Descoloniza tu iPod 2019 (III)
LPs
Ahmed Ag Kaedy – Akaline Kidal (1 de marzo, Sahel Sounds)
La tradición folk tuareg se destila en las 12 pistas a voz y guitarra acústica el nuevo álbum de Ahmed Ag Kaedy, ex-líder de la banda Amanar. Procedente de la convulsa ciudad de Kidal, su exilio en el norte de Mali y la guerra civil que lo expulsó de su hogar ante la amenaza de que si volvía se le cortarían los dedos, es el hilo con el que teje un álbum sombrío y lleno de nostalgia cantada en tamashek, que ha sido grabado por el mítico sello Sahel Sounds en un sótano de Portland y con un 8 pistas en tomas individuales. Después de que en los 90, Ahmed se mudara a Libia —tal como habían hecho otros tuareg como los Tinariwen—, su vuelta a Kidal vino marcada por abrir las puertas de su casa a todos los que querían aprender música. En 2012, los extremistas pondrían fin a su iniciativa, quemando su hogar. Pero la esperanza de que un día sus sueños vuelvan a hacerse realidad son el impulso del disco Akaline Kidal.
Laurent Assoulen – Black Blank (7 de marzo, iM Laurent Assoulen)
El tercer álbum del pianista Laurent Assoulen, quién antes de dedicarse plenamente a la música lo hacía en el mundo de los perfumes, nos lleva a varios viajes olfativos inesperados e introspectivos que se inspiran de sus viajes por Ruanda, Angola y Uganda. Incorporando sonidos como el Erhu, el violín chino, y la Kora, el arpa de 21 cuerdas del África Occidental —interpretada por Baba Sacko— en diferentes piezas, casa a la perfección África con el jazz, creando nuevos universos de contrastes muy interesantes que causan una experiencia sensorial que nos obliga a agudizar los sentidos. En la portada de Black Blank: el lago Kivu de Ruanda ya es una declaración de intenciones.
Blick Bassy – 1958 (8 de marzo, No Format)
Uno de los lanzamientos más esperados de Wiriko para este 2019 es el del nuevo disco del camerunés afincado en la Francia rural: Blick Bassy. Un auténtico himno a Ruben Um Nyobé, el líder de la independencia de Camerún —una de las más sangrientas de África— que fue asesinado por las tropas francesas en 1958. Después de que su Akö fuera banda sonora de anuncios de Apple, el álbum repasa en lengua bassa la historia de Nyobé, en paralelo a la de sus propios padres, que se tuvieron que esconder de las fuerzas francesas en la selva tropical. Bassy cuestiona, en este álbum, a la juventud camerunesa y cómo se han olvidado de la historia y dejado seducir por las falsas promesas de Occidente; y advierte de problemas como el alcoholismo, bien arraigado en el continente, acusando a los cameruneses modernos de sabotear a su propia patria. Con su voz aterciopelada y su banjo, Blick Bassy destella luz sobre mensajes enojados en un álbum que pretende sacudir a la juventud africana en un anhelo de retomar los temas pendientes y hacer justicia a los abuelos que llevaron África a las emancipaciones nacionales. ¡Bravo Blick!
Trans Kabar – Maligasé (15 de marzo, Discobole records)
La música maloya y el rock se electrifican en el álbum debut de Trans Kabar, una banda parisina liderada por Jean-Didier Horeau, sobrino del gran músico Danyèl Waro. Cantado en criollo, malgache y comorano, el disco innova desde Francia manteniendo intacto el espíritu de la tradición que celebra la diversidad cultural de la isla de Reunión. Junto a su amigo y guitarrista Stéphane Hoareau, de Reunión, Jean-Didier halla la pareja perfecta para retornar a sus orígenes, que nutren con el bajista de jazz Théo Girard y el baterista Ianik Tallet, para enderezar el caldero de ritmos Maloya con poesía criolla cantada por Jidé con suavidad y respeto a la espiritualidad inmanente del estilo.
Ibibio Sound Machine – Doko mien (22 de marzo, Merge Records)
Su canción The Chant invadió las pantallas de nuestros hogares gracias a un anuncio de coche, el del SEAT Arona. Radicados en Londres pero imponiendo los sonidos pop más frescos y urbanos de Ghana y Nigeria, Eno Williams y su banda Ibibio Sound Machine vuelven a mostrar la fuerza de su funk, post y electro-punk y R&B contemporáneo con su tercer álbum Doko Mien. Con los sintetizadores ochenteros como columna vertebral e influencias de Talking Heads, Prince y Tony Allen, Doko mien es un álbum sólido y consagrado a la pista de baile, que bien se puede concebir como un trabajo de «electropop retro». 11 pistas que trazan un puente musical entre dos megaciudades contemporáneas —Lagos y Londres— a las que las unen más cosas de las que las separan.
Conti Bilong – It’s Time! (22 de marzo, Quart de Lune)
El baterista camerunés Conti Bilong, también vocalista, arreglista y compositor, había trabajado hasta ahora con Manu Dibango defendiendo su Soul Makossa Gang en sus giras mundiales. Establecido en París desde principios de la década del 2000, ha actuado junto a grandes como el desaparecido Papa Wemba, Mory Kante, Cheick Tidiane, Oumou Sangaré o Ray Lema. Ahora, diez años después de su último trabajo, nos deleita con su tercer álbum, cantado en douala, inglés y francés. Tras su debut Africa World (2005), donde la makossa coquetea con el jazz y el funk, y Bana (2009), que contó con la colaboración de Manu Dibango, este 2019 es hora de dar a luz Ya es Hora (para traducirlo de alguna manera), junto a su esposa, la violonchelista Juliette Maeder, un álbum sencillo y fresco que pretende sintetizar todas las aventuras musicales vividas durante los últimos años alrededor del mundo y que se presenta como un trabajo optimista y con vocación de universalidad.
Malik Djoudi – Tempéraments (22 de marzo, Cinq 7 Music / Wagram Music)
El segundo disco del francés de ascendencia argelino-vietnamita Malik Djoudi, evoca una atmósfera de electro-pop minimalista y rica en un conjunto de 12 piezas que lo sitúan entre los preferidos de los amantes de la electrónica europea. Incluyendo un dueto con la heroína de la música francesa Etienne Daho, su voz suave y etérea impulsa melodías y armonías coloridas, revelando una búsqueda de perfeccionismo en los atrevidos arreglos electrónicos que nos regala Djoudi. Sus letras poéticas y autobiográficas mezclan hábilmente tonos y atmósferas diversas con estados de ánimo y colores que nutren una paleta cálida que tiende a ser fría y relajada, lejos de los sonidos urbanos que resuenan en la Argel de hoy…
Maya Kamaty – Pandiyé (28 de marzo)
Después de Santié Papang (2014), la cantante reunionesa regresa abriendo nuevos senderos a la música maloya. Hija de Gilbert Pounia, cantante y músico, fundador de la banda Ziskakan, y Any Grondin, narradora de renombre, la joven recoge sus experiencias en Montpellier o París, y sus giras por Estados Unidos, para retornarlas a la isla. Con influencias de Ibeyi, Portishead, Massive Attack, funden el kayamb y la tradición maloya a los sonidos globales. Con mensajes explícitos sobre los «viejos monstruos» de la Reunión, o el daño causado por las malas lenguas en las redes sociales, ataca a los prejuicios y la xenofobia que parece calar en el mundo.
Mdou Moctar – Ilana: The Creator (29 de marzo, Sahel Sounds)
El guitarrista tuareg nigerino Mdou Moctar fabricó su primera guitarra con un trozo de madera con cables de freno de una bicicleta vieja. Pero la escasez nunca fue un problema cuando el talento y la creatividad inundan el ser humano. Y eso queda patenten en su primer álbum internacional. Tras su primer disco (Anar, de 2008), grabado gracias al teléfono móvil, Sahel Sounds lo incluyó en su álbum Music From Saharan Cellphones. Ahora, con Ilana (The Creator) el blues y el rock del siglo XXI ponen el foco en el estilo assouf, sin olvidar la crítica y la responsabilidad del peso colonial en Níger: «Somos esclavos modernos». «Nuestra herencia es tomada por los franceses / Ocupando el valle de nuestro antepasado», decían a Pitchfork. Además, Moctar no olvida en este álbum la difícil situación de las mujeres en su país: «Quiero que el mundo entienda que las mujeres del desierto necesitan ayuda. No tienen agua para beber, no hay medicina en los hospitales”. Música con conciencia social.
Pulo NDJ – Desert to Douala (29 de marzo, Wonderwheel Recordings)
Del encuentro entre HAPE Collective, establecidos en La Habana, y un grupo de talentosos artistas de Camerún, Chad, Congo y Togo, nace el interesantísimo álbum debut de Pulo NDJ. Surgido de las polvorientas calles de N’Djamena, este trabajo rompe fronteras y muestra la sed de experimentación de un colectivo de músicos africanos marcados por el mestizaje de culturas y la utilización de instrumentos artesanales —como el garaya, un laúd de nylon de dos cuerdas hecho con una calabaza, piel de cabra y el mango de una escoba— con loops electrónicos que tejen la modernidad de los sonidos del continente. Coproducidos por el trotamundos estadounidense Nickodemus con su sello Wonderwheel Recordings, es un álbum fresco, original e innovador que nos ha encantado!
Kanazoé Orkestra – Tolonso (29 de marzo, Buda Musique)
Tolonso es el nombre del pueblo nativo del balafonista Seydou Diabaté, líder de Kanazoé Orkestra, que significa ‘Casa de la alegría’. Y es que la alegría es la principal de la música de la Orquesta de Kanazoé, una banda formada por siete músicos de origen africano y europeo, cuya música está impregnada por distintos sonidos y ritmos de Burkina Faso, aderezados y pensados desde el jazz, estilo en el que algunos de los miembros están formados. Mamadou Dembélé en el n’goni, Stéphane Perruchet en la percusión, Martin Etienne, Laurent Planells y Elvin Bironien y el griot Zacky Diarra construyen el frenesí ‘balafónico’ que lleva desde 2010 irradiando en escenarios de Francia. Tras el lanzamiento de su primer álbum Miriya en 2016, Tolonso los postula como una de las bandas más pegajosas de la diáspora.
YoungstaCPT – 3T (29 de marzo)
El debut discográfico del rapero sudafricano YoungstaCPT, pone de manifiesto cómo Ciudad del Cabo es hoy una escala ineludible para la gran escena del hip hop mundial. Con el álbum 3T, el joven capetoniano toma la misma receta de singles que ya había presentado anteriormente, pero con un aire de reivindicación social más fuerte, centrándose en su experiencia como negro en la era post-Apartheid. Las drogas, el gangsterismo o la corrupción son algunos de sus temas preferidos, con una preocupación especial por la marginación e invisibilización de los negros en el llamado país del arcoiris. Con 3T, Youngsta rinde homenaje a sus antepasados y las generaciones que lucharon para que la juventud sudafricana pueda disfrutar de la libertad que tiene hoy.
EPs
Maajo – Sèmbè (1 de marzo)
Después de un primer EP aclamado, Tropic of Tulli, remezclado por grandes nombres como Luke Vibert y Dengue Dengue, Maajo está de regreso con una colaboración con Ismaila Sané. Nacido en Coubalan, al sur de Senegal, Ismaila comenzó su carrera como bailarín y percusionista en los años 70. Desde entonces, ha seguido una extensa carrera internacional y ha trabajado con músicos como Jimi Tenor y Piirpauke. Ahora, con base en Finlandia, presenta junto a Maajo dos canciones cantadas en diola, una de las lenguas de la región senegalesa de la Casamance. La canción «Sèmbè» es una mezcla de reggae, disco y ritmos dancehall, mientras que «Anaata» es un disco dub oscuro y suave.
Kokoroko – Kokoroko (8 de marzo, Brownswood)
La escena jazzística de Londres tiene en esta banda de 8 miembros liderada por mujeres jóvenes y con Sheila Maurice-Gray al frente, una de sus puntas de lanza en cuanto a innovación y originalidad. Tras aparecer en la compilación de jazz londinense We Out Here, que documenta la vibrante nueva escena de jazz underground de Londres y hace justicia a las aportaciones musicales de la diáspora africana de Reino Unido, hace un año, el EP debut de KOKOROKO —que significa «ser fuerte» en Orobo, idioma y etnia de Nigeria—, se presenta como un tributo a los grandes de África Occidental a través de una reinterpretación de los ritmos popularizados por Fela Kuti, Tony Allen, Pat Thomas o Ebo Taylor.
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