Este noviembre, mujeres afrodescendientes en escena
Sobre los escenarios de teatro, las actrices en España ya suman tres generaciones. Aún así, cuando se trata de emplear a actores y actrices, los primeros se sobreponen a las segundas. Según el Estudio Sociolaboral de 2016 de la Fundación AISGE, la entidad española sin ánimo de lucro constituida por AISGE (Artistas Interpretes, Sociedad de Gestión), la tasa de desempleo de las mujeres alcanza el 51,6% mientras que el de los hombres es seis puntos más bajo. Aspecto que lleva a las mujeres al desempeño de la profesión cobrando menos y trabajando sin contrato más días al año, es decir, en peores condiciones que sus compañeros.
Es por este motivo que en distintas provincias españolas, surgen proyectos con un carácter de visibilización y promoción de las mujeres como creadoras, a todos los niveles, dentro del sector de las artes escénicas.
Uno de ellos es la asociación de mujeres dedicadas a las artes escénicas Projecte VACA, cuya sede está en Barcelona. Cerca de cumplir los 20 años, nace con el deseo de potenciar la influencia y el peso de las mujeres en éste ámbito laboral, realizando investigaciones, procesos de experimentación y producción escénica de y por mujeres. Desde el marco del proyecto, también organizan un festival anual con la muestra de actividades y creaciones artísticas que difunden el trabajo creativo femenino. Éste festival es el Novembre Vaca.
La edición del Novembre Vaca 2017 cuenta con una cartelera compuesta por la participación de mujeres afrodescendientes con piezas teatrales que exponen y reflexionan sobre la figura de las mismas. Como nos explican desde la asociación: «Teniendo presente que estamos en el decenio de la afrodescendencia, hemos decidido apoyar la creación de mujeres afrodescendientes». Es así como la actriz VACA y creadora de «No es país para negras», Sílvia Albert Sopale y la actriz y directora Alejandra Egido, estipulan la temática del festival. No obstante, como declaran desde la asociación: «La falta de apoyos institucionales ha provocado que el festival no sea al 100% como se había ideado». Lo cual nos cuentan que ha repercutido en la participación de compañías como Teatro en Sepia con el espectáculo Afrolatinoamericanas, y Alaya Theatre con Nenas negras que han considerado el suicidio cuando el arco iris era suficiente.
Aún así, las profesionales de las artes escénicas componentes del Projecte VACA decidieron seguir con la temática para el festival. Como nos exponen: «Lamentablemente en España la representación de las personas afrodescendientes es pésima, la gran mayoría de los papeles a los que optan reproducen estereotipos e invisibilizan la realidad de la comunidad. Es necesario hacer una reflexión a nivel de ciudad y de país sobre cómo afecta la representación de las personas racializadas a ellas mismas y a su entorno».
De esta manera, se ponen en relación obras y espacios de reflexión que denuncian el racismo normalizado en España, otras que visibilizan la sexualidad de las mujeres, también piezas que ponen en valor la identidad, y aquellas que velan por el reconocimiento de mujeres afrodescendientes.
Una de las obras cuyo objetivo es poner en valor el papel de las referentes afrodescendientes en la historia es He contado las manchas del leopardo hasta llegar a la luna, que está programada para el 1 y 2 de Diciembre del 2017 a las 20h en el Centre de Cultura de Dones Francesca Bonnemaison. Una conversación en escena creada por No Somos Whoopi Golberg que, como narran: «buscamos rescatar el trabajo y las voces de mujeres con las que pudiésemos sentirnos identificadas, que constituyesen un legado para nosotras, un modelo, un referente».
La obra de Silvia Albert Sopale, Kelly Lua y Maisa Sally-Anna Perk mana a partir de la investigación sobre la herencia histórica de diferentes y diversas mujeres negras. Como explican: «Cada una tenía intereses distintos y quería resaltar perfiles más políticos o más artísticos o más científicos. Nos encontramos que había muchas historias por contar y resultaba complicado decidir qué figuras escoger debido a la riqueza y la diversidad de éstas». Es por ello que, en primavera, a raíz del encuentro con Eva Hibernia, dramaturga y directora del espectáculo, deciden elegir tres personajes y ponerlos a dialogar a partir de las reflexiones personales que florecieron al investigarlas.
Tres personajes que, como leopardos, haciendo referencia al título, al nombre de Wangari (que significa leopardo en la tradición Kikuyu) y escuchando el relato de las actrices de la compañía, «se callan, se enjaulan o a los que se le da caza: la caza del silencio». Es por ello que manifiestan: «Nos gustó pensar al leopardo como un ancestro, o más bien como un símbolo de nuestra parte a la que llamamos salvaje, la que no se deja ver y parece peligrosa».
Mismamente, las actrices de No Somos Whoopi Goldberg encarnadas en la escritora semianalfabeta brasileña Carolina María de Jesús, la matemática estadounidense Katherine Johnson y la científica y activista keniana Wangari Maathai, harán al espectador/a sorprenderse y experimentar distintas texturas y emociones. Como precisa el trío:
«[El espectáculo] Es como un leopardo, va rápido y salta enérgico. Esperamos que sepa dar ese salto fértil a la percepción del espectador y que se agazape como un buen compañero tras sus ojos, una vez se acabe la función. Para que después esté más atento a las manchas, los olvidos, los silencios que contienen grandes figuras dentro”.