develar…. * Información e imágenes extraídas de Chimurenga Chronic y Cape Town Stories (Madeleine Barnard).