«El baobab que enloqueció»: Exilio, identidad y experiencias de supervivencia de una mujer africana en Europa
3ª Edición del Curso Introducción a las expresiones artísticas y culturales del África al sur del Sahara
Por Bárbara Benito Mollá
Ken Bugul, pseudónimo de la escritora senegalesa Mariètou Mbaye Biléoma y autora de El baobab que enloqueció (1982), fue una de las primeras escritoras africanas que abordó el hecho de escribir desde una perspectiva autobiográfica, reflejando en su obra sus propias experiencias vitales y sus conflictos interiores.
En esta obra, la escritora relata sus vivencias en Europa tras conseguir una beca para proseguir sus estudios en el continente de “sus antepasados los galos”, concretamente en Bélgica, relacionándolas y plasmándolas en base a la dicotomía que establece entre las vivencias de la niñez y la juventud en su África natal, en la localidad senegalesa de Ndoucomane, y las que experimentará en Europa.
La protagonista de esta novela decide marcharse a estudiar al extranjero, a Europa, más como una forma de exilio voluntario cuya finalidad es averiguar quién es, definir su identidad, que para proseguir su formación. Educada en el sistema francés, organizado desde una perspectiva neocolonialista y fundamentado en la aculturación Ken vive escindida entre sus orígenes, representados por su pueblo natal y la familia, y la cultura impuesta por el sistema educativo francés, que trasmite a su alumnado los valores e ideología occidentales alejando de su propia historia y su cultura a aquellos que se forman en sus centros.
El abandono de la madre en su infancia y la relación falta de intimidad y confianza que mantiene tanto con ella como con el padre y el resto de su familia, el alejamiento de su cultura nativa, derivan en un profundo sentimiento de desarraigo. Por ello, parte hacia Europa en busca del descubrimiento de sí misma, de aquello que ella representa, en un exilio a través del que espera encontrar todo lo que le es negado en su ambiente familiar y su país de origen. En definitiva, Ken se exilia en Europa para reconocerse a sí misma pensando que en el lugar que en la escuela le han trasmitido como el de sus antepasados hallará la solución al desasosiego y el vacío existencial que se alojan en su interior.
Este viaje, sin embargo, no representará lo que la protagonista de la novela deseaba. Ken se verá envuelta en una serie de vivencias que simbolizarán una prolongación del sentimiento de abandono, soledad y desorientación que la acompañaban a su llegada, que no encontrarán una solución en la sociedad europea y que la sumirán en una espiral de autodestrucción.
En el exilio europeo se sucederán y sobrepondrán distintas experiencias que van sumiendo a la protagonista en un estado de caos cada vez mayor. Para sobrevivir en una sociedad y cultura que se le revelan ajenas y que no la reconocen como parte de ellas, Ken intenta buscar refugio en relaciones que le proporcionan todo aquello que le había negado su madre en la infancia, África, en definitiva, en el consumo de alcohol y otras drogas que la ayudan a evadirse y sobrellevar los acontecimientos y, finalmente, en la prostitución.
En este exilio, Ken apenas mantiene contacto con otros miembros de su comunidad de origen y se conciencia de su falta de singularidad dentro de esta sociedad para la que todos los africanos son iguales, una sociedad en la que los ciudadanos africanos y sus diferencias se desdibujan. Para sobrevivir y afrontar la decepción que supone enfrentarse al hecho de que ella no es parte de esa cultura europea en la que fue educada en y por la escuela, la protagonista de esta novela se entrega a relaciones que desembocan en el acrecentamiento de su insatisfacción y que no le proporcionan la tranquilidad espiritual que necesita.
Asimismo, Ken experimenta el racismo de la sociedad europea, que sólo la reconoce como individuo en función de su exotismo como mujer extranjera y exótica, como un objeto de distracción. Este imaginario pone el acento en el hecho de que es negra y se le presuponen ciertas características por ello, situación que la conduce al exhibicionismo y el escándalo como mecanismo de reafirmación personal.
En este entorno, sólo la locura es posible como medio de supervivencia y sólo en ella es posible vislumbrar una salida. A raíz de la decadencia en la que se sumerge puede reunir la fuerza suficiente para reaccionar y salir de esa situación de letargo e indefinición. Al final de la novela, en el punto álgido de su declive, la vuelta a los orígenes y el reencuentro con África y con su tradición son las salidas salvadoras y que pueden conducir al verdadero descubrimiento de quién es ella.
Latest posts by Wiriko (see all)
- Hibernamos para poder renacer - 03/10/2022
- DiversAs 2022: un mosaico intercultural feminista - 05/04/2022
Trackbacks y pingbacks
[…] de su continente. Leonora Miano, camerunesa (‘El interior de la noche‘), Ken Bugul (‘El baobab que enloqueció’ o ‘Riwan o el camino de arena’), conocida por su defensa de la poligamia como forma de […]
Los comentarios están desactivados.