Chaponda: “Hay cosas más importantes que las palabras”
“Quería ser escritor y escribir novelas. Nunca pensé en hacer comedia”, confiesa Daliso Chaponda en una mañana fría de sábado. El cómico originario de Malawi comienza este mes un gira inglesa con su nuevo espectáculo Love Sucks y durante la charla con Wiriko pone en perspectiva la situación del humor en la sociedad actual.
Chaponda se crió en diversos países subsaharianos y cursó sus estudios universitarios en Canadá. Esto ha hecho que se sienta una especie de intruso aclimatado localmente como demostró con su show Citizen of Nowhere facilitando que sus monólogos empaticen con el cosmopolita público que va a verle.
“La gente es gente”, afirma Chaponda que apenas modifica el guión de sus actuaciones cuando sale de gira. A pesar de las referencias geográficas o mediáticas específicas, “la vida, la familia, las relaciones, las religiones, las finanzas, las razas… son temáticas universales”. A pesar de que las referencias se vuelven monocromáticas en este mundo cada vez más globalizado los cómicos sacan partido gracias a una ristra de ejemplos que se entienden allá por donde van.
Chaponda ha hecho de la broma un modo de vida que ha ido evolucionando con los años. Los recursos del cómico han cambiado y el “sexo y las tonterías” de antes han dado paso a unas temáticas menos superficiales donde el resultado no ha reducido los aplausos. Sus pasajes vienen de la cotidianeidad y el público se ríe ante “la realización de la verdad” mientras que las informaciones de los medios de comunicación son esenciales para sus monólogos.
Daliso Chaponda enfatiza que en el contexto social actual los cómicos se vuelven en muchas ocasiones una diana perfecta para distraer la atención de lo que realmente importa. “Hay gente que se ofendió cuando un cómico realizó bromas sobre la discapacidad pero mucha menos gente protestó cuando le gobierno británico redujo el presupuesto en esta materia. ¿Qué es más doloroso para los discapacitados?«, se pregunta.
La proyección mediática de una broma hace que esta se expanda sin control y las miradas se centren en el “mira lo que ha dicho” antes de reflexionar por el tema propuesto por el cómico. “En una utopía sería válido ofenderse por las palabras pero en el mundo en el que vivimos hay cosas más importantes por las que preocuparse que alguien que es un maleducado. Alguien se puede enfadar cuando me llaman negro pero ni se inmuta al saber que a los negros nos pagan menos”, puntualiza Chaponda con otro ejemplo.
El cómico malauí ganó popularidad en Canadá gracias al festival Just For Laughs de Montreal en 2005 pero las leyes no entienden de bromas y la burocracia canadiense negó la extensión de su visado. Chaponda lo intentó con su espectáculo Don´t Let Deport Me pero como indica su séquela de despedida, They Are Deporting Me Anyway, acabó marchándose a Sudáfrica antes de aterrizar en el Reino Unido donde reside desde 2006
Siempre que aparece la oportunidad, el cómico no se olvida de sus raíces y vuelve a África. Hace un año lanzó su primer DVD, Barely Legal, que recoge su actuación en el Festival HIFA de Zimbabue mientras que el año pasado actuó en Kenia y Sudáfrica. Chaponda afirma que el estado de la comedia africana es bueno “porque es algo novedoso” aunque ya cuenta con grandes figuras internacionales como el sudafricano Trevor Noah que presenta el late night estadounidense The Daily Show o el nigeriano Basketmouth que ahora se encuentra de gira por Inglaterra. Pero también destaca el trabajo de cómicas como Anne Kansiime o Tumi Morake. “Las mujeres de África son muy graciosas. Existen dificultades en todo lo que hacen pero no especialmente en la comedia”, explica el malauí.
Daliso Chaponda abordó los temas más subversivos del continente en un espectáculo llamado Laughrica mientras que subraya que el estigma de los tabúes en África es otro estereotipo más creado en torno al continente: “todo país tiene sus tabúes. Es cierto que en algunos países africanos no se pueden hacer bromas sobre algunos jefes de estado pero por ejemplo en el Reino Unido es impensable hacer bromas sobre la discapacidad o el machismo. O eres un estúpido. Hay que saber dónde está el límite y hay muchos cómicos que no saben dónde está esa línea divisoria y ofenden a la audiencia”.
Es cierto que el humor sin embargo ayuda a tratar temas espinosos. Chaponda reconoce que gracias a alguna broma la tensión de la temática se rebaja y posibilita hablar de un tema como la homosexualidad en África en el propio continente. “El tema puede ser incómodo pero a través del humor se crean bromas pero no se juzga. Te burlas del que tiene la misma visión que tú y de los que no”, explica el autor que escribió When the Laughter Stops, una obra de teatro sobre las represalias de los homosexuales en países africanos como Uganda.
Con casi un espectáculo cada año, el cómico se vuelca ahora en su último trabajo Love Sucks pero ya prepara el siguiente. Una idea sobre los valores británicos, (“¿cuáles son?”), para abordar el panorama xenófobo de algunos políticos británicos o del candidato a la presidencia estadounidense Donald Trump.
El chaval universitario que probó suerte en una noche de micrófono abierto ha madurado. Se ha hecho fuerte a base de monólogos y continúa disfrutando de la carcajada floja. “Cuando escribes una historia se puede publicar seis meses después y entonces recibes una llamada de alguien que te dice que le gusta. En un monólogo haces una broma hoy y la gente se ríe hoy. La comedia tiene una recompensa instantánea”, dice Chaponda.
https://www.youtube.com/watch?time_continue=14&v=01EnIsZIfGY
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