Festival Afroconciencia, un espacio multicultural de intercambio
Texto y fotografías por Eva Feito
Una pareja de jóvenes invita a la reflexión desde los carteles que anuncian el “Festival Afroconciencia” organizado por Matadero Madrid. Él, en el exterior del recinto, con una mirada introspectiva; ella, ya dentro, con sus ojos apuntando directamente al visitante. Talleres, debates, literatura, música, gastronomía, política, arte, identidad. Un evento multidisciplinar que, el fin de semana del 11 y 12 de junio, ha inundado de vitalidad el patio central de las antiguas instalaciones reconvertidas en un nuevo espacio que ya es una referencia en la actualidad cultural madrileña.
La cita es producto de iniciativas previas cuyo objetivo era favorecer la participación -desde el ámbito de la autogestión- de la comunidad africana y afrodescendiente del estado español en espacios institucionales de visibilidad, como “Each One Teach One: jornadas de la cultura afrodescendiente”, “Decolonizando Othello con Patrice Naiambana” o “Afroempowered”, en el marco de la exposición “Ni arte Ni educación”. Este último encuentro contó con la participación de asociaciones negroafricanas y afrodescendientes como AISE, La Kúpula, Kwanzaa, UbuntuUCM o United Minds, así como artistas, emprendedores y otros interesados. A partir de las sinergias establecidas entonces se conformó el grupo de trabajo organizador del “Festival afroconciencia”, integrado por Debora Ekoka (United Minds), Rubén H. Bermúdez, Yeison García López (Kwanzaa) y Ana Cebrián (La AFROcolaboradora).
La afrodescendencia en la actualidad en el estado español:
El soukous proveniente de soundsystem instalado en el escenario de la “afroplaza” invitaba a acercarse al patio central la calurosa mañana del sábado, mientras se desarrollaban actividades dirigidas a los más pequeños, los talleres intergeneracionales organizados por Ana Cebrián y Kwanzaa y el pintacaras a cargo de Débora Ekoka. Los colores de las creaciones de moda, una magnífica selección de revistas y periódicos, libros y guías de viaje, muestras de artesanía y pintura, las propuestas de asociaciones y paneles con los retratos de algunos referentes africanos y afrodescendientes, completaban el espacio.
Yeison García López ejerció de presentador de los diferentes actos del festival, acompañado en todo momento por Ana Cebrián y Débora Ekoka en las “bambalinas” y Bakala Kimani Rubén H. Bermúdez tras sus cámaras, entre otros. El primero en recibir el micrófono fue Antumi Toasijé, historiador, activista panafricanista afroespañol y director de WanafriKa, que destacó el interés por la perspectiva africana y la necesidad del empoderamiento de la comunidad africana y afrodescendiente, y presentó el BloqueAfro: la creación de una Federación de Asociaciones y Entidades Africanas y Afrodescendientes para el reconocimiento por ley de la identidad hispanoafricana. Su llamamiento a participar en esta iniciativa se extiende tanto a colectivos como a personas individuales.
¿Quién es quién?
Bakala Kimani es escritor y también director de contenidos del periódico AfroKairós, que -desde abril de 2013- publica informaciones sobre el continente africano y la realidad afrodescendiente, en español, inglés y francés, tanto en su publicación gratuita en papel como online.
Potopoto es el nombre del fango típico de las lluvias en Guinea Ecuatorial, así como el primer libro infantil ilustrado de cuentos multiétnicos de Guinea Ecuatorial en español. Además de esto potopoto es un proyecto de cultura colaborativa y social que apuesta por la cultura de experiencias. Para ello se dará acceso a nuevos Afrocuentos infantiles de origen Africano en un entorno web y en un formato accesible. Las historias podrán leerse en una web colaborativa donde cualquier persona u organización del mundo de habla hispana podrá transmitir su experiencia y conocimiento a través del cuento.
El proyecto nace de la iniciativa personal de Alejandra Evui Salmerón Ntutumu miembro de la plataforma sociocultural #AfroMurcia en movimiento, impulsora de talleres y proyectos de cultura inclusiva que tiene como integrante principal a Belinda Ntutumu. El libro será ilustrado por la mágica Lydia Mba.
Ritatari y Africa Patchwork son dos ejemplos más de emprendeduría, de la mano de la ecuatoguineana establecida en Londres Helen Jones y el madrileño-maliense Madou Diarra, con sus respectivas propuestas de moda y artesanía.
United Minds es una iniciativa independiente cultural-educativa, fundada en Valencia por Ken Province y coordinada además por Débora Ekoka, que cuenta con la primera librería especializada en África y su diáspora. En palabras de Ken, se trata de “una plataforma para poder trabajar las cosas que nos interesan”.
Kwanzaa (“comienzo” en suajili) es un asociación universitaria que persigue visibilizar la realidad de la juventud afrodescendiente y de la diáspora en España, promoviendo su empoderamiento y la denuncia de los abusos de los Derechos Humanos mediante la organización de diversas actividades desde su sede en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, que invitan a visitar.
La Kúpula es un centro de arte internacional autogestionado que persigue la creación de espacios donde crear vínculos para pensar en comunidad, como el local que ocupa en el barrio de Carabanchel, lugar de encuentro y de debate, exposiciones y conciertos. Este colectivo fue el encargado del soundsystem y de la gastronomía afro con platos típicos de la cocina del África occidental que pudo degustarse en la “afroplaza”.
AISE (Asociación de Inmigrantes Senegaleses en España) trabaja tanto en Madrid en tareas de asesoramiento de inmigrantes y de sensibilización, como en Senegal a través de proyectos donde los migrantes son el motor de desarrollo.
Integrantes de estos colectivos participaron en las actividades desarrolladas a lo largo del festival: algunos de ellos en los debates, soundsystems, conciertos y recitales; otros atendiendo los espacios que ocupaban con sus proyectos.
Política, cultura, arte, juventud y medios de comunicación: en busca de referentes afro
El plato fuerte de la mañana del sábado vino de la mano del debate sobre cultura y política. A partir de las exposiciones de Sikitu Massimango, Consuelo Cruz Arboleda, don Justo Bolekia y Antumi Toasijé, se estableció un intercambio con el público que versó sobre cuestiones en torno a la definición de la “afroconciencia”, la importancia del lenguaje a la hora de definirse como colectivo, la identidad afro y la visibilización de las mujeres africanas. La ronda de intervenciones introdujo temas como de discriminación racial y étnica; el multiculturalismo como característica del continente africano y lo artificioso de la distinción entre una África blanca y otra negra; y el esclavismo y la urgencia de la reparación histórica de los pueblos que lo ejercieron sobre quienes lo sufrieron.
El término “afrodescendiente”, como recordó Antumi Toasijé, hace referencia a la esclavitud y fue traído a Europa por la segunda diáspora. Para algunos de los participantes en el debate, el avance respecto a la toma de conciencia vendría a través de la descolonización mental y espiritual de los africanos y afrodescendientes: “no suponemos ningún peligro para Occidente. Deberíamos ‘desformatearnos’ para volver a africanizarnos” -en palabras del profesor Bolekia-, insistiendo en el hecho de que “lo que hacemos aquí [en el festival] es un intento de recuperar lo que recordamos que somos”. Mientras que para otras voces, el estado actual de la afrodescendencia es el reflejo de la falta de empoderamiento de las personas con este origen -como apuntó Consuelo Cruz Arboleda-, del escaso avance en el ámbito asociativo, o de la desconexión generalizada con el “otro lado de África”, como señaló Belinda Ntutumu.
El taller de fotografía, impartido por la camerunesa-española Agnes Essonti y el madrileño Rubén H. Bermúdez, se desarrolló las tardes del sábado y domingo en torno a las “Otras historias de la fotografía”. Aficionados amateurs y semiprofesionales compartieron sus opiniones y anhelos respecto a esta disciplina artística, planteada como un intento de guiar a los participantes a la hora de contar sus historias a través del objetivo, alejándose del enfoque fotográfico tradicional, como reconoció Rubén H. Bermúdez. Para él, la mayor dificultad para llevar a cabo un proyecto fotográfico no es la falta de conocimiento técnico, sino que reside en no tener una idea a transmitir cuando se capturan imágenes. Entre los ejemplos fotográficos que se mostraron durante el taller, el catálogo de la Bienal de Fotografía de Bamako (“Rencontres de Bamako”) y el repaso de Essonti a la producción artística de uno de los mayores referentes de la fotografía africana: el recientemente fallecido Malick Sidibé.
El concurrido “debate Juventud Afro” agrupó a miembros de asociaciones como Kwanzaa y Riwata y CLA, a Moha Gerehou de SOS Racismo y a Amín Arias Garabito (coordinador del grupo federal afrosocialista del PSOE y asistente de dirección de la revista “Ávila en salud”) en torno a asuntos como la denuncia ante la falta de inclusión y de referentes de y para la juventud africana y afrodescendiente en la sociedad española; la necesidad de encontrar un término medio y de reivindicar sus referentes -Sénghor, Césaire, Anta Diop para Cheikh, un asistente senegalés- en lugar de recurrir a los estereotipos como la supuesta aptitud innata para la danza y el canto de los negros, su gusto por el rap o el hip-hop o la hipersexualización, que provocan la cosificación a la que -en muchas ocasiones- se somete a los negros. Garabito expresó su deseo de “hablar de otras cosas” [más allá del blanco/negro], y lanzó dardos sobre “los hermanos que robaron a sus propios hermanos” [en la época de la esclavitud] y la responsabilidad que habría que asumir por ello, recordando la necesidad de juntarse para seguir trabajando ante el largo camino a recorrer.
La ponencia sobre medios de comunicación y afrodescendencia en España se abrió con la presentación de Ladislao B. Sité titulada “Crecer sin ser llamado”. El lingüista afroespañol hizo un recorrido por “los matices oscuros del lenguaje” (esas “connotaciones sutiles que son difíciles de representar”) a través de una serie de imágenes fotográficas y composiciones de palabras que juegan con el contraste entre lo evidente de la existencia de una España negra (“esto no es Malabo, es el barrio de Vallecas”, aclaró ante una foto de familia) y el uso racista, xenófobo y discriminatorio del lenguaje. Términos como “Baltasar”, “negrito/a”, “gitano/a”, “nigger” o expresiones como “negro de mierda” fueron analizados por Sité con una capacidad cómica muy efectiva para la comunicación grupal.
Le siguió el turno Lucía Asué Mbomío, periodista en RTVE e integrante del colectivo Afroféminas, con un repaso por los referentes afro en los medios de comunicación: publicidad, medios de comunicación y cine. En todos estos ámbitos resulta flagrante la invisibilización de las personas negras o afrodescendientes, así como el recurso al estereotipo al tratarse sobre ellas: de nuevo, cosificación (personas que llegan en patera), hipersexualización (anuncio de “Cola Cao”, el reality show “Adán y Eva”), falta de referentes (infantiles y periodísticos), de contextualización y ausencia de empatía (anuncios de “Conguitos”). Entre sus propuestas: permanecer vigilante ante los microracismos; recurrir tanto a la ética periodística como a recurrir a la presencia de miembros del colectivo del que se habla cuando se dan las informaciones; seguir creando medios de información propios -hechos por africanos y/o afrodescendientes- que generen referentes, como WanafriKa, AfroKairós o Uhuru TV.
Del afrofeminismo y la identidad negra a la exploración a través de la literatura y la música
El esperado debate sobre afrofeminismo contó con la presencia de Asha Ismail, Antoniette Torres Soler de Afroféminas, Jane Obioma Okoro de “Upside Africa” y Nair Macedo de Kwanzaa.
Ismail es la directora de “Save a girl save a generation” (“Salva una niña, salva una generación”), una ong que lucha contra la mutilación genital femenina (MGF), los matrimonios forzados, la explotación y prostitución infantiles y por la prevención de todas ellas. Como ella misma recordó, la MGF “existe aquí y en todas partes del mundo”.
La creadora y directora de Afroféminas expresó estar interesada en los conceptos de poder y mujer, en la implicación de la raza en el feminismo, así como en los intereses de la mujer negra de hoy que vive en España.
Para la integrante más joven del panel, la española de origen caboverdiano Nair Macedo, ser mujer afrodescendiente en España es una triple lastra por género, raza y la invisibilización que conlleva, e implica enfrentarse a una dualidad identitaria (ni “negro” en África, ni “blanco” en España). Macedo expresó asimismo su interés por hablar de temas tabús como la homofobia ejercida por parte la comunidad afrodescendiente, o la regla, e increpó públicamente a sus “hermanos” allí presentes sobre el machismo que ejercen sobre ella.
La presidenta de “Upside Africa” expresó su compromiso con el desarrollo y la libertad de la mujer emprendedora y profesional de África, a través de la organización de eventos que estimulan el intercambio de ideas.
El debate giró sobre las diferencias del feminismo negro, las dificultades que se encuentra la mujer negra en la sociedad española (sexualización e invisibilización) y otros aspectos relacionados con su autoestima como la afroestética, el pelo afro y el blanqueamiento de la piel. Quedó patente la variedad de discursos de las mujeres negras, si bien algunos puntos comunes señalaron la importancia de la mujer negra como base de la familia y de la comunidad; la necesidad de la implicación del hombre en la educación familiar -gracias a quien, según Ismail, se ha avanzado mucho en la lucha contra la MGF- y de la educación inclusiva; la importancia de la historia personal, familiar y colectiva desde la que impulsar la visibilizacion, motivada -en parte- por la falta de referentes negros y afrodescendientes.
Para terminar, Torres aludió al primer discurso del feminismo afroamericano, “¿Acaso no soy mujer?”, mientras que Obioma tomó como ejemplo “Todos deberíamos ser feministas” -de su compatriota la mediática Chimamanda Ngozi Adichie- para concluir apelando a la conveniencia de “hacer el esfuerzo de compartir, aprender y desaprender”.
“¿Y tú por qué eres negro?” es una pregunta que, como para tantas otras personas, llevó al fotógrafo Rubén H. Bermúdez a cuestionarse su identidad y despertar su “afroconciencia”: “salir del armario” como él mismo expresó. El germen del proyecto fotográfico en el que se encuentra actualmente trabajando fue tomado como tema central de un debate abierto en el que también participó el cineasta español de origen beninés Santiago Zannou.
Ante la manifiesta dificultad de definir una identidad negra, las intervenciones del realizador de cine fueron un apasionado alegato sobre la necesidad de construir un discurso propio, desde la positividad, que conduzca a la comunidad afrodescendiente a alcanzar espacios de poder. Pero también hubo críticas: tanto hacia el propio desconocimiento de los miembros de la comunidad como a la queja constante de algunos de ellos. Para Zannou, partiendo de la base de que una cuestión así en Benín sería una nimiedad, ser negro es “algo que te invita a ser sabio, te obliga a ser mejor y entender al de enfrente. Ser negro es ser un tipo consciente, buscar un objetivo y luchar contra él”.
Se habló también del “dolor ancestral” y de la conciencia, destacando la importancia de los siglos de historia y creatividad negras y afrodescendientes por encima de los cuatrocientos años de esclavitud.
Si para algunos participantes en el debate, la reflexión sobre qué es “ser negro” no es vital desde un punto de vista personal, y las respuestas deberían venir de escritores negros que aborden la cuestión de la identidad negra, el riesgo que implica la creación de nuevas categorías donde se les encasille es alto. Otras intervenciones recogieron sentimientos derivados de la implicación en una lucha que -aunque dilatada en el tiempo- no ha alcanzado los objetivos esperados debido a las diferentes maneras de tratar de acercarse a ellos. Para un asistente camerunés ser negro “es simplemente saber que tienes un origen, asimilarlo y comportarte con tal (…) Ni siquiera un negro tiene por qué venir aquí: eso no le hace más negro”.
Tras este otro momento álgido de las jornadas, el festival se dirigía a su final con la presentación musical-literaria compuesta por “Heredarás la tierra”: de patrones patriarcales en la afrodescendencia guineana”, una interesante aproximación a la psicología a partir de la novela de German Edjanga Jones Ndjoli, las recomendaciones literarias de Ken Province de United Minds, y el concierto de Astrid Jones y Carlos Bratt.
El joven escritor Jones Ndjoli habló de la invisibilización, tanto de la propia Guinea Ecuatorial como de los ecuatoguineanos, llevada a cabo por el estado español -desde la independencia en 1968 hasta la actualidad-, mientras que la aproximación psicológica de los tipos representados en la novela corrió a cargo del psicólogo Francisco Sánchez. Para Jones, los ecuatoguineanos son “hijos del silencio”, “una fuerza que viene preconizada por la herencia española franquista”, apelando al statu quo de la derecha española y a su falta de responsabilidad. Sánchez habló de cómo en Guinea Ecuatorial las diferencias raciales entre los propios negros existen, y de estar derivadas de los esquemas heredados de la época colonial. Pero no solo eso, sino que estas lastras son también transmitidas de generación en generación, de ahí la necesidad de “reflexionar sobre nuestros antepasados emocionales” -en palabras de Jones- y de la importancia del trabajo personal: “en la interiorización hago mío el discurso del ataque y no me afecta”, reconocía.
Como el propio autor de la novela explicó, el título de la misma hace referencia a una especie de mandato o llamada que sintió, encaminada a la acción “para recuperar lo que te han robado”. En su novela se presenta a una familia en la que encontramos los arquetipos del hijo omnipotente (asimilado el primogénito), del yo omnipotente (la figura del heredero) y el del hijo independiente, análisis de Sánchez encaminado a la premura de recuperar el mundo interno “para no correr el riesgo de sentirnos como extranjeros en nuestra casa”, en sus propias palabras. Un dicho de la etnia ndowé, a la que pertenece German Edjanga, reza que “la única forma de recuperar la dignidad es entronizar nuestra historia”. El escritor lanzaba así un llamamiento a la necesidad de iniciar un proceso humano, personal y difícil, encaminado a “salirse de la tutela”, a contracorriente del sistema pero que uno mismo ha de hacerlo con los suyos, desde su casa.
“Heradarás la tierra” puede encontrarse en la librería madrileña “El olor de la lluvia”.
Entre las recomendaciones literarias sobre África y la afrodescendencia, Ken Province del colectivo United Minds hizo un repaso por algunos de los libros que pueden encontrarse en su espacio, que estuvieron también disponibles en la “afroplaza”. Desde títulos fundacionales de las literaturas afrocentradas como “Pieles negras, máscaras blancas” del psiquiatra martiniqués Frantz Fanon, “Capitalismo y esclavitud” del también caribeño Eric Williams (recientemente editado por Traficantes de Sueños); los manifiestos panafricanistas escritos en continente africano: “Naciones negras y cultura” del senegalés Cheikh Anta Diop, o “África debe unirse”, del primer presidente de la Ghana independiente, Kwame Nkrumah; a otros como los ensayos “Black Music. Free Jazz y conciencia negra 1959-1967” de LeRoi Jones / Amiri Baraka, que reflejan la labor de esta “música clásica” -según Province- en la liberaración mental de los afroamericanos; “Aggro”, un libro que habla del origen jamaicano de la estética skin; “Rebeldía”, del escritor camerunés afincado en Barcelona Inongo vi-Makomè; o “Si me preguntáis por el panafricanismo y la afrocentricidad” de Antumi Toasijé, quien estuvo firmando copias del mismo a lo largo del fin de semana.
La voz de Astrid Jones fue la encargada de poner el broche a la cita, felicitando una iniciativa que esperamos se suceda con el mismo éxito que la ve nacer. Acompañada por los acordes de guitarra de la mano de Carlos Bratt, uno de los integrantes del grupo The Blue Flaps, autores de “Stand up” -un bello alegato en clave soul, con toques reggae, funky y jazz- interpretaron algunos temas de su último trabajo como “You” o “Who we are”.
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