Entrevista a Teddy Osei, líder de Osibisa
Cuando Teddy Osei y su saxofón pisaron Londres por primera vez, en 1962, la capital británica ya era un hervidero cultural. Con veinticinco años, el joven dejaba su etapa con la banda «The Comets» y el boom del Highlife atrás, en busca de nuevos sueños. Una beca del gobierno panafricano de Kwame Nkrumah para estudiar música le abrió las puertas a nuevos universos sonoros y un futuro prometedor se empezaba a dibujar ante los pies del joven ghanés. Con la ilusión de un ciudadano libre, el orgullo de pertenecer a una nación emancipada – Ghana, la primera independencia de África al Sur del Sáhara – y el talento de un joven formado en música popular Ashanti y Jazz, la fórmula apuntaba al éxito. Pero los entresijos de la historia quisieron ponerle las cosas difíciles al saxofonista y perdió su beca a causa de un golpe de estado que derrocó a Nkrumah y arruinó sus políticas sociales y culturales.
Por aquél entonces la metrópolis londinense albergaba a unos 250.000 afro-caribeños, que vivían y trabajaban en las zonas más deprimidas de la ciudad. La ley de ciudadanía británica, que desde después de la Segunda Guerra Mundial reconocía el derecho a todos los ciudadanos de las colonias a vivir y trabajar en el Reino Unido, facilitó la multiculturalidad en la capital. Sin embargo, pronto, la segregación racial empezó a extenderse y barrios como Brixton se convirtieron en espacios básicamente poblados por ciudadanos africanos y afro-caribeños. «Viví momentos muy difíciles como africano tratando de ganarme la vida en Londres. Trabajaba en cualquier cosa que se me ofrecía, limpiar suelos, lavar platos en restaurantes y hoteles, y después de esas duras jornadas de trabajo, acababa tocando en cualquier garito«, explica en exclusiva para Wiriko el líder de Osibisa.
Cansado de vivir a duras penas, Teddy tenía claro que para lo que había dejado Kumasi, su ciudad ghanesa, era para hacer música. «Después de un tiempo empecé a buscar a otros músicos de Ghana en Londres. Encontré a Sol Amarfio (percusión) y a Mac Tontoh (trompetista), y más tarde a tres músicos caribeños, el granadino Spartacus R. (bajista), el antiguano Wendell Richardson (guitarra y voz) y el trinitense Robert Bailey (teclista). Lasisi Amao (percusión y vientos), de Nigeria, se incorporó después para convertirse en el séptimo miembro. Ensayábamos en una pequeña habitación de un sótano y allí cocinamos lo que es nuestra sonido: ritmos de África fusionados con Jazz, Blues, Calypso y melodías de Highlife«, explica el veterano de setenta y ocho años.
Así, de la absoluta humildad y de la terquedad de su líder, empeñado en hacer música a toda costa, nacía un mito. Un grupo que pasará a la historia por haber hecho despegar la música africana, y en concreto la del África Occidental, en el escenario internacional. Desde la grabación de su primer álbum, Osibisa funcionó perfectamente como una bomba de relojería. Y a pesar de que la industria discográfica aprovechó su tirón y la aceptación de su singular sonido por parte del público europeo para venderlo bajo el rótulo de las músicas del mundo, Teddy es contundente cuando se desmarca de esta etiqueta y ahonda en la esencia de su estilo: «Nosotros eramos y somos fusión. Ritmos entrecruzados que explotan de felicidad». Una especie de invocación a los ancestros africanos que salvó a Occidente del aburrimiento durante los 70 y lo sacó a las pistas de baile y discotecas de todo Europa, pero también de parte de Asia y América. En África, evidentemente, siguen siendo considerados embajadores y fenómeno de masas.
Destilando aún los principios del panafricanismo que llevaron a Ghana a liderar las independencias africanas, esta extraordinaria banda no titubea en afirmar que el continente africano es su principal fuente de inspiración. «África ha sido siempre nuestra patria, así que volvemos a menudo para inspirarnos«, observa Teddy para confesar el secreto de un Afro-rock que no pasará nunca de moda por su frescura y ese 100% de electricidad capaz de mover a tres generaciones diferentes. «Nuestra primera gira por España fue en 1972 y fue memorable. Pero cada vez que hemos tocado nos lo hemos pasado estupendamente. Por eso esperamos que Wiriko prepare al público español para lo que será una fiesta llena de alegría«, declara el músico.
Y es que con casi medio siglo a sus espaldas, Osibisa vuelve a aterrizar en España en el marco del Festival África Vive, que este año se celebra en sinergia con el Festival Cultura Inquieta de Getafe el próximo 9 de Julio. Sin el reconocimiento que se merecerían, y con las bajas de miembros originales como Tontoh o Spartacus (fallecidos en 2010), pero causando un revuelo considerable entre los melómanos de la península, Osibisa encabeza un cartel de lujo junto a los ganadores de la última edición del Vis-a-Vis: los senegaleses Noumoucounda Cissoko y Sidy Samb & Ascanwi Group, además de contar con los afro-barceloneses Alma Afrobeat Ensemble.
Si quieres ir gratis a lo que promete ser uno de los conciertos del año solo tienes que enviarnos un correo electrónico a info@wiriko.org con el asunto «Sorteo Entradas Osibisa» con tu nombre y DNI antes del viernes 26 de Junio respondiendo a esta pregunta:
¿Cuántos músicos formaban Osibisa cuando grabaron su primer álbum?
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Les escuché cuando era una cría y me enganché . (hablo del paleolítico inferior) . Hace poco los reencontré en spotify. ¡qué alegría!. Me entusiasma su música. Su maravilloso LP WOYAYA con el elefante volador fue conmigo a todas partes a las que me trasladaba hasta que … en uno de esos traslados… desapareció. es música que llena de vida, de energía!