Nobukho Nqaba: migraciones de plástico en el LagosPhoto Festival
Las fotografías que nos llegan desde África a menudo plasman un escenario bipolar: el horror humano y la belleza natural. Pero lo cierto es que la fotografía es una manera de mirar y cada vez son más quienes observan que en medio del blanco o negro, al que se ha relegado tradicionalmente al continente, existe una extensa escala de grises. Entre aquellos que apuestan por esta visión está la Fundación de Artistas Africanos (AAF, por sus siglas en inglés), una organización que desde 2010 muestra en Nigeria proyectos fotográficos que plasman esas ‘otras Áfricas’ a través del LagosPhoto Festival. Un evento que hasta el próximo 27 de noviembre celebra su VI edición, en esta ocasión bajo el título ‘Designing futures’. Una temática que se sirve del diseño para promover el fin del destierro hacia lo negativo al que se ha enviado la imagen de África. Ejemplo de ello es el trabajo de la sudafricana Nobukho Nqaba, quien hace de una bolsa de plástico un símbolo de la migración.
Cuando Nobukho Nqaba (Sudáfrica, 1992) era una niña vivía en Butterworth, en la provincia sudafricana de Cabo del Este. Su madre trabajaba al otro extremo del país, en Grabouw, ciudad del Cabo Occidental. Un verano se desplazó hasta allí para pasar las vacaciones y su padre le metió sus cosas en una unomgcana, también llamada umaskhenthe, una bolsa de plástico muy grande que en el idioma xhosa significa respectivamente ‘que tiene líneas’ o ‘viajero’. Un significado acorde a su descripción y a su uso, ya que estas bolsas de líneas que forman cuadros son las más usadas en Sudáfrica para desplazarse de un punto a otro del extenso país. Son baratas, son enormes y son resistentes, por lo que se puede llevar muchos objetos en ellas sin temor a que se desgarren. Nobukho las usó tantas veces como ocasiones tuvo de mudarse de un punto a otro de Sudáfrica. Una experiencia que le supuso relacionar la migración con la supervivencia, el reto de adaptarse a un lugar distinto y hacerlo de nuevo suyo a través de los objetos que portaba en su unomgcana. De ahí que para ella, esta bolsa signifique hogar y lucha. Un concepto que ha querido desarrollar a través de una serie de fotografías que lleva precisamente el título de ‘Unomgcana’ y que forman parte del LagosPhoto Festival de este año.
La joven fotógrafa explica para la revista Ours: “Crecí rodeada de unomgcana”. Y parece que éste es el sentido que busca en sus composiciones, en las que todo lo que la envuelve a ella está envuelto a su vez del plástico a cuadros que caracteriza a estas bolsas. Como si quisiera traspasar el significado de hogar que le da a la unomgcana a partir de los objetos personales que contiene, para hacer directamente de la instalación algo personal, forrándolo de su estampado. De este modo, la serie de fotografías están compuestas de autorretratos que plasman escenas de la vida cotidiana en las que la auténtica protagonista es la unomgcana. Ella lo invade todo, haciendo de estancias distintas lugares familiares que impregnados de esta bolsa eliminan las diferencias de los espacios realzando el elemento común, identificable, de la unomgcana. Y así es como Nobukho Nqaba relaciona los significados de hogar y supervivencia a través de una bolsa.
“Estoy interesada en los objetos y en las cosas que me pesan en la memoria y siempre estoy queriendo encontrarles los significantes y los significados a las cosas que son familiares para mí y también a las que no me son familiares. Cuando estoy haciendo un proyecto siempre me miro a mí misma primero y a cómo me identifico con los objetos que quiero explorar. Después miro hacia un ángulo más amplio y desgrano cómo las cosas que me interesan afectan a otras personas”, explica la artista al blog de fotografía Orms. Es entonces, a partir de esta amplitud de miras, que su concepto de unomgcana trasciende su propia experiencia para llegar a observar las mismas bolsas sujetas por otras personas que se dirigen a otros destinos, lo que le lleva a plantear este objeto como símbolo de la migración. Al fin y al cabo, si bien es cierto que en xhosa se llaman unomgcana o umaskhenthe, en realidad lo más común en Sudáfrica es llamarlas ‘bolsas chinas’ de donde es su procedencia; o ‘bolsas de Zimbabwe, país vecino de donde llegan muchos de los portadores de esta clase de equipaje.
Y más allá de las fronteras sudafricanas, en otros puntos del continente reciben apelativos distintos. Como en los países de África Occidental donde se denominan ‘Ghana must go bags’, en referencia a la expulsión de miles de ghaneses de Nigeria a principios de los ochenta. Incluso más allá de las fronteras del continente cada vez es más visible que entre los bultos del equipaje estén estas enormes bolsas de plástico con cuadros estampados. En Reino Unido responden al término ‘bolsas de Bangladesh’; en Alemania son conocidas como ‘bolsas turcas’; y en Estados Unidos se las reconoce como ‘bolsas mexicanas’. Así, tal y como señala la joven fotógrafa Nobukho Nqaba cuando relaciona este objeto de plástico con la migración, si siguiéramos la pista de este tipo de equipaje bien podría trazarse un mapa mundial de los desplazamientos a través del calificativo que reciben estas bolsas en el lugar a donde llegan y en función de los rostros que las portan.