Marruecos: un viaje cultural, social y medioambientalmente sostenible

Marruecos, en el norte de África, ofrece una gran cantidad de experiencias para los visitantes que lo han convertido a lo largo de los años en el país más turístico de todo el continente. El turismo se ha convertido en uno de los sectores más importantes y con un mayor impacto socioeconómico en el país. Sin embargo, el visitante extranjero puede dejar una importante huella negativa allí por donde pasa. Por ello, hay que apelar a la responsabilidad del viajero para que contribuya a un turismo más sostenible.

Comprar productos producidos localmente, utilizar el transporte público, hospedarse en pequeñas casas de huéspedes regentadas por marroquíes, relacionarse con la sociedad marroquí de una forma humilde, emplear a guías del lugar, comer en restaurantes y tenderetes de familias locales, minimizar los desechos que se generan, y diversificar los sitios en los que comprar y consumir –evitando comercios o servicios que exploten a sus trabajadores– son algunas de las prácticas que permiten al visitante tener una experiencia cercana, genuina y a la vez sostenible de Marruecos.

2017 ha sido el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, una forma de potenciar globalmente un turismo que contribuya a la igualdad de género, la conservación de los ecosistemas y de la biodiversidad y la protección del patrimonio natural y cultural, además de ofrecer soluciones a muchos otros retos apremiantes a los que se enfrenta hoy nuestro mundo. Marruecos es uno de los estados que se han comprometido para fomentar un turismo verde, responsable y ecológico. El país, reconoce en el turismo sostenible una herramienta que posibilita el desarrollo inclusivo y la participación de las comunidades de acogida, tal y como está recogido en el marco de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible o en la Agenda de la Unión Africana 2063.

Wiriko ha viajado junto a la Fundación TUI Care a dos de los principales destinos turísticos marroquíes: Agadir y Marrakech. Y aquí, os presentamos dos propuestas de turismo sostenible para este 2018

MARRAKECH EN BICICLETA

Marrakech o la ‘Ciudad Roja’, custodiada por la cordillera del Atlas, es el destino turístico por excelencia de Marruecos. Un bullicio de visitantes transitan a todas horas por su Medina fortificada, que hace de la urbe un zoco gigantesco en plena efervescencia tanto de día como de noche. Varios monumentos han sido declarados Patrimonio de la Humanidad, como la mítica y mágica plaza de Jemaa El-Fna, símbolo de la ciudad desde su fundación en el siglo XI y hogar de malabaristas, músicos, encantadores de serpientes, tenderetes de frutas y jugos naturales, lámparas de colores, aromas de cuero y tintes, especies, chiringuitos de caracoles o tatuadoras de henna.

Perderse por las estrechas calles de la Medina nos puede descubrir múltiples sorpresas y recovecos, con restaurantes escondidos en antiguas riads rehabilitadas con maravillosos y coloridos jardines interiores, fuentes y extraordinarias vistas de pájaro en terrazas ubicadas en las azoteas. Además de ser un epicentro de belleza y atracción perfecto para conocer la cultura local, la ciudad acoge cada año un fantástico Festival de Cine Internacional, eventos musicales como el Sun Festival y espectáculos tan chics como los del Festival Oasis o el Festival de música electrónica del Atlas. También cuenta con diferentes centros de arte como la mítica Casa de la Fotografía o el Museo de Fotografía y Artes visuales. Este 2018, el Palacio Hotel La Mamounia de Marrakech acogerá por primera vez la Feria de arte contemporáneo 1:54, un encuentro promovido por la marroquí Touria El Glaoui.

Pero si lo que realmente deseas es conocer la cultura local más allá de los zocos (mercados), y quieres surfear en el frenético ritmo que marcan transeúntes, burros y motocicletas, generando el latido humano de Marrakech, Pikala Bikes es tu solución. Esta empresa social está especializada en ofrecer tours culturales en bicicleta por Marrakech. A parte de contribuir con un transporte limpio como es la bicicleta, el alquiler de bicicletas o bicis tándem ayuda a mejorar la empleabilidad de jóvenes marroquíes que trabajan como mecánicos y/o tour operadores para Pikala, además de luchar para la inclusión de la mujer en el mercado laboral.

@Pikala Bikes.

(Conoce más sobre Pikala Bikes en este artículo que la autora publicó en EL PAÍS).

¿SON POSIBLES LOS TODO-INCLUIDO SOSTENIBLES?

¡EN AGADIR, SÍ!

Agadir, en la región de Sus Masa, es la capital del Marruecos costero y enclave por excelencia del sol y playa atlánticos. Con un clima y temperaturas muy parecidas a las de Canarias, es un destino ideal para los jóvenes surfistas europeos, que hace décadas que frecuentan sus más de seis kilómetros de playa de arena blanca para disfrutar de sus cerca de 300 días de Sol al año. La ciudad, además, acoge interesantes eventos culturales como el Festival Timitar, que todos los veranos pone la cultura amazigh (bereber) encima del escenario con más de 40 músicos marroquíes e internacionales.

Turistas en una playa de Agadir, delante del Robinson Club Hotel. Foto: Gemma Solés i Coll / Wiriko.

A pesar de que el litoral de Agadir está plagado de hoteles de lujo, restaurantes y terrazas, los principales recursos para su población son la agricultura –es una de las principales huertas del África Occidental– y la pesca –la ciudad tiene uno de los puertos pesqueros más importantes de Marruecos–. Sin embargo, muchos de estos resorts no compran sus productos al productor local, sino que los importan a gran escala desde el exterior, así como emplean a expatriados o se llevan sus ingresos fuera del país.

El Hotel Robinson Club Agadir es una excepción, ofreciendo una opción de todo-incluido sostenible ejemplar. Se trata de un alojamiento totalmente respetuoso con el medio ambiente y la sociedad que lo rodea. La cantidad de Sol de la que goza la región y sus 950 metros cuadrados de paneles solares, hacen que se abastezca a sí mismo del 16% de la energía o el 70% del agua caliente que utilizan. Mientras Agadir solamente tiene de seis a doce días de lluvia anuales, el hotel cuenta con un manantial natural de agua del que extraen el total de la que consumen sus huéspedes. Asimismo, también abastecen a la población local y al Ayuntamiento si hay cortes debido a la escasez, mostrando un compromiso real con la ciudad de Agadir y su población.

Con un 75% de su terreno convertido en jardines y áreas verdes, el Hotel también cuenta con un huerto 100% ecológico en el que producen stevia y todo tipo de frutas y vegetales que sirven en sus restaurantes, junto a otros productos que adquieren del mercado local. Además, también producen su propio aceite de oliva virgen, gracias a su extensa plantación de olivos.

Entre sus 450 trabajadores, casi todos marroquíes, se hallan 100 alumnos de su Academia de formación, un proyecto de inserción laboral iniciado en 2008 para formar a cocineros, recepcionistas, camareros, limpiadores, masajistas y expertos en belleza para el spa…  En un país donde el desempleo juvenil roza el 30%, los alumnos y alumnas, muchos de los cuales son de Agadir o de sus alrededores, pueden estudiar de forma gratuita y obtener una titulación convalidada en Alemania gracias a la colaboración de la Fundación TUI Care y del gobierno de Marruecos. Con derecho a residencia en el propio hotel y una paga de prácticas y cotización a la seguridad social, ven asegurado, al menos, un año de empleo.

Dos ejemplos prácticos de proyectos de turismo sostenible que podemos visitar, mientras contribuimos a un desarrollo más equitativo y justo en el país más turístico del continente africano.


Este artículo ha sido posible gracias a la colaboración de Wiriko y TUI CARE FOUNDATION.

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Investiga y escribe sobre ciudades africanas, derechos humanos y música. Le mueve la creatividad con la que construye futuro la juventud africana en contextos urbanos, especialmente en África del Este. Sus campos de trabajo son el periodismo escrito y radiofónico, la investigación o la gestión cultural. Cofundadora de Wiriko y coordinadora de Seres Urbanos (EL PAÍS), actúa como consultora independiente para entidades del tercer sector y actualmente, es Técnica de Cooperación Internacional en el Ayuntamiento de Girona. Licenciada en Filosofía (UB), posgraduada en Estudios Africanos y Desarrollo (UPF) y máster en Culturas y Desarrollo en África Subsahariana (URV).
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