AFROBEAT (Vol. III): Hay vida después de Fela
Artículo escrito por Ana Martín Onandía
A la muerte de Fela en 1997, el Afrobeat ya se había extendido y conquistado oídos alrededor de todo el mundo. Como un renacer, el multitudinario entierro del mito marca el comienzo de una nueva era para el género. De acuerdo con Seun Kuti, el Afrobeat es un género consagrado y está aquí para quedarse. Su popularidad traspasó las fronteras estatales, llegando a proliferar rápidamente en otros continentes. En la época inmediatamente posterior al ‘periodo Fela’, hacia el final de los noventa, las nuevas iniciativas fueron más tímidas. No obstante, en el presente cada vez son más los proyectos que se organizan a ritmo de Afrobeat.
El panorama es tan amplio que esta tercera entrega sólo pretende mostrar esa diversidad y esa riqueza a través de los proyectos más destacados y sin pretensiones de exahustividad. Las Felabrations, celebraciones anuales que conmemoran el nacimiento del músico nigeriano, son una buena muestra. Desde que se inauguraron en 1998 en Lagos toman diversas formas. En la mayor parte de las ciudades se celebran puntualmente el 15 de octubre (día de su nacimiento), pero en la ciudad nigeriana los festejos se alargan aproximadamente una semana. Éste evento es un buen escaparare para que los aficionados del Afrobeat, descubran proyectos locales. Como género vivo que goza de excelente salud, el estilo continua evolucionando y cambiando. Este hecho se intensifica debido a su carácter, que hace que diferentes artistas se sientan atraídos por su mensaje o por su sonido, como pudimos comprobar en el pasado evento londinense.
África: La herencia directa
En el continente africano las propuestas son muy numerosas, pero hablaremos concretamente de los descendientes directos de Fela. No son exclusivamente característicos por su proximidad y pertenencia al núcleo originario, sino también por su relevancia e importancia en la escena actual. El mayor de sus hijos Femi Kuti (Olufela Olufemi Anikulapo Kuti), fue miembro de Egypt 80 y desde 1987 es líder de la banda Positive Force. Femi introduce variaciones a la receta original al contar con nuevos elementos como el Rap o el Soul (En Fight to Win colabora con raperos como Common o Most Def). A diferencia de su padre la duración de sus canciones es mucho más corta. Continuador del estilo, según Kelefa Sanneh, su sonido es quizás más accesible para los oídos menos familiarizados con el Afrobeat. La esencia y estética siguen vigentes, respaldadas por fórmulas cruciales del estilo, como el patrón ‘llamada y respuesta’, la presencia de cantantes y bailarinas femeninas o el formato Big Band, con vientos y ritmos enérgicos. Femi hereda la visión de la música como arma poderosa para el cambio, entiende que la función del arte debe ir más allá del mero entretenimiento. Su mensaje crítico es articulado en Broken English, abordando temas clásicos como el estado postcolonial, la corrupción del poder, el papel de las multinacionales en Áfrca o la industria petrolera nigeriana.
El vocalista y saxofonista Seun Kuti, mantiene vivo el espíritu Afrobeat ya que posee un sonido más cercano al de su progenitor. Sus tres albumes aseveran no sólo continuidad en cuanto a sonido, sino también en cuanto a mensaje directo y comprometido con su tiempo. Vientos imponentes y ritmos que no dejan indiferente ni al más perezoso, continúan acompañando a reflexiones sobre los estados militares africanos, la precaria educación del continente, la lacra de la colonización o la legalización de la marihuana, entre otras. Según una entrevista del artista con Banning Eyre, en el título de su último trabajo ‘Fury’ hace referencia a la rabia suscitada por la situación en la que continúa sumida Nigeria tras décadas de lucha.
A pesar del compromiso y la calidad de su música, las comparaciones con su padre son inevitables. Sin embargo, su estilo de vida, articulación ideológica y activismo político son más moderados, lo que los hace menos controvertidos, carismáticos y genuinos.
Norteamérica: tradición e innovación
Posiblemente el norte del continente americano es hoy uno de los lugares más fructíferos del género. Adaptando contenido y sonido a su contexto espacio-temporal, las diversas formaciones ejemplifican uno de los mensajes básicos del Afrobeat, ya que a través del arte, individuos de distinta procedencia geográfica y musical se unen con un objetivo común.
Antibalas surge en Brooklyn en 1998 y se impone como imprescindible al hablar del Afrobeat del siglo XXI. El saxofonista y fundador de la banda Mr. Perna explica que el nombre ‘Antibalas’ simboliza lo que para ellos es el Afrobeat, una música dura y poderosa, capaz de detener la violencia, transformar la sociedad y luchar pacíficamente por un mundo mejor. El hecho de ponerle sonido al musical de Broadway Fela!, muestra el buen hacer del grupo. En una entrevista Mr. Roth (uno de los fundadores del sello Daptone Records), nos anima a reflexionar sobre la condición de una Big Band con nombre colectivo como Antibalas, ya que es necesario que cada músico sacrifique su ego a favor del bien colectivo. Lamentablemente, éste es un fenómeno raro en occidente, pero que una vez más, el poder de la música consigue realizar. Es interesante también tener en cuenta que algunos de sus miembros formaron parte del grupo ya extinto The Daktaris. Desde New York nos llega el sonido de Zozo Afrobeat, Akoya Afrobeat Ensemble o Kokolo Afrobeat Orchestra, nombre con el que pretenden cambiar el significado de Kokolo, que se usó de forma peyorativa para designar a los latinos afrodescendietes fascinados por la música afro.
Hay otras propuestas sólidas por todo la geografía estadounidense, como Chicago Afrobeat Project (CAbP), Hard Proof en Texas o Albino! en San Francisco. Este último colectivo se caracteriza por su lealtad a la primera época y pasión al impulsar el género hacia el futuro. Encontramos coreografías, coro femenino, pintura facial, vestidos largos, capas y gorros con llamativos estampados que le proporcionan una estética muy diferente y única.
A través de dos recopilatorios centrados en el Afrobeat post Fela: Afrobeat Revival y Afrobeat Revolution, descubrimos muchas de las formaciones mencionadas y nos topamos con un proyecto llamado Femm Nameless. Una banda de mujeres liderada por Toli Femm Nameless que resulta imprescindible, debido a la particularidad de sus componentes.
En Canadá nace la banda Afrodizz, Souljazz Orchestra o el colectivo Mr. Something Something, entre otras, cuyo tercer álbum, Deep Sleep, destaca por su colaboración con Ikwunga, ‘The Afrobeat Poet’, un ‘spoker man’ nigeriano que le pone voz y mensaje profundo a un Afrobeat más suave que su predecesor.
Europa: El ritmo se expande
El estilo nigeriano se extiende velozmente y reúne a un sinfín de colectivos, de manera que existen bandas Afrobeat prácticamente en todos los países del continente. Afrobeat Academy y Oghene Kologbo, la banda formada en Berlín en 2007, es sin duda referente en la escena europea. Kologbo fue guitarrista de Africa ’70, el grupo cuenta con grandes músicos y ha colaborado con Ebo Taylor.
Sólo uno de los músicos de la formación francesa Fanga se ocupa de la sección de viento, lo que hace que el grupo no siga estrictamente el estilo más tradicional en cuanto a sonido, pero sus letras cargan un mensaje positivo que aboga por los derechos de todo individuo. En Nantes suenan desde el 2005 Walko Afrobeat. En el mismo país surgen otros proyectos como Afrorockerz o Bim Bam Orchestra.
La capital inglesa cuenta con diversas bandas como Ariya Astrobeat Arkestra o London Afrobeat Collective, un proyecto que ha editado hasta la fecha dos trabajos L.A.C. y Occupy. Este último te introduce en una atmósfera extraordinaria entre ritmos acelerados, elementos Dub y sombrías voces masculinas, que se alzan al unísono. En Irlanda nos topamos con Dublin Afrobeat Ensemble Ajo Arkestra, banda que ha tocado con grupos de la talla de Hypnotic Brass Ensemble.
En la península Ibérica está Alma Afrobeat Ensemble, grupo que nace en Chicago, pero crece en Barcelona. La banda cuida con esmero el más puro estilo nigeriano, mientras coquetea y lo fusiona con otros, como el Rap con rimas multilingües. Mampön Afrobeat o Moya Kalongo también surgen en la Ciudad Condal. La explosión de colectivos y proyectos a nivel nacional va en aumento. Destacamos el disco homenaje a Fela: La Música es el Alma del Futuro: A Tribute to Fela from Spanish Bands, gracias a la Asociación Afrobeat Project y Enlacefunk. A través de la versión de Eskorzo para dicho compilatorio, Roforofo Fight, el grupo granadino se embarca en Eskorzo Afrobeat Exerience un enérgico proyecto denominado Hypnotic Covers EP. Entre las compilaciones del prestigioso Dj español DJ Floro se encuentran tres trabajos muy relevantes: Republicafrobeat Vol. 1, 2 y 3, donde podemos encontrar otro de los importantes grupos peninsulares, Afro Soul Toasting All Stars.
Finalizamos la propuesta europea, con Cacique 97, procedente de Portugal/Mozambique, y Mamud Band, desde Italia.
Caribe y Sudamérica: influencias multiplicadas
Abayomi Afrobeat Orchestra, no es el único colectivo, que por esta parte del mundo, se sumerge en el género, pero marca la diferencia con su Afrobeat con acento brasileño. En un brevísimo vistazo aparecen nombres como Tam Tam Afrobeat o a Val Veneto desde Argentina, Newen Afrobeat desde Chile o un Afrobeat muy personal con importantes elementos Jazz, Salsa o Bomba entre otros, de la mano de Henry Cole’s Afrobeat Collective.
Asia y Australia: exotismo de calidad
Desde Australia surgen The Public Opinion Afro Orchestra (The POAO), Askari Afrobeat Orchestra o The Shaolin Afronauts, con una estética muy especial con capas de colores oscuros y composiciones instrumentales, que se alejan de la originaria propuesta de mensajes críticos. Para finalizar, nos trasladamos a Japón donde el mensaje en legua nipona nos llega de la mano de Jaribu Afrobeat Arkestra o de los Kingdom Afrocks, que han colaborado con el mismo Tony Allen.
Las espontáneas uniones entre las diferentes partes del mundo y la armónica convivencia entre diversas influencias, evidencian lo sencillas y fluidas que pueden llegar a ser las relaciones a través del arte y la libertad de expresión. El Afrobeat es indudablemente una prueba viva de ello que continua evolucionando sin límites ni fronteras.
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[…] Nigeria y una plegaria para la mejora de África en forma de doce temas inéditos que se alejan del Afrobeat más ortodoxo. El disco contiene balas que nos apuntan a todos en la era Buhari o Trump, y nos […]
[…] de los años, evidentemente, para mostrar cómo ha evolucionado. Alma demuestra que el afrobeat no sólo es un estilo que ha colonizado todo el mundo, sino que además está vivo y continúa […]
[…] de los años, evidentemente, para mostrar cómo ha evolucionado. Alma demuestra que el afrobeat no sólo es un estilo que ha colonizado todo el mundo, sino que además está vivo y continúa […]
[…] suena aún más pomposo), no podemos más que sorprendernos. Cuando nos damos cuenta de cómo el Afrobeat ha colonizado el mundo partiendo desde Nigeria, queremos saber más, escuchar más. Cuando somos […]
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