El Kuduro cala hasta en América Latina
3ª Edición del Curso Introducción a las expresiones artísticas y culturales del África al sur del Sahara
Por Laura García
El Kuduro no es sólo un género musical, se trata de un símbolo de modernidad africana por excelencia. Desde el corazón de Angola, desde los barrios de Luanda , el kuduro lleva desde 1990 enviando al mundo sus sonidos, su innovación, su constante evolución y el importante valor musical y cultural que hoy le sitúa a la cabeza de parte de la música electrónica moderna e influenciando a bandas y djs en todos los continentes. En América Latina ya es un boom.
La juventud de sus ritmos, de sus productores y de sus bailes se extiende por el mundo, así como los estilos musicales que se dibujaron a partir de él, el Afrohouse y el Ombolo.
Al comenzar el kuduro en los años 90, la temática de sus temas hablaba de esperanza para Angola, del desarrollo de su identidad tras las guerras. Por aquellos años los músicos angoleños (semba tradicional, kizomba , semba –zouk ) estaban captados por los políticos, así que los jóvenes de las clases obreras tomaron el kuduro y comenzaron a hacer una interpretación más dura y más rápida con letras que conectaban con la vida en las musseques (barriadas chabolistas). Su temática es fresca y alegre, habla de las normas y la vida en las musseques, del baile, de la alegría y la danza como recurso social, de la sensualidad, de la sexualidad y sus movimientos.
La juventud, de mano de la tecnología, tomaba el pulso de la regeneración y la modernidad. Y desde entonces el ritmo no cesa. Se trata de un género tan joven que la Primera Conferencia Internacional de Kuduro se produjo en Luanda en 2012.
El estilo y la temática del Kuduro siempre han ido de la mano de su sociedad y a través de él sus productores representan y configuran la identidad social , la cultura y la filosofía angoleñas. La música siempre como modo de expresión artística y cultural. A través de ella los jóvenes de Luanda y del mundo encuentran esperanza, diversión y un medio moderno y tecnológico para expresar su arte.
Un punto fuerte del Kuduro es la colaboración entre artistas, ya que enriquece tanto la música como sus discursos. Los djs y productores colaboran forjando nuevos elementos sonoros y asentando los pilares de este género musical.
El 31 de Octubre se celebraba la Quinta edición del Festival I Love Kuduro en Luanda, que ofreció la actuación de grandes estrellas del Kuduro, desde sus pioneros en los 90, Puto Prata, Puto Lilas, Tony Amado, pasando por bandas que se consagraron en los años 2000, como Os Lambas , Noite e Dia o Maya Zuda. Hasta artistas de una generación algo más joven que mantiene la esencia kudurista, Limas Do Swagg o Madruga Yo Yo.
En otro apartado del Festival se invita a productores incipientes a enviar sus temas para ser seleccionados y así participar como artistas revelación y nuevas promesas. Se trata de un género cuya producción es constante en los estudios improvisados en los musseques, con lo que se produce mucha cantidad de música que circula en cualquier formato ya sea USB , CD´s , pudiendo así, escucharse tanto en una fiesta como un taxi o un autobús.
Por su popularidad y frescura, el Kuduro no deja de expandirse, artistas, djs y poductores de todo el mundo se interesan por sus sonidos. Desde el punto de vista del Panafricanismo, el Kuduro es una importante herramienta de unión, tanto dentro como fuera del continente. Arrasa en Brasil y en Latino América incluyéndose en los recopilatorios de hits latinos. Se celebran conciertos multitudinarios en Rio de Janeiro donde se invita a bailar con auténticas estrellas de Angola. Hay grupos de danza Kudurista esparcidos desde América Latina hasta Estados Unidos. Además, también en Portugal, gracias a la diáspora, ha adquirido mucha importancia. Pero sobre todo, los latinos están cada vez más entusiasmados con el Kuduro angoleño, por sus similitudes con el reggaeton o otros géneros salidos de los barrios de chabolas de las ciudades de América Latina.
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