El anti-escaparatismo étnico de la nigeriano-parisina ASA
Hacía tiempo que quería dedicar un espacio de este blog para Asa (Bukola Elemide -1982), porque me parece un perfecto exponente de eso que llamamos el África contemporánea, la urbanita, la mestiza… y porque sus dos discos me tienen enganchada desde hace mucho, mucho tiempo… Pero ya se sabe, a veces nos impone respeto eso que más amamos. Así que me he tomado mi tiempo para hablar de ello.
Nacida en París de padres nigerianos, creció en Lagos, una ciudad que se bate entre dualidades y que conserva cierta armonía ante el aparente caos de la mayoría de ciudades africanas. La frustración fue parte de la juventud de la joven cantante, en la que su rol dentro de la familia como la única hija de entre cuatro hermanos (bien saben las africanas cual es su peso dentro de la sociedad) y una especie de «in-adaptación social», la convirtieron en una persona tímida que prefería los momentos de soledad cantando en su habitación que cualquier otra cosa. Dice que cantar le daba cierto consuelo y así es como su música nos logra consolar a todos, ciertamente.
Así fue… entre cierta necesidad vital y compromiso consigo misma, que terminó centrando su vida en la música, siguiendo los referentes que su padre escuchaba en casa, siempre a un paso entre el pop africano y el afroamericano…
Tuvo que salir de Nigeria y plantarse de nuevo en París para poder construir un sólido proyecto musical. Ahí actuó junto a Manu Dibango, Les Nubians o Tony Allen y su nombre empezó a estar muy presente en el marcado internacional con temas tan alucinantes como ‘Jailer’, uno de mis favoritos. A partir de entonces empezó a telonear a gente como Beyoncé o John Legend, cosa que abrió su música a un público muchísimo más amplio y que la situó en un lugar privilegiado en las listas de ventas, fichando para la discográfica francesa Naïve (Adele, Angelique Kidjo…), quien editaría su primer álbum internacional (Asha), que incluía algunos de los temas de The Captivator.
Cantar en Yoruba no le ha supuesto ninguna barrera cultural para llegar al público europeo o americano (no os perdáis Eye Adaba o Oré), y si que le ha permitido, en cambio, que Nigeria la considere uno de sus mayores talentos. Su último álbum (Beautiful Imperfections) es el definitivo rompehielos de las conciencias occidentales y de los moldes psicológicos que estas emplean a la hora de mirar África como algo uniforme y aislado del resto del mundo, y a la vez es algo que suena muy occidental. Muy fino. Muy profundo. También muy fresco y muy personal. Pero sobretodo, y lo que me parece más interesante, es que Asa es lo más inspirador que ha salido en mucho tiempo de entre los escombros de la música comercial. Su estilo es un antídoto contra el pesimismo generalizado y huye del «escaparatismo étnico». El mundo necesitaba algo así! Y somos muchos los que ya tenemos ganas de escuchar qué será lo próximo que nos regale. Mientras tanto, os dejamos un vídeo de otro alucinante tema de su último disco, que aborda impecablemente en directo (Preacher Man).
http://youtu.be/hbV5bGTuRd4
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