Un Salon du Livre poco africano
Los editores africanos continúan teniendo una escasa presencia en el Salon du Livre de Paris. Se trata de una vieja reivindicación. Hace años que desde diferentes organizaciones de libreros africanos se pone de manifiesto la ausencia en esta cita que resulta fundamental desde el punto de vista empresarial. Este vacío evidencia las dificultades de las casas de edición para acceder a un escaparate fundamental, sobre todo, para los empresarios del libro de la antigua esfera colonial francesa. La ausencia de los editores, sin embargo, no significa que la literatura africana no haya tenido presencia en edición de 2014, celebrada hace un mes y medio.
Al margen de las consideraciones morales, no hay duda de que la presencia en este salón es una buena ventana para los autores africanos. No en vano, los pocos que han tenido la oportunidad de acudir no han dejado de aparecer en los medios, como es el caso de Janis Otsiemi, el escritor gabonés de novela negra del que ya hemos hablado en esta sección, que ha publicado sus últimas obras en la editorial francesa Jigal. En apenas unos días, el autor gabonés ha conseguido aparecer en los principales medios franceses.
En definitiva, la principal puerta de entrada de los autores africanos en el Salon du Livre de Paris ha sido un espacio que en las últimas citas ha consolidado su presencia en esta feria. Livres et Auteurs du Bassin du Congo es el stand en el que de manera más estable y sistemática se programó la asistencia de escritores africanos durante los cuatro días del encuentro (del 21 al 24 de marzo). Como hace sospechar su nombre, los autores y las autoridades congolesas han tenido un especial protagonismo en el espacio, pero eso no quiere decir que por el escaparate no hayan pasado escritores de otros lugares del continente, fundamentalmente de la zona del Golfo de Guinea y de la región centroafricana.
Durante tres días, este espacio fue el escenario de más de cuarenta actos, entre mesas redondas, entrevistas, encuentros con autores o talleres de escritura. Por el stand pasó una envidiable nómina de autores de origen africano entre los que se encontraban desde Calixthe Beyala, Nimrod, Alain Mabanckou, Hemley Boum o el mencionado Janis Otsiemi, entre muchísimos otros. Se habló de literatura, de algunos de los aspectos concretos de la literatura africana, pero también de ciertos géneros como la novela policiaca y el cómic, y además se habló de políticas culturales y del futuro de la edición, fundamentalmente a través de debates relacionados con la edición digital.
En este espacio, algunos editores africanos sí que tuvieron su momento de protagonismo, pero siempre como parte de los debates y las discusiones que se proponían en el espacio de Livres et Auteurs du Bassin du Congo.
El premio Mokanda
Es dentro de la programación de este espacio, en el que se entregó el premio Mokanda al poeta congolés Gabriel Okoundji. Se trata de la tercera edición del galardón y la primera que se otorga a un poeta. El premio está destinado a “una obra íntegramente francófona, que debe estar inspirada por un amor y un vivo interés por África, aunque no es obligatorio que el autor sea originario del continente”, según señala una nota de la Agence d’Information d’Afrique Central. Esta misma fuente pone de manifiesto que, casualmente, el premio ha recaído en un poeta por primera vez en esta edición, precisamente el año en el que Livres et Auteurs du Bassin du Congo estará presente en el Marché de la poésie, otra feria literaria celebrada en Francia. Se trata sólo de un dato con el que no se pretende poner en duda la calidad del galardonado.
Otro espacio para la literatura africana
La publicación trimestral Geopolitique Africaine organizó una serie de actividades dentro de este mismo espacio de Livres et Auteurs du Bassin du Congo, en el que los autores y las obras que tuvieron más protagonismo fueron los dedicados a la no ficción. Este escaparate fue el escenario de cuatro mesas redondas, durante los cuatro días de apertura de puertas para el público general de la feria. Y supusieron una oportunidad para abordar temas como la futura organización de las ciudades africanas, la cultura como motor de desarrollo y el papel de las mujeres en el continente.
Ausencia casi total de los editores africanos
Más allá de estos islotes de literatura africana, la lista de editores participantes en el Salon du Livre muestra una sorprendente ausencia de las editoriales africanas. Esta lista de editoriales demuestra que apenas dos empresas radicadas en África subsahariana (una mauritana y otra guineana) tenían un stand propio en el que mostrar sus trabajos de manera permanente. Resulta curioso que en un momento en el que la literatura africana, probablemente, vive uno de sus momentos de mayor proyección, desde la atracción generada por los autores de la época de las independencias; el escaparate de la producción editorial francófona evidencia esta ausencia. El motivo de esta situación puede poner de manifiesto la existencia, aún, de una cierta rémora: que estos autores africanos irrumpen en el mercado literario mundial sólo de la mano de las editoriales del norte. Da la impresión de que las editoriales africanas no han podido, en la edición de 2014, vencer los obstáculos que ya habían denunciado en años anteriores.
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