Black Folk Don’t: Esas «cosas» que los negros no hacen
Angela Tucker es la directora y productora de la webserie Black Folk Don’t que con pequeños capítulos disecciona aquellas costumbres arraigadas en el imaginario de la población estadounidense sobre lo que los negros se supone que tienen que hacer. Es aquello de coger una cámara y desatornillar las construcciones mentales con la imagen y la palabra. El keniano Ngugi wa Thiong’o argumentó en su libro Descolonizar la mente que “la lengua fue el vehículo más importante mediante el cual el poder fascinó y atrapó el alma”. Ahora, en una época donde las industrias culturales dominan los sistemas de producción de ideologías y pensamiento, una contra narrativa urge.
Los largometrajes de ficción todavía están dominados por las imágenes de los hombres (sí, hombres) blancos. Sé que esto no es una novedad para las personas que leen artículos como este, pero es un problema más grande de lo que pensamos. “Básicamente, se deriva de los blancos que tienen una falta de entendimiento de la cultura negra. Es decir, los negros de las montañas de Colorado tienen mucha más facilidad de ir a las calles de Nueva York y escribir disertaciones sobre la cultura blanca, pero la mayoría de la gente blanca… no tanto. Este desequilibrio nos ha conducido a un momento en el que la industria cinematográfica carece de diversidad en un grado alarmante”. Las palabras entrecomilladas corresponden a Tucker. Pero espera, no vayas a la sección de comentarios y te desahogues. Sigue leyendo.
Black Folk Don’t, producida por Black Public Media con el apoyo de la Corporation for Public Broadcasting, invita a huir del pensamiento perezoso y a permanecer en las zonas grises sin importar el color de la piel. Y lo más importante: hacerlo con naturalidad. El proyecto, en su cuarta y última temporada recién estrenada, consigue enganchar al espectador con una fusión de humor y perspicacia que desmonta ciertos supuestos exponiendo su origen social, siempre anclados en el racismo.
“Déjeme darle un ejemplo más visual. ¿Conoce esos rompecabezas de 1.000 piezas que las familias extienden sobre una mesa y pasan todo un fin de semana juntos completándolo? En el cine, los blancos son retratados por el estilo. Ellos son muy variados y se les permite poner muchas de sus piezas en exhibición. Mientras que nosotros llegamos a tener dos, tal vez tres piezas, que aparecen en la pantalla y eso es todo. A pesar de ello, seguimos siendo capaces de vernos a nosotros mismos. ¿Por qué? Debido a que todas las personas son complejas. Es el momento de mostrar nuestro dinamismo. Queremos crear imágenes en las que las mujeres negras sean vistos como las 1.000 piezas del rompecabezas”, explica la realizadora.
“Los negros no dejan propinas”, “los negros no van al médico” o “los negros no saben nadar” son algunas de las afirmaciones que esta webserie cuestiona. “Una gran cantidad de personas negras no nada pero las razones no son como nos gustarían: principalmente es porque no hemos tenido acceso y si tu familia no lo tiene no puedes aprender. Algunos de estos estereotipos pueden tener algo de verdad, pero el objetivo de la serie es mostrar la complejidad de la experiencia negra en los Estados Unidos”, matiza Tucker. Construir nuevos caminos a golpe de frames. Estamos hambrientos de medios de comunicación que permitan avanzar en el pensamiento crítico y Black Folk Don’t no solo lo consigue provocando, sino que también proporciona un breve contexto social en cada episodio.
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